Las series de Netflix necesitan un nuevo éxito. Y ese podría ser la adaptación de la serie Sandman, basada en la obra de Neil Gaiman. La versión del cómic fundacional de la extinta editorial Vértigo, llegará a la plataforma el próximo 5 de agosto. Y más allá de ser un evento, también se trata de la más importante oportunidad de la plataforma para recuperar suscriptores. También, su privilegiada posición en el mundo del streaming. Después de fallidos intentos por crear universos propios e incluso, Netflix parece haber encontrado el proyecto ideal para hacerlo.

Durante el último lustro, Netflix atravesó un largo y extraño trayecto. Uno que le llevó del éxito rotundo y un virtual monopolio de audiencia, a lugares extraños de la preferencia del público. Sandman podría ser la producción que necesita para reverdecer sus laureles, y sostener una nueva etapa de innovación y éxito. En especial, una vez que la cuarta temporada de Stranger Things se convirtió en un éxito de audiencia y crítica. Pero la producción insigne de la plataforma está a una temporada de terminar. Y Netflix se encuentra en un momento especialmente complicado.

Sandman, una obra de profundo arraigo en la cultura pop y una mitología propia que abarca cientos de personajes e historias, es más que un proyecto ambicioso. Es, también, la primera posibilidad real de Netflix de encontrar un universo expandido que pueda explotar y explorar en toda su extensión. 

Sandman, un complicado juego de espejos para Netflix 

sandman

Sandman cuenta con celebridad y fama propia. Se trata de un producto referencial adorado por millones de fans alrededor del mundo. Como si eso no fuera suficiente, tiene todos los elementos para convertirse en un fenómeno inédito. Neil Gaiman se negó durante años a permitir la adaptación de su obra más cuidada y famosa. 

¿El motivo? Las serias dudas que albergaba que una serie o película pudiera captar la mezcla deslumbrante de referencias y matices de su historia más conocida. Sandman, que se publicó entre 1989 y el 2013, es una vasta colecciones de narraciones que combina panteones mitológicos con religión. 

Y como si eso no fuera suficiente, intrincadas conexiones entre creencias, puntos de vista filosóficos, existenciales, intelectuales e incluso artísticos. Una obra de semejante envergadura, necesitaba una inversión cuantiosa. También una libertad artística total para llegar en toda su plenitud a otra forma de narración. 

Con 75 volúmenes a cuestas, la obra se consideró inadaptable. De modo que, la proeza de Netflix de lograr hacerlo y con la participación del autor como principal aval es considerable. Pero no se trata solo de un experimento afortunado. Netflix necesita un éxito que pueda demostrar la capacidad creativa como casa productora. Ya lo demostró con un catálogo de películas de autor que alcanzaron múltiples nominaciones al Oscar. Pero su emblemático apartado de series, ha quedado rezagado en comparación.

Problemas para Netflix en todos los apartados complicados

Desde el desastre de El Legado de Júpiter, primera colaboración entre la plataforma y Mark Millar, hasta la debacle del live action de Cowboy Bebop. Netflix intentó durante el último lustro encontrar una manera de apuntalar lo que fue su punto fuerte por casi una década. Pero más allá del triunfo de La Casa de Papel, El Juego del Calamar, The Witcher y su amplio repertorio documental, algo falla en Netflix. 

Su modelo de negocio — enfocado en captar suscriptores y alejado de la relación taquilla/público de Hollywood — funciona a medias. Su momento más alto llegó cuando logró abrir la puerta de Festivales de prestigio y avanzar a través de la temporada de premios. Pero a pesar de haberse convertido en una productora de peso en el mundo del espectáculo, tuvo que lidiar con problemas de calidad. La promesa de estrenar material con una frecuencia que ninguna otra plataforma puede igualar, terminó por ser una presión excesiva. Sandman intenta cumplir con este requisito, pero manteniendo el estandar de calidad.

En específico, cuando el peso de esa obligación afectó su calendario anual cinematográfico. Con la intención de estrenar películas cada semana y además, financiar proyectos de riesgo, Netflix se convirtió en el lugar ideal para experimentos. Pero, la mayoría han resultado desastres de críticas, a pesar de su éxito de audiencia. Red notice, El Agente Invisible, Spiderhead y la recién estrenada Persuasión, entre otras. Todas son películas con actores de renombre, una alta inversión y mínima calidad. Tanto como para que, finalmente, Netflix haya acusado el impacto y comience a hacerse preguntas reales sobre su rendimiento. 

Sandman y el círculo de la salvación

Netflix, estreno Sandman

En uno de sus peores años, Netflix tiene la oportunidad de recobrar lo perdido. Sandman es una producción lujosa que Neil Gaiman ha vigilado de cerca. Tanto, como para el autor haya utilizado sus cuentas oficiales para defender la elección del elenco multiétnico y algunas libertades creativas.

Pero, más allá de eso, la serie tiene el equilibrio perfecto para convertirse en justo lo que Netflix necesita para remontar la cuesta. Una historia con un inicio particularmente impactante que pueda extenderse a varias temporadas es, quizás, la concreción de una larga ambición de la plataforma. 

Netflix podría desarrollar la extensa, complicada y extraña historia de Sandman en pantalla. A la vez, podría crear todo tipo de spin-off y obras derivadas, basadas directamente en el material original. De pronto, la plataforma tiene la oportunidad dorada de convertir una historia generacional en un éxito que trascienda el espectáculo inmediato. Algo que Netflix necesita con urgencia. 

Netflix toma nuevo impulso

Por ahora, la plataforma se enfrenta a una feroz competencia. Disney+ posee la mayor cantidad de marcas relacionadas con mitologías modernas y ha logrado incorporar a su catálogo producciones inéditas con éxito. Desde las nuevas historias de Marvel, hasta la expansión del siempre creciente universo de Star Wars. El servicio de suscripción posee un público cautivo en constante crecimiento que le permite mantener una importante supremacía. 

Por otro lado, HBO Max emula la calidad de su versión en cable. La mayoría de sus producciones originales son las favoritas de la crítica y también, de un público más selecto y maduro que el de Netflix. Al otro extremo, Amazon Prime Video ha dedicado una millonaria inversión a un buen número de adaptaciones literarias de éxito rotundo. Y está a punto de estrenar la que, quizás, sea la serie más esperada y que mayor expectación levantó en la última década. El señor de los anillos: Los Anillos del poder convertirá a la plataforma en un fenómeno que puede llegar a su punto máximo a partir de septiembre.

Con menos impacto, pero con igual ambición, se encuentran Apple TV+, que logró con Ted Lasso y The Morning Show conquistar a la crítica. Y este año, Paramount+ consiguió su primer gran éxito con The Offer. De modo que Netflix tiene mucho con lo que lidiar y un arma casi infalible para vencer. Después del éxito de crítica y público de Stranger Things, Sandman podría ser el empuje definitivo hacia una nueva dorada de la plataforma. Una que demuestre su preponderancia, pero en especial, el hecho que todavía tiene mucho que decir al mundo del streaming. Sin duda, su mayor reto hasta ahora.