En el año 2023 sucedieron varios eventos en la cultura pop, que hace menos de un lustro, habrían resultado impensables. La fatiga del género de superhéroes finalmente llegó — y al parecer, para quedarse por un buen tiempo — y obras de autor, se volvieron fenómenos de taquilla. También, fue el año en que el mundo de los juguetes y los videojuegos, encontró un lugar en la pantalla grande. En el que varios de los mejores directores contemporáneos, crearon su obra más personal. En resumen, fue un período de transformaciones de importancia en el ámbito de la cultura de masas. Algunos de los cuales son determinantes para entender el futuro del espectáculo.

Claro está, los cambios en la cultura pop son inevitables. Pero, sin duda, las redes sociales y la hipercomunicación a través de internet, ha hecho lo suyo. De la viralización de contenido e información, el acceso a todo tipo de recursos de accesibilidad, hasta la democratización de medios de comunicación. El ámbito del entretenimiento es una casa de resonancia de la nueva forma de comprender la identidad colectiva y la sensibilidad sobre temas complejos. También, una exploración por completo novedosa acerca de cómo los espectáculos, celebridades y sus acciones, tienen una definitiva influencia en cómo comprendemos el arte en la actualidad. 

Te dejamos los eventos de la cultura pop que marcaron el año 2023. Desde una ruptura — quizás definitiva — entre la preferencia del público y un género cinematográfico, hasta un suceso que probablemente cambiará a Hollywood desde los cimientos. Se trata de un repaso por los eventos más importantes que convirtieron a los últimos meses en un ajetreado camino hacia una nueva forma de entretenimiento. Y probablemente, el punto de partida que conduzca a escenarios novedosos en adelante. 

La caída del Universo cinematográfico de Marvel

Universo Cinematográfico de Marvel // Universos Cinematográficos

Iron Man de Jon Favreau se convirtió en un éxito de taquilla en el 2008. Pero nadie esperaba que lo que parecía un accidente afortunado, se transformara en algo más. Sin embargo, para el estreno de The Avengers: los Vengadores de Joss Whedon en 2012, era evidente que el género de superhéroes se había convertido en algo más que un pasatiempo. 

La película fue un éxito de taquilla gigantesco, que logró la proeza de cimentar las bases de una mitología compartida. Este último, un sueño largamente acariciado en Hollywood y que había fracasado en diversas ocasiones. A excepción de Star Wars y éxitos televisivos como Doctor Who, la posibilidad de películas interconectadas entre sí, parecía casi inalcanzable.

Eso, hasta que el Universo Cinematográfico de Marvel se convirtió en una propuesta sólida y financieramente exitosa. Algo que se logró de la mano de un equipo de ejecutivos que tomaron el riesgo de llevar al live action arcos completos de historietas populares. En especial, gracias a la dirección creativa de Kevin Feige y Victoria Alonso, ambos responsables por la mayoría de los éxitos posteriores. Un hito que incluyó los recursos de los grandes estudios y con la participación de un equipo — detrás y frente a la cámara — cada vez más selecto y talentoso. 

Sin embargo, aunque ya en la cinta de Favreau, las por entonces novedosas escenas poscréditos lo había sugerido, fue la gran batalla de héroes de Marvel la que dejó claro la ambición del proyecto. Uno, que nació del ensayo y el error, además de la fidelidad de un grupo de fanáticos incondicionales. Dividido en fases, el Universo Cinematográfico, comenzó un crecimiento exponencial que pronto incluyó otros medios y formatos, como videojuegos y streaming. 

Comienzan los problemas

Quince años, diez series y 33 largometrajes después, lo que llegó a su cúspide definitiva con Avengers: Endgame en 2019, finalmente comenzó a derrumbarse. El tan anunciado desgaste progresivo se hizo más evidente durante la emergencia sanitaria de la pandemia. Sin embargo, se volvió un problema real cuando el público regresó a las salas. La mezcla entre un cúmulo de errores que iban desde pobres efectos digitales hasta guiones mediocres, rompieron la base de apoyo sin restricciones de los seguidores de la franquicia. 

Aunque las debilidades ya eran obvias en la irregular y poco convincente fase cuatro, fue el inicio de la quinta con Ant-Man y la Avispa: Quantumanía de Peyton Reed, la que demostró la profundidad del problema. La película fue la primera decepción de taquilla real de la franquicia, la que mostró el contexto de tensión en el estudio y la que demostró que se trataba de algo más que un error. El conflicto puertas adentro de Marvel, anunció los primeros cambios en su propuesta y la decisión más radical hasta el momento: el despido de Victoria Alonso

Disney y Marvel intentaron maniobrar en medio de la tensión. Se anunció el regreso de Bob Iger, que prometió calidad sobre cantidad de contenido. Pero el desencanto alrededor de Marvel se hizo peor. No solo porque las malas decisiones seguían llegando, como series de ínfima calidad y producidas para rellenar espacios de información. La peor exponente del problema: la olvidable, irregular y sin duda, fracaso argumental Invasión Secreta. También, porque la lista de producciones futuras seguía aumentando, a pesar de la evidente erosión del proyecto en su conjunto.

Por último y en el punto más bajo de la situación, el actor Jonathan Majors, fue encontrado culpable de cargos de agresión doméstica. Marvel se apresuró a despedirlo, lo que dejó a la fase cinco sin su villano y en medio de la incertidumbre. 

Llegar al fondo, ¿para volver a triunfar?

Ant-Man y la Avispa: Quantumania, las medidas de Marvel para revivir la franquicia

Pero fue el fracaso de argumento, propuesta y también en cifras de The Marvels, dirigida por Nia DaCosta, la que dejó claro la gravedad del problema. La circunstancia obligó al estudio a replantear de origen la saga, reorganizar su extenso calendario a futuro y admitir, que era probable no pudieran retomar su punto más alto. Al menos, no de inmediato. 

Con la esperada tercera parte de Deadpool como único estreno en cines para el 2024, así como una reducción agresiva de propuestas en series, Marvel intenta recuperarse. ¿Lo logrará? La pregunta tiene implicaciones más graves. Con la desaparición del Universo Extendido de DC el año pasado, la gran interrogante es que ocurrirá en los próximos cinco años. ¿Solo se necesita una pausa de la sobresaturación de contenido o se trata de algo más grave? Solo el tiempo lo dirá. 

La huelga de guionistas y actores

Del 2 de mayo al 26 de septiembre, la huelga del Sindicato de Guionistas en Hollywood detuvo la producción cinematográfica a gran escala. En particular, después que más de 60.000 miembros de SAG-AFTRA se les unieron el 14 de julio del 2023. El resultado fue un pulso de tensión entre los estudios y el talento creativo del séptimo arte, que culminó con un acuerdo histórico sobre las condiciones de trabajo. 

El 26 de septiembre de 2023, los escritores llegaron a un preacuerdo — refrendado días después — en el que se aprobaban la mayoría de los puntos en disputa. Lo que incluía el reconocimiento de residuals o bonificaciones en metálicos por el éxito de producciones en catálogo online. Algo que obligaría a las plataformas a pagar cifras entre los 9.000 y 16.400 dólares por capítulo de una serie exitosa. 

Un monto que se extiende a 40.500 dólares en el caso de las películas. También, límites al uso de la inteligencia artificial y un número mínimo de guionistas por producción. Además, de asegurarse que cada proyecto en formato seriado, disponga ahora de un equipo de escritores, más allá de la dirección o fotografía. Lo que afecta directamente en las series de Marvel, que hasta ahora carecían de showrunner. 

Triunfo también para los actores

En cuanto a los actores, cuya huelga se extendió unas semanas más, obtuvieron un 7 % de aumento en el salario base por actuaciones. Lo que beneficia directamente a los principiantes, extras y secundarios televisivos. Pero más importante aún, la negociación aseguró un nuevo contrato sobre pensiones y restricciones en el uso de la imagen a través de la inteligencia artificial. Presidido Fran Drescher, SAG-AFTRA obtuvo garantías de mejores condiciones de trabajo para intérpretes en retiro, lo que incluyó un plan de salud mucho más accesible que el anterior. 

Drescher y Duncan Crabtree-Ireland, el jefe de los negociadores, lograron vencer la resistencia de los estudios. En especial, en el ámbito de los residuals relacionados con éxitos en plataformas de streaming y retransmisiones sindicalizadas. El éxito de la protesta inicia una nueva etapa para Hollywood y una renovada correlación de fuerzas en el mundo del espectáculo.

M3GAN y la danza del cine de terror barato

Blumhouse, 'M3GAN'

En enero del año 2023, la película de Gerard Johnstone se convirtió en un improbable éxito de taquilla que sumó 181 millones de dólares. Eso, con apenas una inversión de 12 millones, en otra demostración de la efectividad de la fórmula, la productora Blumhouse. En otras palabras, invierte poco y distribuye todo lo que puedas. Convertida además en fenómeno viral, la película de la muñeca asesina, se convirtió rápidamente en una sensación en el género de terror. 

Pero el éxito de la cinta, abrió definitivamente a un fenómeno que marcó al cine en 2023. Un numeroso y exitoso grupo de largometrajes terroríficos, con mínimo presupuesto e inclinación por la experimentación, se convirtieron en favoritos de la audiencia. 

Desde Skinamarink, filmada con dos cámaras en una semana y considerada la mejor del año, hasta el fenómeno Háblame de A24. El cine de bajo presupuesto del género se volvió una tendencia cada vez curiosa y extendida, en especial cuando los temas se volvieron más populares y controvertidos. Finalmente, Cuando acecha la maldad de Damien Rugna, con una propuesta basada en su complejo guion y apenas 772.000 de dólares de inversión, ganó el Festival de Cine Fantástico de Sitges. Lo que demostró que el poder de las nuevas propuestas, apoyadas en ideas novedosas, era un contrincante de peso contra las premisas más comerciales. 

La Sirenita llega al live action con polémica

Los live action de Disney no las tienen todas consigo y la mayoría, aunque exitosos en taquilla, han traído más controversia que popularidad a sus premisas. Es el caso de La sirenita de Rob Mashall, la polémica fue aún mayor y más complicada

Además, arrastró una agria discusión en redes sociales e incluso, en medios de comunicación tradicionales, acerca de lo prescindible del género. A mitad de camino entre la imitación y el tributo, todavía hay serias dudas acerca de su viabilidad a futuro y verdadera trascendencia cinematográfica. 

Pero en el centro del debate de la cinta de Marshall, se encuentra un tema más incómodo. Desde insultos racistas en contra de la actriz Halle Bailey hasta un debate directo sobre la integridad de animados clásicos. La película atrajo todo tipo ataques y saboteo, debido a sus decisiones de casting y variaciones en la trama central. Por lo que comenzó como el intento de llevar a nuevas generaciones una historia icónica de Disney, terminó por dejar a su paso más sinsabores que alegrías. Eso, a pesar de que La sirenita recaudó 569,6 millones de dólares y se convirtió en un moderado éxito en medio de un año 2023 especialmente duro para el estudio.

Los grandes fracasos de taquilla de Disney

2023 fue el primer año en la última década en que ninguna de las películas de Disney obtuvo el mítico billón de dólares en taquilla. Un hito que además desembocó en otro preocupante: buena parte de sus estrenos fueron fracasos resonantes de taquilla y crítica. Todo en medio de un centenario controvertido que hizo tambalearse la popularidad de la compañía y su rentabilidad. 

De Ant-Man y la Avispa: Quantumanía— que apenas logró recuperar su inversión — hasta el topetazo a toda regla de The Marvels. Pasando por la caída en desgracia de la última entrega de la franquicia de Indiana Jones y las pérdidas que dejaron a su paso la intrascendente Wish. Disney se enfrenta no solo a la indiferencia del público, sino a una baja de calidad apreciable de sus producciones. 

Todo ello, en medio de un debate muy público acerca del contenido, la forma de manejar la temática de sus proyectos e incluso, un pulso político con el gobernador de Florida. El año 2023 fue un recorrido incómodo por la posibilidad que la fórmula del éxito que hasta ahora acompañó a la casa del Ratón Mickey, pase por su peor momento. ¿Lo más extraño que se avecina? Cuando el mismo símbolo pase a dominio público, el primero de enero del año 2024. 

Barbenheimer

¿Qué tienen en común la muñeca más querida del mundo y el físico teórico responsable de la primera bomba atómica? Nada, hasta que las historias de ambos llegaron a la pantalla grande este año 2023. El fenómeno más inesperado — y rentable — del cine convirtió a Barbie de Greta Gerwig y a Oppenheimer de Christopher Nolan en un triunfo de taquilla monumental. Además, en la demostración del poder de las redes sociales como un suceso de marketing imprevisible. 

De hecho, buena parte de lo que sorprende del llamado Barbenheimer (contracción de los títulos de las cintas) es su carácter espontáneo. Todo comenzó con la fecha de estreno de ambas películas. El 21 de julio de 2023 se convirtió en un momento extraño. Una de las películas más oscuras de año, debía competir con otra, que se anunció desde su primer avance como toda luz y color. Lo que desató rumores que Warner Bros. hacía un desaire a Nolan — que se separó del estudio en medio de la controversia — al estrenar Barbie el mismo día que su obra Oppenheimer. Pero en internet la noticia se alejó del dramatismo y cuchicheos de la industria, para convertirse en un suceso irrepetible.

De memes, una campaña de medios que nadie podría haber imaginado — o pagado — hasta la venta conjunta de entradas. Barbenheimer se hizo viral en un impulso de interés que incluso llevó a los elencos y directores, a mostrarse interesados e involucrarse en lo que ocurría. A dos días del estreno, había carteles conjuntos, fotografías de los respectivos protagonistas anunciando pasarían por las salas para disfrutar de las películas. Todo lo cual se tradujo en un impacto de taquilla tan considerable como para hacer de Barbie la cinta más taquillera del 2023 y Oppenheimer, en la más exitosa de Nolan. 

Los grandes conciertos al cine

El peculiar género de conciertos de cantantes y bandas llevados al cine, había perdido auge durante los últimos veinte años. Pero durante el año 2023, no solo recuperó el sitial de honor, sino que además se convirtió en un fenómeno por sí mismo. Y todo comenzó, para sorpresa de nadie, con Taylor Swift: The Eras Tour. La experiencia cinematográfica de dos horas y cuarenta que cuenta el multitudinario concierto de la cantante en el SoFi Stadium, además, fue un experimento cinematográfico que sorprendió por su éxito. 

La película, dirigida por Sam Wrench, se estrenó como parte de la promoción de la gira mundial de la artista el 13 de octubre. Sin contar con apoyo de estudio alguno, logró distribución nacional y luego, en más de 30 mercados. Además, proyecciones en IMAX y Dolby Cinema, lo que la convirtió en un evento que reproducía, en su mayor parte, lo ocurrido en diversos escenarios del mundo. 

El largometraje fue un triunfo en todos los aspectos. En su primer día de preventa, recaudó 37 millones de dólares. Lo que se convertiría en una ganancia total de 123.5 millones en su primer fin de semana. La cifra más alta obtenida jamás por alguna cinta del género de grabaciones de conciertos en vivo

Lo lucrativo del suceso, abrió la puerta a otro. El 25 de noviembre, se estrenó en EE. UU. Renaissance: A Film by Beyoncé. La película, que mostraba en forma documental lo ocurrido durante la gira del mismo nombre de la cantante, se convirtió en otro éxito de los últimos meses del año. También, la confirmación que la tendencia, apenas acaba de comenzar.