Según John Waters, toda generación tiene sus propias películas clásicas, independientemente de su calidad, popularidad o incluso, reconocimiento de la industria. Para el director, que ha dedicado buena parte de su obra cinematográfica a crear cintas memorables y excéntricas como Pink Flamingos (1972), el cine es patrimonio de sus fanáticos. También, cambia con las épocas y se hacen parte de la cultura. Un fenómeno que brinda al séptimo arte el peso de una especie de memoria colectiva. También, en una forma de comprender los lenguajes narrativos y visuales que sostienen la comunicación. 

Es por eso, que el año 2024 tiene un curioso privilegio. El de celebrar los 20 años de 20 cintas de especial relevancia en la cultura popular. Varias de las cuales, se han convertido en nuevos clásicos. Otras, en ejemplos perdurables que enriquecen la cultura cinematográfica. Eso, gracias a su capacidad para innovar en el humor, los puntos de vista e incluso, en la manera de narrar historias en la pantalla grande. Lo que las transforma en producciones memorables, pero también, en una celebración al valor del cine como parte de nuestra época. 

Para refrescar tu memoria, te dejamos una lista de los largometrajes que cumplen dos décadas de su estreno este año. Desde dos secuelas que desmintieron la máxima que segundas partes nunca son tan buenas como la original, hasta una controversial biografía. La lista te hará repasar varias de las mejores producciones de la industria contemporánea y cómo han influido en el futuro de las artes. Su mayor legado a recordar. 

Shrek 2

En el año 2001, la película de DreamWorks, Shrek cambió para siempre el mundo de los animados. La historia, dirigida por Andrew Adamson y Vicky Jenson, le dio un giro por completo inesperado y presentó al público uno de los personajes más memorables del cine. El ogro verde titular, con la voz de Mike Myers, tenía un cuento hadas a su medida, que tenía un final feliz con una princesa fuera de lo común interpretada por Cameron Diaz.

El éxito del largometraje fue tal, que ese mismo año, se comenzó a trabajar en su secuela. Esta llegó a los cines el 24 de junio de 2004, con un nuevo equipo detrás de cámara. Andrew Adamson, Conrad Vernon y Kelly Asbury, le dieron a la continuación de la historia de amor del antihéroe, un giro por completo distinto. 

Lo que incluyó una segunda oportunidad para el príncipe Encantador (Rupert Everett), que además trajo a su madre (Jennifer Saunders) consigo y un villano que conquistó corazones. El Gato con botas (Antonio Banderas), fue el gran invitado en un elenco que convirtió en una de las mejores del año y una memorable secuela. Y por supuesto, un icono del mundo del entretenimiento, que este año celebra 20 años. 

Harry Potter y el prisionero de Azkaban

El 31 de mayo del año 2004 llegó la tercera película basada en la saga literaria de J.K. Rowling. Las dos anteriores habían sido exitosas aunque no especialmente alabadas por la crítica. Eso cambió cuando Alfonso Cuarón tomó las riendas del proyecto — en sustitución a Chris Columbus, que dirigió las dos anteriores — y le brindó un toque por completo nuevo.

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De acuerdo con el texto de origen, los personajes interpretados por Daniel Radcliffe, Emma Watson y Rupert Grint eran adolescentes para su tercer regreso a Hogwarts. Lo que se reflejó en la forma en que el realizador ambientó e interpretó en el universo mágico. Harry (Radcliffe), se volvió un adolescente con cambios de humor, Hermione (Watson), una estilizada joven que comenzaba a tener sentimientos por Ron (Grint). 

Pero lo más llamativo de la producción fue la forma en que Cuarón integró la magia y los secretos insinuados en los libros al guion. El mundo de la película se volvió mucho más rico visualmente y sin duda, más fiel al texto. También, en la que debutó el fallecido Michael Gambon como el profesor Dumbledore, luego de la muerte del actor Richard Harris. 

El diario de Noah

El 26 de noviembre de 2004 se estrenó la adaptación del popular libro romántico El cuaderno de Noah de Nicholas Sparks. Y se convirtió en un clásico del género de amor que todavía conmueve hasta las lágrimas a sus fanáticos. La historia de trágica devoción entre Noah Calhou (interpretado por Ryan Gosling y James Garner) y Allie Hamilton (Rachel McAdams y Gena Rowlands) impactó. Pero más que eso, demostró que las historias tradicionales sobre pasión y dolor, seguían siendo populares.

Tanto, como para que veinte años después, la cinta siga considerándose entre las más historias de amor más queridas del público. En especial, por el beso bajo la lluvia de Noah y Allie (que se volvió un clásico). Pero sobre todo, su conmovedor final, que ha hecho llorar al público más de una vez.

Los increíbles

When a mysterious communication summons Mr. Incredible to a remote island for a top secret mission, he soon comes to realize that it will take the entire family (left to right: Dash, Violet, Mr. Incredible and Elastigirl) working together to save the day in the hilarious action-packed Disney presentation of a Pixar film, "The Incredibles."

Cuatro años antes que Iron Man de Jon Favreau, comenzara oficialmente la edad dorada del cine de superhéroes, Brad Bird dirigió para Pixar Los increíbles. Y la convirtió en un éxito temprano que sorprendió y maravilló por su inteligencia al relatar la vida de personajes superheroicos. Basada de manera libre y nunca demasiado directa en The Watchmen de Alan Moore, relata la historia de qué ocurre cuando las grandes figuras poderosas, no son necesarias. 

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O en cualquier caso, parecen no serlo. Robert Parr / Mr. Increíble (Craig T. Nelson) y Helen Parr / Elastigirl (Holly Hunter) son un matrimonio de héroes en el retiro que así lo creen. Ambos tratan de educar a Dash (Spencer Fox) y a Violeta (Sarah Vowell) fuera del ámbito de las grandes misiones justicieras. Pero eso cambiará, cuando un villano del pasado regrese para obligarles a abandonar su anonimato.

¡Olvídate de mí! (Eternal Sunshine of the Spotless Mind)

Otro clásico de amor se estrenó en el año 2004 y este, marcó época y además, la forma de comprender las relaciones modernas. Michel Gondry tomó el guion de Charlie Kaufman y lo convirtió en una épica lírica acerca de la ausencia, el olvido y la decepción amorosa. Pero también, en un romance contemporáneo que cimentó las bases de un nuevo de tipo de interpretación acerca del duelo de las rupturas en el cine. 

Pero fue, en especial, la pareja interpretada por Jim Carrey y Kate Winslet la que hizo llorar a mares. Clementine y Joel, eran la quintaesencia de la ilusión rota y la búsqueda de la esperanza. En medio de una premisa de ciencia ficción (la posibilidad de olvidar gracias a un método revolucionario, los recuerdos dolorosos), ambos meditaron sobre el apego y la desilusión. Un punto de vista tan delicado y bien construido que transformó a la cinta en una infaltable en la lista de los grandes romances cinematográficos. 

El día de mañana

A Roland Emmerich no le falta el entusiasmo para contar grandes desastres en una variedad de estilos. Pero es esta cinta del 2004, la más lograda de todas sus producciones. Al menos, sin duda, una de las pocas en que las implacables olas de destrucción, no es lo más memorable. Esta vez, la tragedia llega de la mano del cambio climático y sus devastadoras consecuencias. Lo que sume a toda Norteamérica — no podía ser de otra manera — de una capa de hielo y nieve que desencadena el caos a lo ancho y largo del territorio. 

En medio de algo semejante, Sam (Jake Gyllenhaal), tendrá que mantenerse con vida en Nueva York. Eso, mientras su padre Jack (Denis Quaid), va en su búsqueda atravesando todo tipo de peligros. Ahora puede no parecer muy emocionante. Pero para la época, sorprendió y convirtió a la cinta, en un clásico menor del cine de desastres. 

Kill Bill, la venganza: volumen II

La continuación — y conclusión — de la obra magna de Quentin Tarantino, que depuró su estilo y dejó clara su ambición, llegó en el año 2004. El año anterior, la cinta previa conquistó al público y llevó la fama del realizador más allá de sus fanáticos irredimibles. Pero fue su secuela la que se volvió un evento cinematográfico a gran escala que convirtió a Tarantino en una leyenda del cine contemporáneo.

La historia de la Novia (Uma Thurman) y su búsqueda de venganza, fascinó a la audiencia. Pero también, abrió nuevas posibilidades en el cine de acción, al volverlo más autoral, elegante y lleno de referencias. Convertida en cinta de culto, Tarantino probó los límites de su forma de ver el cine y demostró que su talento, tenía múltiples formas de mostrarse.

La pasión de Cristo

Mel Gibson tomó la historia más dolorosa de la religión católica y la convirtió en una cinta más cerca del body horror que de los ideales. La representación gráfica y detallada de las torturas a que fue sometido Jesucristo (interpretado en un papel temprano por Jim Caviezel) horrorizó a la audiencia. Como si eso no fuera suficiente, hubo acusaciones contra el director y el argumento, por considerársele antisemita y una forma de discurso solapado de odio. 

A pesar de eso, la cinta, hablada por completo en arameo y rodada en las condiciones más estrictas posibles, conmocionó y emocionó a los creyentes. Incluso el Vaticano, usualmente cuidadoso en su apoyo público, consideró a la película una joya del séptimo arte. Una que veinte años de distancia, todavía continúa siendo motivo de debate y admiración. 

El bosque

The Village (2004) Directed by M. Night Shyamalan Shown: Joaquin Phoenix (as Lucius Hunt)

M. Night Shyamalan tuvo el gran triunfo de su carrera en 1999 con El sexto sentido e hizo complicado, obtener uno semejante. No por falta de intentos. El bosque utiliza la misma técnica de tensión y terror en medio de un escenario equívoco. Esta vez, un poblado aislado y acechado por presencias malignas en una época no determinada. Poco a poco, los habitantes comienzan a sospechar que lo que ocurre, es algo más que una condena sobrenatural que deben soportar. 

En su momento, la trama — que tiene el tradicional giro argumental de todas las del realizador — desconcertó y decepcionó al público. Anunciada como una cinta de terror, sus tintes filosóficos confundieron a la audiencia y levantaron un sinnúmero de críticas. Aun así, sigue siendo un clásico discreto del suspenso, que fue revalorizada con el correr de las décadas. 

Saw

El debut cinematográfico del director James Wan y el nacimiento de una de las franquicias de terror más populares, fue uno de los grandes eventos de Hollywood en el 2004. La cinta — con mínimo presupuesto y un elenco modesto — desafió expectativas y se convirtió en un considerable éxito de taquilla.

Pero en especial, el argumento retorcido y sangriento, trajo de nuevo a la gran pantalla el gore más explícito y demostró que podía ser rentable. Lo que las sucesivas secuelas — en el 2023 se estrenó una décima — no solo dejó claro, sino que abrió a la puerta a otras tantas cinta semejantes. Tal vez, el mejor legado de esta rareza del universo de las películas de terror. 

Yo, Robot

Lo sabemos: no es la mejor versión — ni cercana a eso — de cualquier obra de Isaac Asimov. Lo que sí es esta cinta de Alex Proyas estrenada en el 2004 y que este año cumple 20 años de su estreno, es una pionera en muchas cosas. De V.I.K.I (con la voz de Fiona Hogan), una versión elegante y sutilmente violenta de Skynet hasta incorporar preguntas existencialistas en la ética mecánica. El argumento recorrió terrenos complicados y los llevó a un público más amplio que el amante de la ciencia ficción.

Eso, gracias, por supuesto, a la presencia del ahora caído en desgracia Will Smith, que brilló en medio de un elenco de criaturas digitales y un guion irregular. Uno de los puntos fuertes de esta producción extraña que todavía se debate con cierto entusiasmo.

La búsqueda

Antes de dedicarse exclusivamente a papeles curiosos, Nicolas Cage también tenía tiempo para blockbusters. Y este del 2004 es uno de los recordados. De la mano del director Jon Turteltaub, Benjamin (Cage), recorría Norteamérica en busca de un tesoro mítico. Eso, mucho antes que Dan Brown imaginara conspiraciones e hiciera al mundo católico preguntarse la identidad de la figura pelirroja en una pintura de Leonardo da Vinci. 

Pero más que eso, era un tributo a los grandes rumores místicos y misteriosos que rodean a las figuras de los Padres Fundadores estadounidenses. Tal vez por eso, la cinta se convirtió en un éxito de taquilla inesperado, que cosechó una secuela y una serie de una temporada en Disney+. 

Van Helsing: El cazador de monstruos

Stephen Sommers tomó la figura del doctor Van Helsing de Bram Stoker y la convirtió en un homenaje a las películas de monstruos de los años cincuenta. El resultado es una épica disparatada, exagerada y divertida. Una que, además, lleva al cazador de monstruos titular — interpretado por Hugh Jackman con una enorme peluca — a recorrer Europa del este en busca de criaturas míticas. 

Y se topará con ellas. Desde Drácula (Richard Roxburgh) hasta Frankenstein (Shuler Hensley), hay de todo para los gustos más extraños. Pero lo mejor es su final, retorcido y humorístico, que deja claro que esta aventura es puro entretenimiento desvergonzado y despreocupado. 

El mito de Bourne

Esta joya del cine de acción de Paul Greengrass y protagonizada por Matt Damon, demuestra que el cine de acción puede ser más que disparatadas escenas ruidosas. De hecho, buen aparte del éxito de la saga, se basa precisamente en alejarse de eso. 

Esto es: tomar al personaje del libro Bourne Supremacy de Robert Ludlum y convertirlo en una figura falible, llena de matices y poderosa. Una, además, capaz de enfrentarse a todo tipo de peligros sin perder su humanidad. Lo que convierte a esta segunda entrega, en el punto más elaborado del conjunto de cintas. 

Pelotas en juego

Rawson Marshall Thurber dirigió este clásico instantáneo de la comedia, que combina el humor absurdo con la parodia al mundo de los deportes. El resultado es un argumento hilarante que enfrenta al eterno perdedor Peter Le Fleur (Vince Vaughn), con el arrogante White Goodman (Ben Stiller). Eso, en el campo minado del juego del balón prisionero. 

¿Suena disparatado? Sin duda, lo es. Pero el elenco tiene tanto carisma y el argumento, tanta capacidad para hacer reír que la película terminó por ser un improbable éxito que cumple veinte años en 2024. 

Catwoman 

Hay muchas cosas que decir sobre esta película y ninguna es buena. Lo peor, es que se ha convertido en una especie de recuerdo constante, de lo que pudo ser una gran cinta. Después de todo, tenía elementos para serlo. A Halle Berry en el papel principal, a la actriz Sharon Stone como villana y a Benjamin Pratt como interés amoroso de la heroína. Además, al director Pitof (Jean Christophe Comar), que en el 2001 consiguió un éxito relativo con Vidocq: Muerte en París.

Pero la mezcla fue un desastre de principio a fin. De los efectos digitales torpes y un mediocre guion a las actuaciones ridículas del elenco. El resultado fue la peor trama de superhéroes de la época. También, un clásico demencial que todavía se recuerda con vergüenza por los involucrados y los pocos que se atrevieron a pasar por la sala de cine. 

El increíble castillo vagabundo

En el 2004, llegó al cine una de las obras más queridas del director Hayao Miyazaki. La historia de un mago peculiar, una chica en peligro y un mundo extraordinario ligado a la mitología japonesa, deslumbró al público. Pero también, conmovió por su combinación de reflexiones filosóficas al trasfondo de imágenes extraordinarias de un apartado animado que hizo historia.

Aunque le seguían obras de idéntica o mayor calidad, El increíble castillo vagabundo continúa siendo un disfrute para los incondicionales de Miyazaki. Pero en especial, una joya del mundo del cine asiático que alcanza sus veinte años durante el 2024. 

El reportero: la leyenda de Ron Burgundy

Esta película se recuerda por dos cosas. En primer lugar, por llevar el humor retorcido, exagerado e incluso incómodo de Will Ferrer a una nueva dimensión. La otra, por tener la escena de pelea callejera más memorable de los últimos veinte años. Adam McKay convirtió la historia de un periodista vanidoso y papanatas, en una burla satírica magistral, al mundo de los noticieros norteamericanos.

Pero fue el enfrentamiento entre las diferentes figuras de las cadenas más famosas, lo que hizo historia. Con más de decena cameos, que incluyeron a Liam Neeson (antes de contar asesinatos a docenas) hasta Tim Robbins, la secuencia hizo las delicias del público. Pero además, representó un tema de comedia autor referencial que recordó a Mel Brooks y otros grandes de Hollywood.

Chicas malas

El director Mark Waters y la guionista Tina Fey se unieron para crear un raro caso de cinta generacional convertido en hito de la cultura pop. La historia de Cady (Lindsay Lohan) y su lucha por sobrevivir al asedio de las chicas plásticas de la secundaria, fascinó al público. Pero también, el humor desenfadado e irónico, que dio un nuevo giro a las comedias adolescentes.

Sin embargo, fue Regina George (Rachel McAdams) la que se volvió un icono y la villana juvenil por excelencia. La cinta hizo reír a público de todas las edades y se hizo parte de las grandes infaltables de la audiencia del 2004. En la actualidad, desde el trono de los símbolos de la cultura pop, disfruta de un remake musical, que anuncia volverse otro éxito para la colección. 

Shaun of the Dead  

Combinar el género del terror con la comedia no es sencillo. Pero Edgar Wright no solo lo hizo. También convirtió a esta historia del apocalipsis y relaciones amorosas en un clásico de lo absurdo. Mucho más y ya es decir mucho, en una película de zombis memorables que todavía se considera una de las mejores de un género a menudo maltratado. 

Y aunque Simon Pegg ahora reniegue de ella, Shaun of the Dead  todavía es un ejemplo de un equilibrio perfecto entre el humor, el miedo y el buen hacer cinematográfico. 

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