Ante un auditorio repleto de personas, Victoria Alonso, la productora de más de veinte películas del Universo Cinematográfico de Marvel, dijo: “A mí no me gustan los superhéroes”. Luego de esa confesión, se rio, quizá buscando complicidad con quienes la escuchaban, personas a las que probablemente les sorprendió escuchar eso.
¿Cómo es que una de las mentes clave de la franquicia comercial más importante del cine contemporáneo no se siente atraída por esas figuras? Antes que por el tipo de personajes o la reputación que puedan tener algunos en la cultura pop, a Victoria Alonso solo le ha preocupado e interesado algo durante estos años: contar historias.
Esa búsqueda comenzó hace mucho tiempo atrás, cuando estaba viviendo en Argentina. Ese deseo fue, hasta el pasado viernes, uno de sus principales motores al frente del Universo Cinematográfico de Marvel. Ese día, 17 de marzo de 2023, fue su último como presidenta de posproducción física, efectos visuales y animación de Marvel Studios. Aunque su salida de no se reveló sino hasta el lunes 20 de marzo.
Para el momento de redacción de este texto, no ha habido una explicación formal de las razones por las que Victoria Alonso se apartó de su cargo, cerrando una extensa carrera de 17 años de trabajo con Marvel Studios. Durante ese tiempo, decenas de producciones contaron con su aprobación y la empresa ganó más de 20 billones de dólares. No parece un mal balance, para alguien que solo quería hacer películas.
Su historia: de Argentina a Hollywood
Cuando Victoria Alonso tenía 19 años y vivía en La Plata, una ciudad que queda a poco menos de 60 kilómetros de distancia de Buenos Aires, se plantó ante su mamá y le dijo: “Me voy a ir a Estados Unidos a hacer películas…”. La frase no terminó ahí. Quizá mirando a los ojos de su madre, la joven agregó: “...y a contar historias”.
Hacer películas y contar historias, como la que ella estaba empezando a escribir para sí misma. En la maleta de viaje se fueron algunas prendas, algo de calzado y ese sueño: hacerse un espacio en la industria, encontrar la manera de cumplir con ese objetivo, visibilizar relatos. Llegó a Estados Unidos, comenzó a estudiar psicología y teatro en Seattle. Al terminar de hacerlo, estaba segura de que quería ser actriz. Pero el contexto le presentó su primer nudo narrativo.
Cuando buscaba opciones sobre las tablas, empezó a escuchar todo tipo de comentarios. “Eres muy alta”, “Eres muy baja”, “Eres muy gorda”, “Eres muy flaca”, “¿Eres latina?”. Una montaña de peros que la llevó a hacerse una pregunta: ¿quién decide esas cosas? Victoria Alonso, en ese momento una actriz, llevaba seis meses escuchando negativas. Cuando escuchó la respuesta a su pregunta, se dedicó a cambiar el sentido de su carrera profesional, a partir de una decisión: “¡Voy a ser productora!”.
Con el tiempo, ella reconoció que, antes que desear ser actriz, quería tener poder decisivo para contar historias. Ese fue el punto de partida de una carrera que la llevó, durante 15 años, a estar viajando a distintas partes del mundo, haciendo trabajos de producción que le gustaban y otros que no. Fueron años en los que trabajó, por ejemplo, en Digital Domain, el estudio de efectos digitales de James Cameron. También fue la productora de efectos visuales de El gran pez, de Tim Burton.
Sin embargo, esa dinámica, el ir y venir entre lugares, generó una suerte de desgaste que la llevó a querer instalarse en Los Ángeles: “No quiero viajar más, no quiero volar más”, se decía. Poco tiempo después, una compañera de trabajo le contó sobre una película que iban a grabar ahí, donde Victoria Alonso había decidido quedarse. Su decisión comenzaba a resonar en su entorno: en 2006 inició su carrera en Marvel Studios como vicepresidenta ejecutiva de efectos visuales y posproducción.
Su primer gran trabajo fue Iron Man, estrenada en 2008. Esta película fue la piedra fundacional del Universo Cinematográfico de Marvel. Durante una conferencia TED, Victoria Alonso recordó ese momento y explicó la decisión de incorporarse a la productora y al proyecto: “(Lo hice) no porque me gustaran los superhéroes, sino porque me quedaba en casa (Los Ángeles)”. Puede que, para ese entonces, ella no fuera del todo consciente de que, a su manera, también estaba construyendo otro hogar, uno en el que estaría 17 años de su vida.
Victoria Alonso y la construcción
del Universo Cinematográfico de Marvel
Cuando terminó el proceso de grabación de Iron Man, Kevin Fiege, quien para entonces ya estaba en la parte ejecutiva de la empresa, le pidió a Victoria Alonso que se incorporara de lleno al plan, la posibilidad de construir un universo. A lo que Alonso respondió: “No. A mí no me gusta ser de estudios, yo no quiero ser ejecutiva. No me interesa ser parte de eso. Yo quiero ser parte del grupo que produce las películas que vale la pena contarse”. Esa negativa vino con un matiz.
Victoria Alonso le planteó a Kevin Feige la posibilidad de estructurar esas historias de una manera y seguir siendo parte del trabajo de producción. Solo así, podrían trabajar juntos. ¿Cuál fue su razonamiento? La idea de que, con Iron Man, habían comenzado a hacer algo que ella define como “diferente”. ¿Qué? Lo explicó así:
“Tiramos a los superhéroes del altar. El resto del mundo de los superhéroes venían escondiéndose y nosotros, en nuestra primera película, lo hicimos diferente. Me di cuenta de que quizá podríamos comenzar a hacee un cambio”.
Victoria Alonso, durante una Conferencia TED.
Quitarle la máscara a Iron Man. Hacer que el personaje se expusiera a sí mismo ante un grupo de periodistas, es solo uno de los cambios que Victoria Alonso, junto con Kevin Feige y el resto del equipo de Marvel Studios, comenzó a hacer. Luego vinieron varios más, como la apariencia de Thor y la relación del Capitán América con su escudo. Sin embargo, estos aspectos no son los que ella más estima.
Dos de los proyectos más satisfactorios de su carrera
En 2008, con Iron Man, comenzó un camino que, por ahora, terminará en 2026 con Avengers: Secret Wars. Luego de su renuncia, Victoria Alonso ya no estará en los créditos de algunas de las producciones que vienen en el Universo Cinematográfico de Marvel. Sin embargo, este permanecerá en más de treinta proyectos en los que participó.
Dentro de ellos, hay dos que considera especiales: Black Panther (2018) y Capitana Marvel (2019). Sobre estas producciones, dijo hace unos años:
“Son dos de los pilares que le dejo a mi hija; son columnas en las que, en cierto momento, comunicamos algo a nivel cultural. Estas son dos películas sobre las que nos dijeron, constantemente: ‘No son largometrajes que el mundo quiere ver’; ‘No van a tener ningún tipo de éxito fiscal’; 'El mundo no está preparado para ver a un héroe negro, un elenco negro, dirigido por un director negro. No lo van a ver’; ‘El mundo no quiere ver a una mujer protagónica, no quiere que lo dirija ni escriba ni produzca una mujer’. Para nosotros, si era lo último que hacíamos, era una buena salida. Decidimos que lo íbamos a hacer”,
Victoria Alonso, durante una Conferencia TED.
Pero ambas fueron un éxito comercial que sumó 2.500 millones de dólares en taquilla. Además, Black Panther fue nominada a siete Premios Óscar. El valor de estas producciones, en cuanto a visibilización de comunidades históricamente marginadas, no se puede medir en números. Pero no son pocos los testimonios de personas que celebraron que, por fin, se veían representadas en roles importantes y respetuosos en el cine.
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Ese es el “nivel cultural” al que se refiere Victoria Alonso. Su salida de Marvel Studios se produce en un momento en el que la franquicia atraviesa turbulencias, a la vez que sigue siendo, desde un punto de vista comercial, la más potente de la industria. Más allá del presente, el cine de superhéroes cambió a través de estos años debido al trabajo de personas como Alonso. Dentro de unas décadas, cuando se estudie este momento, su nombre será uno de los que se mencionarán.