La película M3GAN, de la productora Blumhouse, superó durante su estreno toda expectativa de recaudación y crítica a su alrededor. Con un 94 % de reseñas e Rotten Tomatoes, sorprendió por su premisa ágil y bien narrada. Además, con $45 millones de dólares de ganancia en su debut mundial —y apenas 12 de inversión— es un sorprendente éxito de taquilla.

Esto convierte a la película en el más reciente acierto de la productora Blumhouse y su forma de comprender el negocio del cine. También es otra demostración más de la efectividad de su fórmula para convertirse en una referencia en el Hollywood actual.

Con la industria en la búsqueda de nuevas inversiones fílmicas que no impliquen correr grandes riesgos, el triunfo de M3GAN es significativo. Blumhouse encontró un método que permite a nuevos talentos, demostrar sus habilidades sin arriesgar presupuestos abultados que ocasionen pérdidas considerables. El director Gerard Johnstone, con apenas cuatro proyectos anteriores, logró un triunfo resonante y el comienzo de una posible saga. Todo, con una apuesta financiera mínima. ¿Cuál es el secreto de la productora? 

La fórmulade Blumhouse: invierte poco, apunta alto

Jason Blum, CEO de Blumhouse, lo ha dicho en más de una ocasión. El “truco” consiste en apostar a proyectos pequeños en los que la compañía invierte una suma de dinero moderada. Después, poner énfasis en la distribución. Algo que le ha permitido qué buena parte de sus películas resulten muy rentables, incluso si no son precisamente éxitos de taquilla. M3GAN, el ejemplo más cercano, lo demuestra en una forma evidente.

Con un propuesto de $12 millones de dólares, logró rebasar en su estreno los costes de producción. A pesar de enfrentarse a Avatar 2: el sentido del agua, convertida en un fenómeno considerable en plena expansión. La historia de la muñeca siniestra, capaz de matar, cautivó por su sentido del humor y exploración de la adicción a la tecnología. Precedida por un marketing inteligente que usó las redes sociales para crear un fenómeno viral, la película se convirtió en la segunda favorita del fin de semana en Norteamérica.

Se trata de una rara confluencia de éxito financiero y de acogida entre la prensa especializada. Es probable que el largometraje, que cuenta con la producción de James Wan, sea la primera parte de una redituable franquicia. También que permita que otras tantas producciones de la compañía se beneficien de su éxito en este año.

La estrategia del éxito para Blumhouse

La compañía reafirmó, durante los últimos doce años, que su esquema de negocio se basa en asegurar que cada producción estrenada sea rentable. Esa estrategia es lo que la hace capaz de estrenar múltiples películas al año. Además de utilizar sus recursos de márketing y publicidad de forma ingeniosa y efectiva.

De hecho, la historia de Blumhouse comenzó con un experimento singular. La película Actividad Paranormal, del año 2007, fue una variación doméstica del género found footage con un costo de apenas $15.000. El director Oren Peli vendió la premisa como una terrorífica experiencia sobrenatural novedosa en el mundo cinematográfico. Pero no lo era en absoluto. Ya en 1999, El Proyecto de la Bruja de Blair empleó los ínfimos recursos a su disposición para crear un fenómeno colectivo.

Blumhouse tomó la idea y la redimensionó. La promoción de la producción se basó en tomas de salas de cine en las que podía verse a la audiencia aterrorizada. Se le llamó “la película más inquietante jamás filmada” y hubo, incluso, reportajes sobre desmayos y llantos durante las proyecciones.

Precedida por semejante expectación, la película recaudó $193,4 millones de dólares y fue el punto inicial de una franquicia exitosa. Para Blumhouse, se trató de una lección clara sobre una combinación entre astucia financiera y una propuesta llamativa.

A la cabeza de la exploración de producciones baratas y exitosas

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Tres años después, la compañía tomó lo que se considera una gran decisión en cuanto a su esquema de negocios. En una lucrativa sociedad con el estudio de cine y televisión canadiense Alliance, Blumhouse produjo cinco películas, cada una con un presupuesto de un millón de dólares. Entre ellas, La noche del demonio, de James Wan, y Siniestro, de Scott Derrickson. Ambas recaudaron $85 millones de dólares en total y se convirtieron en apreciadas franquicias del cine de terror.

Pero el momento más importante para Blumhouse ocurrió cuando Charles Layton, de Alliance, logró un acuerdo con el estudio Universal Pictures para distribución y financiamiento. Hasta entonces, el futuro de la productora dependía de la capacidad de sus largometrajes para recuperar la inversión. Lo que, a su vez, le daba la oportunidad de emprender nuevos proyectos. Pero, tras varios éxitos, la empresa de Blum podía negociar llevar su esquema de negocios al siguiente nivel.

Para el momento de la firma del contrato entre ambas empresas, Blumhouse era una referencia. Tenía tres franquicias de terror exitosas en activo y la promesa de, al menos, diez más en desarrollo. Estas últimas formaron parte del nuevo y más ambicioso arreglo.

Una nueva etapa para Blumhouse

Productora Blumhouse

Se podría decir que fue un convenio de prueba que permitió que, durante tres años, la compañía afinara su método. Las secuelas de Actividad Paranormal y La noche del demonio fueron éxitos moderados, pero que apuntalaron el prestigio de la productora. Siempre recuperaron su costo de inversión y permitieron crear la posibilidad de franquicias más extensas.

Para el 2014, el acuerdo con Universal se renovó por una década más. Esta vez con la demostración de la efectividad del llamado “método Blumhouse”. El contrato incluía 15 películas por año, con presupuestos que iban del millón de dólares a los siete millones. El estudio dejó en manos de Blum la selección de los proyectos. El ejecutivo instauró lo que sería su forma de grabación estándar: inversiones muy precisas, utilizando la distribución a gran escala de Universal.

Las grandes oportunidades llegan en formato pequeño

Desde entonces, Blumhouse ha sido parte de una gran cantidad de éxitos de terror y suspense. Desde nuevas franquicias de considerable éxito como La Purga, hasta la trilogía de M. Night Shyamalan, que incluye Múltiple (Fragmentado) y Glass (Cristal). La productora demostró lo que puede hacer con el cine de género. En una combinación entre la oportunidad y la comprensión del mercado cinematográfico que domina.

Durante el último lustro, la compañía llegó a todo tipo de acuerdos lucrativos que expandieron su modelo comercial. Con Prime Video acordó en el 2020 el estreno de un grupo de cuatro producciones inéditas. Welcome to the Blumhouse, serie de películas estrenadas para coincidir con Halloween, logró llevar a la audiencia del servicio de suscripción los proyectos que no pudo estrenar durante la pandemia. Además, la compañía compró los derechos de sagas históricas como Halloween y El exorcista.

En busca de nuevos materiales

La primera dio como resultado una trilogía que reinició la saga de John Carpenter. Dirigidas por David Gordon Green y protagonizadas por Jamie Lee Curtis, brindaron renovado interés a la franquicia y permitieron acercarla a una nueva generación. Incluso, aunque su tercera parte obtuvo críticas mixtas, se consideró una de las películas más destacables del 2022.

Un fenómeno que la productora espera repetir con El Exorcista. La película se encuentra en producción y promete revitalizar la clásica saga con una primera entrega, a estrenarse en octubre de 2023. Todavía no hay detalles de la trama más allá de que, de la misma manera que la trilogía Halloween, ignorará cualquier argumento relacionado con la franquicia. También se anuncia el reboot de la historia de Spawn, la adaptación del videojuego Five Nights at Freddy’s. La compañía se atreverá incluso en el mundo animado con Spooky Jack, que llevará a cabo junto a DreamWorks Animation.

La productora también cuenta con una colección que podría considerarse como nuevos clásicos de terror. Desde Déjame salir (¡Huye!) y Nosotros, de Jordan Peele, o El teléfono negro, de Scott Derrickson, hasta La niñera, de Nikyatu Jusu, o El teléfono del señor Harrigan, adaptación de Stephen King de John Lee Hancock. También el resonante éxito de antes de la pandemia El hombre invisible, de Leigh Whannell. Blumhouse expandió su ámbito de influencia a nuevos escenarios que hacen de su oferta fílmica un motivo de interés constante.

Blumhouse, una buena inversión con la mirada puesta en el futuro

Con apenas un fin de semana en cartelera, M3GAN ya es un nuevo éxito que agregar a la lista de la productora. Y también a su alrededor comienzan a moverse los engranajes de su conocida fórmula. El productor James Wan ya insiste en una secuela, mientras el director Gerard Johnstone habla de un corte más sangriento, que podría llegar a plataformas o, incluso, en una versión VOD. Todo mientras las redes sociales están llenas de videos y la publicidad expeditiva de un fenómeno viral.

Blumhouse de nuevo demostró que su capacidad para innovación y su estricto método son capaces de producir éxitos inesperados. Algo que, seguramente, se hará un fenómeno más robusto cuando en el 2024 deba renovar su contrato con Universal. ¿Qué sucederá con la productora más innovadora del mercado? Solo el tiempo lo dirá.

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