Los países ricos prometieron destinar 100 mil millones de dólares al año para desarrollar proyectos contra el cambio climático. No solo no han cumplido con lo anunciado. Una investigación de Reuters comprobó, además, que parte del dinero que sí han invertido ha ido a parar a negocios extraños. Por ejemplo: una planta de carbón, un hotel y hasta una cadena de chocolaterías.

Los países ricos —y los más contaminantes— hicieron el compromiso en el marco del Acuerdo de París, en 2016. El objetivo declarado era trabajar para que antes de 2020 tuvieran la capacidad de movilizar 100 mil millones de dólares al año, para ayudar a países de menos recursos a adaptarse al cambio climático o reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.

Italia ayudó a un minorista a abrir chocolaterías y heladerías en Asia. Estados Unidos ofreció un préstamo para la expansión de un hotel en Haití. Bélgica financió una película de amor ambientada en la selva argentina. Y Japón: pagó la expansión de un aeropuerto en Egipto y está financiando una nueva planta de carbón en Bangladés.

Solo estos cinco proyectos sumaron 2 mil 600 millones de dólares. Y los cuatro países los reportaron como parte del llamado «financiamiento climático» a la Organización de Naciones Unidas (ONU), aunque poco o nada tuvieran que ver con la lucha contra el cambio climático. Pero estos casos son solo un pequeño ejemplo de todas las irregularidades en torno a estas subvenciones.

El dinero contra el cambio climático se reporta de manera irregular

El sistema está diseñado para hacer trampa. El compromiso vino sin pautas oficiales sobre qué actividades cuentan como «financiamiento climático». Tampoco obliga a los gobiernos a informar los detalles. La secretaría de Cambio Climático de la ONU dijo a Reuters que depende de los propios países decidir si imponen estándares uniformes. Los países ricos, por supuesto, se han negado.

Casos como el de planta de Carbón o las chocolaterías se conocieron porque reporteros de Reuters y Big Local News, un programa de periodismo de la Universidad de Stanford, pidieron a 27 países detalles sobre lo que informaron a la ONU. Además, examinaron documentos públicos y hablaron con ONG y otras personas involucradas en los proyectos. También compararon los reportes a la ONU con información registrada por otras agencias.

Las descripciones de los proyectos financiados suelen ser tan vagas que en miles de casos ni siquiera se dice el país al que fue destinado el dinero. Incluso, según la investigación, los países supuestamente beneficiados a veces no pudieron aclarar cómo se gastó el dinero.

Más de $65 mil millones de dólares, por ejemplo, se reportaron de manera tan inexacta que es imposible explicar en qué se gastó el dinero. Otros $500 millones se reportaron como parte del «financiamiento climático», pero corresponden con proyectos que luego se cancelaron sin pagar los fondos.

Francia informó un préstamo de $1 mil 18,1 millones a un banco chino para iniciativas ambientales, así como préstamos por un total de $267,5 millones para mejoras en un sistema de metro en México y $107,6 millones para mejoras portuarias en Kenia. Ninguno de estos planes se ejecutaron.

Los gobiernos justificaron sus gastos

Desplazamiento en Somalia por el cambio climático.
Desplazamiento forzado en Somalia. Pablo Tosco/Oxfam. Credit: Pablo Tosco/Oxfam

Reuters logró que algunos gobiernos respondieran. Lo hicieron, sin embargo, para justificar la situación. Un portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos dijo que el dinero del hotel —parte de una franquicia de hoteles Marriott— cuenta para la lucha contra el cambio climático porque incluye controles de aguas pluviales.

El gobierno belga defendió la película de amor en la selva porque, dijo, trata en algún momento la deforestación. Un funcionario del gobierno italiano dijo que su gobierno tiene como objetivo considerar el tema climático en todo su financiamiento, pero no dio explicaciones sobre cómo las tiendas de chocolate cumplen con esta meta.

Japón es el financista más grande del acuerdo, según los reportes. Ha prestado al menos 9 mil millones de dólares para proyectos que seguirán dependiendo de combustibles fósiles, según la investigación de Reuters. Algunos de estos, incluso, aumentan las emisiones en lugar de reducirlas. Entre ellas, la central eléctrica de carbón que está construyendo en Matarbari, una isla en la costa sureste de Bangladesh, que estaría funcionando en 2024.

Sobre los proyectos que se reportan como inversión y que nunca se hicieron, funcionarios franceses y estadounidenses involucrados en los informes de la ONU dijeron que se documentan los fondos en el año en que se comprometen. Explicaron que luego no se revisan los informes para corregirlos.

El dinero invertido es mucho menor, dice OXFAM

Emisiones de CO2 tierra

De los $100 mil millones de dólares al año prometidos, los gobiernos aseguran que alcanzaron $83 mil 300 millones en 2020, el año que vencía el plazo que se habían puesto y el último que reportaron. La organización internacional OXFAM publicó ayer un «informe paralelo de finanzas climáticas» que asegura que el aporte en ese año fue mucho menor: máximo, unos 24 mil 500 millones.

OXFAM resta de la cifra total aquel dinero que se otorga en calidad de préstamos y no como donación. «Estos fondos incluso pueden dañar en lugar de ayudar a las comunidades locales, ya que se suman a la carga de la deuda de países que ya están muy endeudados», dijo la ONG en un comunicado.

Casi todo el dinero que Francia aporta para soluciones contra el cambio climático lo hace a través de préstamos: un 92% del total. La situación se replica en otros países como Austria (71%), Japón (90%) y España (88%). OXFAM también llama la atención sobre el supuesto apoyo informado por el Banco Mundial y otros bancos multilaterales de desarrollo: el 90% de este financiamiento en 2019 y 2020 se envió a países de menos recursos en calidad de préstamos.

«Esto es profundamente injusto», dijo Nafkote Dabi, líder de políticas de cambio climático de Oxfam Internacional. «Están socavando fatalmente negociaciones climáticas cruciales. Están jugando un juego peligroso en el que todos saldremos perdiendo».

La partida de dinero que los países ricos destinaron específicamente a la adaptación al cambio climático de naciones vulnerables es de entre 9 mil 500 y 11 mil 500 millones de dólares, dice OXFAM. «La gente en los Estados Unidos gasta cuatro veces más que eso cada año alimentando a sus gatos y perros», comentó Dabi.

Las reglas para un nuevo fondo contra el cambio climático

Tsunami 2004, Indonesia. AusAID Credit: AusAID

La emergencia es más grave que nunca. En el Acuerdo de París se menciona la necesidad de evitar que el planeta supere el umbral de 1.5 °C /2 °C de calentamiento. Los últimos ocho años han sido los más calurosos registrados, según una alerta de la Organización Meteorológica Mundial publicada en enero. 

Ya la temperatura media mundial se sitúa alrededor de los 1,2 °C por encima de los niveles preindustriales de referencia. La comunidad científica ha alertado que el umbral de 1,5 °C podría superarse en 2027.

Desde 2012, las naciones llamadas en desarrollo o los grupos que actúan en su nombre han pedido más de 100 veces que se revisen las reglas sobre los fondos otorgados por los países ricos. Esto, según una revisión de Reuters de presentaciones de la ONU, videos de reuniones climáticas y boletines de negociación climática.

Este año hay una nueva cumbre sobre el clima. La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2023 se realizará del 30 de noviembre al 12 de diciembre en Dubai. El problema del financiamiento pretende ser una prioridad en la agenda: cuál será la nueva meta de recaudación, quién debe aportar, durante cuánto tiempo y en qué condiciones. Reglas clara para una ayuda real.