En The Flash, de Andrés Muschietti, el tiempo es un enemigo a vencer. Tan peligroso como para que el menor cambio en los eventos del pasado pueda afectar al futuro. Algo que Barry Allen (Ezra Miller) descubrirá al tratar de salvar la vida de su madre (Maribel Verdú) y evitar que su padre (Ron Livingston) sea encarcelado. Más allá de sus buenas intenciones, pronto comprenderá que el universo y la realidad se encuentran sobre un delicado equilibrio. Una idea en la que insisten muchas de las películas de viajes en el tiempo que se han hecho hasta la fecha.

Por supuesto, el argumento de la última película de DC no es del todo novedoso. Durante casi más de un siglo, el mundo del cine ha explorado la posibilidad de que los eventos más importantes de la historia puedan modificarse gracias a los viajes en el tiempo. Desde la película experimental La Jetée, de Chris Marker, hasta la popular saga Regreso al futuro, de Robert Zemeckis. Influir en el devenir de los sucesos pasados es una ambición que el ámbito cinematográfico ha convertido en un tópico esencial de la ciencia ficción.

Te dejamos cinco recomendaciones cinematográficas de películas de viajes en el tiempo que muestran las formas más originales de romper la continuidad cronológica. Por medio de los sueños, gracias a artefactos asombrosos, debido a un hecho científico e, incluso, aceptando la probabilidad del destino. Todas las historias llevan a la misma conclusión: viajar en el tiempo todavía reta la imaginación del hombre.

Última noche en el Soho

Eloise (Thomasin McKenzie) tiene talento en el diseño de moda y desea labrarse un futuro en ese difícil mundo, por lo que decide mudarse al céntrico Soho de Londres. Pero, además de sus dotes artísticas, el personaje tiene un secreto. Singulares capacidades psíquicas que, en ocasiones, le permiten percibir otro estrato de la realidad. Lo que incluye soñar cada noche con la vida de Sadie (Anya Taylor-Joy), una cantante que vivió en el mismo sitio que ella a mediados de 1960 y con la que tiene un extraño vínculo.

Pero lo que comienza como una experiencia excitante, termina por convertirse en un recorrido por sucesos sangrientos del pasado. Eloise descubrirá que Sadie fue parte de una serie de crímenes violentos y que cada una de las escenas que ve trascurren en otro momento del tiempo. Por lo que, su conexión mental es a la vez un viaje a través de sucesos que ocurren en paralelo, pero una época distinta a la suya.

El director Edgar Wright lleva esta película de viajes en el tiempo a un género de suspense muy cercano al terror. En especial, cuando las visiones de Eloise reconstruyen un secreto siniestro que convierte al Soho en un escenario perverso. Gradualmente, la protagonista descubrirá que los asesinatos que puede ver son, a la vez, una forma de comprender su vida. Un nexo enigmático entre el pasado y el futuro que descubrirá en un impactante y violento final.

El proyecto Adam

Adam (Ryan Reynolds) necesita salvar el futuro. Por lo que tendrá que volver al pasado y enmendar varias circunstancias cruciales. Lo curioso es que no se trata de eventos trascendentales o de importancia universal, sino de varios de los eventos más dolorosos de su vida. Algo que le permitirá reencontrarse con su infancia, no solo de forma alegórica. Su versión más joven (Walker Scobell) deberá ayudarle a reconstruir un artefacto futurista y a revivir los últimos días de una circunstancia familiar que, casi por accidente, convirtió el porvenir en un caos.

Esta película de viajes en el tiempo de Shawn Levy plantea la posibilidad de evitar sucesos desde su origen. Lo que, por supuesto, conlleva un riesgo. La vida de cada uno de los personajes cambiará por completo y su propia existencia se verá amenazada una vez que el hecho más insignificante se modifique. Lo que llevará a Adam —en cualquiera de sus variaciones temporales— a tomar decisiones cada vez más duras. No solo para proteger a los que ama, sino también las circunstancias en las que podrían vivir en el futuro. 

Lo que sucederá en medio de una reconciliación emocional que sanará antiguas heridas espirituales y proporcionará un futuro a los que ama. Proyecto Adam tiene todo el encanto de las grandes aventuras de ciencia ficción de los años cincuenta y un duro mensaje: somos el resultado de nuestras buenas o malas decisiones.

Lightyear, la película de animación sobre viajes en el tiempo

El astronauta Buzz Lightyear (Chris Evans) tiene una misión: llevar a toda su tripulación de nuevo a la Tierra. Eso sí, después de que su arrogancia provocara un grave accidente que dañó la nave en la que viajaban. En medio de la emergencia, el héroe hará todo lo que esté a su alcance para cumplir su misión como parte del Comando Estelar, proteger a los más débiles y mantener la paz. Incluso si eso significa que debe dedicar su vida a ese objetivo. 

Y eso es exactamente lo que hará. Una y otra vez, Buzz volará en torno al planeta y romperá la velocidad de la luz para producir combustible hiperespacial. Pero este componente —esencial en la reparación del vehículo espacial— no es tan fácil de duplicar. Algo que irá descubriendo a medida que vea que ha perdido buena parte de su vida en ello. Por cada rotación que falla, el continuo espacio-tiempo se distorsiona y le hace perder décadas enteras. Poco a poco, el propósito de Buzz se hace una obsesión que termina por convertirle en un extraño para todos.

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La película más controvertida de Pixar, y quizás el experimento más singular del estudio, hace de los viajes en el tiempo una exploración espiritual. También, una búsqueda consciente de la redención y la comprensión del valor de los pequeños momentos. El entrañable juguete de la saga Toy Story encarna los ideales del bien y la perseverancia, pero también los puntos oscuros del fracaso y el miedo. Una travesía interior que el personaje atravesará a medida que su singular forma de inmortalidad le muestre que la vida es mucho más que el deber que se ha de cumplir. 

Predestinación

¿Qué ocurriría si el trascurrir cronológico fuera una paradoja destinada a repetirse de manera recurrente a pesar de cualquier cambio en el pasado? Es la premisa de Predestinación, la intrigante película de viajes en el tiempo de los hermanos Michael y Peter Spierig. El argumento explora la idea de que la realidad se repetirá en dimensiones idénticas con un destino único. Lo que contradice cualquier pensamiento relacionado con el libre albedrío y la decisión personal.

La trama sigue a un agente temporal (Ethan Hawke) que viaja en el tiempo con el objetivo de prevenir crímenes. Durante una de sus misiones, descubre una conspiración que lo lleva a enfrentarse a su propia identidad y a la complejidad de la sustancia de la realidad. Lo más intrigante es la posibilidad de que los sucesos de su vida, incluso sus grandes fallos —como dejar escapar a un terrorista—, sean el motivo por el cual continúa en un presente confuso. 

La película de viajes en el tiempo, basada en el relato corto Todos vosotros zombis, del escritor Robert A. Heinlein, analiza el miedo al porvenir. También, el futuro como una condena, construida desde el día del nacimiento de cualquier individuo. Una posibilidad inquietante que convierte al argumento en una pesimista exploración filosófica sobre la vida humana.

Regreso al futuro, la película de viajes en el tiempo por excelencia

Esta trilogía se ha convertido en la forma en que la cultura popular comprende los viajes en el tiempo. Desde tener menciones en todo tipo de producciones cinematográficas y libros, hasta ser una referencia en el tópico tradicional de la ciencia ficción. La serie de películas de viajes en el tiempo dirigidas por Robert Zemeckis y producidas por Steven Spielberg son un recorrido por la ciencia como expresión humana. La trama sigue las aventuras de Marty McFly (Michael J. Fox) y el científico Emmett Brown (Christopher Lloyd) y sus desplazamientos en el tiempo en un DeLorean modificado.

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Un entrañable recorrido por el tiempo

La primera entrega, de 1985, relata cómo Marty llega accidentalmente al año 1955 y se encuentra con sus padres adolescentes, que aún no se conocen. En una serie de situaciones disparatadas, evita que se enamoren y provoca una paradoja temporal que podría borrarle de la existencia. Finalmente, consigue solucionarlo, pero el futuro cambia. Lo que demuestra que cada acción de la máquina del tiempo puede afectar el porvenir. 

En su secuela de 1989, Marty y Brown viajan al futuro, específicamente a 2015, para salvar a los hijos del primero. Sin embargo, sus acciones tienen consecuencias imprevistas. Un error permitirá a Biff Tannen (Thomas F. Wilson) modificar el pasado y creará una realidad alternativa en la que Lorraine (Leah Thompson), la madre de Marty, es su esposa. Finalmente, el efecto logra revertirse, pero demuestra que la sustancia del tiempo es volátil.

En 1990, llegó el cierre de la trilogía, en la que Marty retrocede al Viejo Oeste en 1885 con la intención de rescatar a Brown, en peligro después de haber quedado atrapado en esa época. En un tono distinto a los anteriores, esta película de viajes en el tiempo es una aventura separada que cierra el recorrido del dúo de personajes. También, la del mítico DeLorean en la cultura popular.

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