Las series se han convertido en el contenido más popular, interesante y con mayor crecimiento en el mundo del entretenimiento. Razones no faltan. Y Netflix lo sabe. Luego de demostrar todas sus posibilidades en su edad de oro de la década de 1990, el formato serializado alcanzó su máxima dimensión en las primeras décadas del milenio. Su capacidad para narrar historias de interés, a través de un argumento cada vez más profundo y complejo, lo convirtió en el ideal para relatos y tramas, que no pueden ser resumidos en un largometraje. Mucho más, cuando es necesario explorar en elementos más densos que solo contar una historia atractiva. 

De Los Soprano, a The Wire, pasando por Breaking Bad, hasta Juego de Tronos y Succession. Las series han cimentado su propio universo, que se hace más rico, variado y mejor construido a medida que pasa el tiempo. En particular, cuando las plataformas se han convertido en el lugar ideal para su producción. No solamente porque brindan una mayor libertad creativa, de presupuesto y de exploración en diversos escenarios. A la vez, porque los grandes y más populares catálogos, son la vitrina ideal para un tipo de producción que requiere su propio tiempo para ser disfrutada. 

Lo que dio como resultado, que el propio mundo de las series, se subdividiera en un formato más corto, condensado y que tiene la particular de explorar temas extensos de manera resumida. Las miniseries, de una temporada (de forma circunstancial) o directamente autoconclusivas, son la nueva gran opción para los servicios de suscripción. Algo que Netflix sabe y por lo que ofrece una variedad de enorme interés en la categoría. Para demostrarlo, te dejamos 7 miniseries que puedes ver ahora mismo. De una historia traumática convertida en alegato contra la violencia hasta una reflexión sobre la discriminación. La selección demuestra todo lo que las producciones cortas pueden dar de sí. 

Mi Reno de peluche

Donny (el comediante galés Richard Gadd interpretándose a sí mismo en un singular alter ego), atraviesa una época complicada. Por lo que comprende de inmediato la soledad de Martha (Jessica Gunning). Pero lo que comienza como una conversación amable entre dos desconocidos, se volverá una circunstancia aterradora. 

Eso, cuando Martha se obsesione con Donny a un extremo peligroso, constante y al final, directamente violento. Todo, mientras el joven recupera de una agresión sexual e intenta, en la medida de sus posibilidades, huir de su agresor, una poderosa figura de la industria. 

Gadd utiliza a la miniserie Mi Reno de Peluche como una herramienta catártica para narrar su dolor y desesperación. Lo que hace que el duro y angustioso argumento de la producción, sea algo más que un brillante ejercicio de liberación del sufrimiento. También, una historia real que llega en todos sus escabrosos detalle y una conmovedora visión acerca de las heridas emocionales del sobreviviente y la búsqueda de redención. Si estás en busca de una miniserie que puedas ver de un tirón y te deje desconcertado por su poderoso trasfondo, esta historia es para ti. 

Bronca

La sorpresa de la temporada de premiación 2023, es una de las opciones más perturbadoras, hilarantes y profundas que encontrarás en el catálogo de Netflix. La poco común combinación, hace que su sencilla premisa — un accidente de tráfico de consecuencias imprevisibles — se convierta en un relato sobre el odio y el rencor.

Al mismo tiempo, sobre la frustración, la furia y la cólera, en medio de la vida cotidiana y las exigencias de la mediana edad. Amy Lau (Ali Wong), es una mujer en medio de una crisis personal que comienza a replantarse cada aspecto de su vida hasta entonces. Danny Cho (Steven Yeun), intenta soportar el fracaso temprano de sus aspiraciones, en medio de dudas y preguntas sobre su valía.

Todo se volverá peor, cuando ambos personajes se conviertan en feroces enemigos, en una trama disparatada que se hace más inquietante capítulo a capítulo. Para su aterrador y sorprendente final, quedará claro que dos desconocidos, aplastados por la frustración, puede ser las criaturas más peligrosas imaginables. 

La asistenta

Alex (Sarah Margaret Qualley) es una madre soltera que, de súbito, se encuentra en la peor de las situaciones. La de estar desempleada y depender para la supervivencia del sistema social estadounidense. Lo que la llevará a una circunstancia cada vez más dura y a la pobreza crítica, en medio de las exigencias del Primer Mundo.

La serie, basada en el libro Sirvienta: Trabajo duro, poca paga, y la voluntad de una madre por sobrevivir de Stephanie Land, es una exploración descarnada sobre la precariedad. Mucho más, acerca de la angustia y el miedo en mitad de la incertidumbre de situaciones impredecibles. Con un retrato de una Norteamérica alejada de cualquier idealización, la premisa es dolorosa por su honestidad. Mucho más, al mostrar el desaliento de una generación sometida al peso de exigencias de económicas y de sistema, en ocasiones insalvables. 

El caso Asunta

El caso Asunta

En el 2013, el caso de la desaparición y asesinato de Asunta Basterra Porto, desconcertó a España. Mucho más, cuando luego de una acuciosa investigación, se revelara que había serios indicios que involucraban a sus padres en el crimen. En medio de la presión y un escándalo creciente, tanto el padre Alfonso Basterra como la madre Rosario Porto Ortega, fueron encontrados culpables

Eso, a pesar de que la mayoría de los indicios eran circunstanciales o que dejaran a su paso más preguntas que respuestas. Finalmente, el suceso tomó otro giro trágico cuando Rosario se suicidó en 2020, abriendo un debate arduo acerca de la ley, las experticias judiciales y la investigación forense.

El caso Asunta recupera lo anterior, en una cuidadosa reconstrucción de todo lo sucedido en medio de la desaparición y muerte de la víctima. La actriz Candela Peña interpreta a Charo Ortega en una perspectiva sensible que se aleja de ser moralizante. Al otro extremo, Tristán Ulloa encarna con sobriedad al todavía en la cárcel Alfonso Basterra. La combinación brinda a la historia un lado humano que sorprende y conmueve, además de analizar lo ocurrido desde una perspectiva mucho más profunda que otras producciones al estilo. 

Guardaespaldas

David Budd (Richard Madden, de Juego de Tronos y Eternals) es un veterano de guerra de Afganistán que tiene mucho con lo que lidiar. No solo con un serio cuadro de trastorno de estrés postraumático, sino también, con la ruptura de su vida familiar. En medio de una situación semejante, deberá convertirse en el protector de Julia Montague (Keeley Hawes), ministra del interior británica y una compleja personalidad pública.

Lo que comienza como una trama acerca de secretos, espionaje y paranoia, pronto se vuelve más densa cuando David y Julia deban afrontar un peligro latente. Mucho más, cuando él deba tratar de entender hasta qué punto, su lealtad está contaminada por sus creencias, preocupaciones y frustraciones. Con un ritmo frenético y un guion que narra su historia sin perder de vista al género de acción, es ideal para los que buscan argumentos complicados e impredecibles. 

Misa de Medianoche

La obra más ambiciosa de Mike Flanagan, es por, supuesto, una historia de terror. Pero no una cualquiera. Misa de Medianoche, es un homenaje tanto a la narración folclorista e íntima de Stephen King, como a una vertiente elegante del género de vampiros. El resultado es una trama que comienza por lo que parece un incidente aislado, para extenderse, como una infección peligrosa, a la vida de todos los habitantes de una pacífica isla. 

Lo más curioso de esta miniserie, es su visión cuidadosa acerca del monstruo clásico. En ninguno de sus 7 episodios, se pronuncia la palabra vampiro. Y de hecho, lleva un largo tiempo que el guion profundice en realidad en los horrores de los bebedores de sangre. Para cuando eso llega, el escenario se habrá convertido en una mezcla entre un miedo primigenio a lo desconocido, como la búsqueda del sentido a la vida. Todo, en uno de los finales más dolorosos de serie de terror alguna actual. 

Así nos ven

El racismo es un tema duro en buena parte del mundo. Pero en Norteamérica es, además, abarca un doloroso debate social acerca del privilegio y la sociedad que se hace cada vez más complejo de afrontar. Así nos ven, explora en la cuestión, pero además, confronta en sus 4 capítulos las ramificaciones de semejante problema social. 

Por lo que el argumento va desde asesinatos hasta la discriminación institucionalizada. Incómoda, frontal y directa, la miniserie es un necesario debate acerca de tópicos que, en la mayoría de las ocasiones, no tienen una forma de llegar al gran público. Algo que la producción logra gracias a su brillante guion y a su capacidad para profundizar en diversos casos actuales. 

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