Los daños causados ​​por el cambio climático, a través de condiciones climáticas extremas, han costado unos 16 millones de dólares —cerca de 15,2 millones de euros— por hora durante los últimos 20 años, calcula un nuevo estudio. Sus responsables sostienen que es la primera investigación en estimar una cifra global para el aumento de los costos, directamente atribuibles al calentamiento global causado por los humanos.

El análisis, publicado en la revista científica Nature Comunications, reporta un promedio de 140 mil millones de dólares al año entre 2000 y 2019. Pero el número varía significativamente de un año a otro. Para 2022, por ejemplo, se calculan 280 mil millones de dólares en daños.

Los investigadores crearon un nuevo modelo de proyección de costos. Tomaron en cuenta datos sobre cómo el cambio climático empeoró determinados fenómenos meteorológicos extremos. A esto le sumaron los registros económicos sobre las pérdidas que ocasionaron.

Más del 60% de los costos están asociados a personas fallecidas en los 20 años del análisis. La investigación determinó que al menos 60.951 muertes son atribuibles directamente al cambio climático, en un total de 185 desastres naturales considerados.

Ya existe una importante bibliografía que le asigna al calentamiento global, con argumentos científicos, la ocurrencia de determinados fenómenos. Y son cada vez más. Una investigación divulgada por la World Weather Atributtion (WWA), por ejemplo, determinó que la ola de calor del pasado verano en el hemisferio norte hubiese sido «prácticamente imposible» sin el cambio climático.

Calor por el cambio climático.

Las tormentas provocan la mayoría de los daños del cambio climático

Mientras que dos tercios tienen que ver con costos asociados a pérdidas de vida, el otro tercio está asociado a la destrucción de propiedades y otros activos. Más del 64% de los daños causados por el cambio climático están relacionados con tormentas. Como el huracán Harvey, ocurrido en 2017 en EE. UU. y considerado uno de los más graves en este país. O el ciclón Nargis, que afectó a más de 2 millones de personas en 2008 y es el mayor desastre natural en Myanmar.

El cambio climático suele estar asociado con sequías o incendios. Sin embargo, este año se han registrado precipitaciones récord unas 139 veces en ciudades de todo el mundo, según un reporte de Bloomberg.

Una extraordinaria tormenta en Libia, por ejemplo, mató a miles de personas en septiembre. En tan solo 24 horas, cayeron 414 milímetros de agua en la ciudad libia de Al Baida. Esto equivale a 18 meses de lluvias habituales.

El 16% de los daños atribuidos por el análisis tienen que ver directamente con olas de calor. Las inundaciones y las sequías son responsables cada una del 10%, mientras que los incendios forestales representan el 2%. Los fenómenos fríos, por el contario, se consideraron más bien como una caída en el cálculo de costos relacionados con el cambio climático de un -2%.

Cambio climático.

¿Cómo se calculan los costos?

El informe más reciente del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático de la ONU señala que es prácticamente seguro que hay un componente de cambio climático en el aumento de los daños reportados por desastres. Y la Organización Meteorológica Mundial asegura que las pérdidas reportadas por desastres climáticos extremos se han multiplicado por siete desde la década de 1970.

El cálculo de esta última investigación, sin embargo, no distingue el impacto en los registros de factores como el aumento en el reporte de daños, el crecimiento demográfico o la migración urbana. Es una revisión difícil de lograr.

Los investigadores del nuevo modelo de proyección procuraron lograr una mayor precisión con una metodología diferente. Recopilaron todos los estudios disponibles sobre la Atribución de Eventos Extremos (AEMA), un enfoque que intenta identificar cuándo del crédito o riesgo de un fenómeno extremo debe ir al calentamiento global y cuánto tiene que ver con patrones climáticos naturales. Esto lo combinaron con información sobre los costos socioeconómicos y extrapolaron los datos faltantes para llegar a una estimación de los daos globales.

También tomaron como referencia la Base Internacional de Desastres Naturales (EM-DAT). Este registro considera que un evento es extremo cuando: causa 10 o más muertes; al menos 100 personas resultaron heridas o sin hogar; o cuando ocurre una declaración por parte de las autoridades de un estado de emergencia y/o un llamado de asistencia internacional.

Para estimar el cálculo económico de la pérdida de una vida, utilizaron como referencia el Valor de Vida Estadístico (VSL, en sus siglas en inglés), un indicador estándar que se utiliza en muchas decisiones políticas. El VSL varía dependiendo del país, por eso los investigadores escogieron un promedio de los valores de referencia usados por los gobiernos de EE. UU. y Reino Unido. Al final, el estudio estima un costo de 7 millones de dólares por vida perdida.

El daño por el cambio climático es mayor

«Mucha gente se siente muy incómoda con la idea de que le pongamos precio a la vida», dijo Ilan Noy, de la Universidad Victoria de Wellington en Nueva Zelanda, que llevó a cabo el estudio con Rebecca Newman. «Pero esta es una práctica económica muy estándar y se produce porque, en última instancia, necesitamos tomar decisiones sobre el valor de las inversiones en varias cosas», explicó Noy a The Guardian.

El estimado de 140 mil millones de dólares por años parece una cifra alta. Pero la cifra es una «subestimación significativa», señalan los analistas. El estudio no toma en cuenta muchos fenómenos climáticos extremos para los cuales no había datos, sobre todo en países más pobres. La cantidad de muertes por olas de calor solo estaban disponibles en Europa. No se sabe, por ejemplo, cuántas personas murieron a causa de las olas de calor en toda el África subsahariana.

Este enfoque tampoco mide las pérdidas indirectas, que pueden llegar a ser mucho más significativas. Los incendios forestales de este año en Canadá no solo han causado pérdidas económicas a las ciudades canadienses en las que se generaron los incendios. También afectaron negativamente a zonas del noreste de los Estados Unidos, como Nueva York.

Emisiones de CO2 tierra

La utilidad del nuevo método

Los científicos reconocen que su método tiene varias falencias. Sin embargo, destacan que muchas de las evaluaciones convencionales son menos sólidas y subestiman muchos de los impactos más importantes relaciones con el cambio climático. «Esto hace que la exploración de un método de estimación de costos alternativo y complementario sea de fundamental importancia, incluso si este método tiene sus propios defectos», apuntan en el informe.

Stéphane Hallegatte, del Banco Mundial y que no forma parte del equipo de estudio, opinó que este enfoque es mucho más simple, sólido y convincente. «Una lección del estudio es que los centros de investigación globales —en su mayoría ubicados en países ricos— necesitan trabajar más en lo que está sucediendo en los países más pobres», declaró a The Guardian.

Los países ricos —y los más contaminantes— hicieron un compromiso en 2016 de movilizar 100 mil millones de dólares al año. El objetivo era ayudar a países de menos recursos a adaptarse al cambio climático o reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. La ayuda nunca llegó.

Los responsables del estudio dicen que su nuevo método puede servir como punto de partida para estimar cuándo financiamiento real se necesitaría. El punto será uno de los debates centrales en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP28), que se realizará del 30 de noviembre al 12 de diciembre en Dubai.

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