Inmersa en una retirada parcial, la división móvil de Sony insiste con un catálogo conciso de terminales que intentan diferenciarse del resto con algo más que características y precio. El formato ultrapanorámico es el aliado escogido para ello que llega ahora en formato compacto –que no Compact– con el Xperia 5. Lo probamos.Puede gustarte más o menos, pero hay dos grandes y conectadas tendencias en el diseño de nuevos smartphones, que parecen acentuarse más y más a cada año que pasa. Una es el tamaño de su pantalla, que no encuentra techo aparente. La otra, el estrechamiento paulatino de estas para que podamos sujetarlos con una sola mano. Sony se adelanta –o apresura– en 2019 a esta tendencia, proponiendo modelos que, aunque mantienen su diagonal intacta, se estrechan de nuevo hasta los 21:9.
Con el Xperia 1, Sony dio al botón reset en la nomenclatura una vez más. El Xperia 5 pone una incógnita sobre nombres futuros, pero mantiene la esencia de las versiones Compact: capacidades y características intactas frente al modelo de referencia, con la única distinción de su tamaño y las consecuencias asociadas a él: su resolución y el tamaño de la batería. Un claim tan poderoso como cualquier otro para arañar recuperar usuarios en la tan competida gama alta, pues todavía son muchos los que ponen a la altura de un gran terminal o una mejor cámara el requisito de un teléfono que no sea impracticable a una mano.
La otra gran diferencia: su precio. Desde los 949 euros del referencia, el Xperia 5 se planta en los 799. Una cifra ya peligrosa –al menos desde que se agotó la promoción inicial en la que incluían los auriculares in-ear con cancelación de ruido WF-1000XM3 a coste cero–, teniendo en cuenta que se basa en una propuesta de primeros de año encogida para el cierre, y que los gama alta básicos de las principales marcas aterrizan a precios tanto e incluso más agresivos. Como muestra, los recientes Pixel 4 y iPhone 11.
En cualquier caso, a Sony no le vendría nada mal establecer un dique que acabe con la sangría en su división móvil. Una que ya le posiciona cada vez más atrás respecto a las cifras que conseguía hace solo unos años. Tanto que se han visto obligados a maniobrar en diversas formas: moviendo fábricas, reduciendo plantilla e incluso abandonando mercados por completo. A pesar de ello, la división de Sony Mobile –ahora parte de una división mayor que engloba las soluciones de imagen, entretenimiento y sonido en el hogar–, tiene el foco puesto en la rentabilidad, más que en su expansión como tal.
Esto puede ser también positivo a medio plazo, mimetizando algunas de las líneas de producto más exitosas del fabricante nipón. Sony acumula éxitos no únicamente en PlayStation –con la que suma más de 100 millones de unidades vendidas–, sino también en sus cámaras –como las compactas avanzadas RX100, que renueva cada año; o las ya míticas A7– y también en sus auriculares con cancelación de ruido. Volviendo al smartphone, desde que presentara el Xperia 1 durante el pasado MWC de Barcelona, Sony está haciendo especial hincapié en su expertise en materia audiovisual. El movimiento es similar al de GoPro con sus últimas generaciones de producto, que reconoce enfocarse en un nicho muy particular y más reducido, que fijan el blanco en la especialización. Sony hace lo propio con CineAlta –su línea de cámaras profesionales en para la industria audiovisual– con un modo específico para grabar vídeo manteniendo todo el control, aunque probablemente restringiendo su público objetivo demasiado.
| | Sony Xperia 1 | Sony Xperia 5 |
| :- | :-: | :-: |
| Pantalla | 6,5", OLED, 4K panorámico (1664p), formato 21:9 | 6,1", OLED, FullHD+ (1080p), formato 21:9 |
| Tamaño | 72 x 167 mm | 158 x 68 mm |
| Grosor | 8,2 mm | 8,2 mm |
| Peso | 178 gramos | 164 gramos |
| Procesador | Snapdragon 855, 7nm | Snapdragon 855, 7nm |
| RAM | 6 GB | 6 GB |
| Memoria | 64, 128 GB y microSD | 128 GB y microSD |
| Cámara principal | 12 MP f/1,6, zoom 2x 12 MP f/2,4 y angular 12 MP f/2,4 | 12 MP f/1,6, zoom 2x 12 MP f/2,4 y angular 12 MP f/2,4 |
| Cámara frontal | 8 MP f/2,0, en borde | 8 MP* f/2,0, en borde |
| Batería | 3.300 mAh, carga rápida 18W | 3.140 mAh, carga rápida 18W |
| Resistencia | IP68 | IP68 |
| Biometría | Sensor de huellas lateral | Sensor de huellas lateral |
| Conectividad | 4G, Wi-Fi 5, Bluetooth 5.0, NFC, USB C, sin jack, GPS, Glonass, Galileo, Beidou | 4G, Wi-Fi 5, Bluetooth 5.0, NFC, USB C, sin jack, GPS, Glonass, Galileo, Beidou |
| Sistema | Android 9 Pie | Android 9 Pie |
| Lanzamiento | Junio 2019 | Octubre 2019 |
| Precio oficial | 949 euros | 799 euros |
Sony Xperia 5, compacto y alargado
El Xperia 5 recoge un diseño prácticamente idéntico al Xperia 1. Las diferencias son realmente mínimas: su módulo de cámara vuelve a la esquina, la bandeja SIM/microSD pasa a un lateral y la escala obviamente encoje. Por lo demás, tenemos un terminal mucho más fácil de manejar y de nuevo cómodo a una mano, especialmente para escribir.
Si estás algo acostumbrado a móviles de gran formato como yo, alcanzarás la parte superior sin demasiados problemas. Si no, quedará sencillamente demasiado lejos del pulgar. Sony incluye en este terminal también un 'modo a una mano', que encoge la pantalla a la escala que necesitemos con tan solo pulsar el botón de inicio un par de veces, aunque llega desactivado por defecto.
Para justificar el formato ultrapanorámico, hacen especial hincapié en el visionado de vídeo. Concretamente películas, pues en el contenido de YouTube o redes sociales sigue dominando el 16:9 que tocará recortar o ver con bandas negras a los lados, en lugar de arriba y abajo. Dudo que este sea un uso lo suficientemente dominante como para decidir el formato del móvil, como tampoco parece que lo sea el hincapié en el software que reciben el uso de aplicaciones a pantalla partida.
Pero sí que hay una ventaja que, en mi caso, me ha resultado tremendamente atractiva y útil. El formato más alargado pero estrecho permite mostrar los feeds de las aplicaciones –redes sociales, navegación– más ampliamente. Podemos ver algún elemento más de forma simultánea, lo que en mi caso prefiero, me permite 'ubicarme' mejor donde estoy.
Al fin Sony abandona los amplios marcos superior e inferior que veíamos en tantas generaciones, incluyendo el inmediatamente anterior Xperia XZ3. Aun así, llegan especialmente tarde –y a medias– al teléfono sin marcos que reina en 2019. De hecho, siguen incluyendo unas pequeñas bandas poco justificadas –Google al menos carga el Pixel 4 con múltiples sensores–, a diferencia del típico notch que domina ya en todas las gamas y que hubiera consentido a este formato tan alargado unos cuantos milímetros con los que ser algo más compact.
El Xperia 5 es bastante más estrecho que un terminal hoy estándar en su diagonal. No obstante, continúa siendo algo más largo, lo que puede suponer un conflicto con algunos bolsillos. En cualquier caso, se siente como un terminal elegante, robusto y sólido en mano, aunque también muy resbaladizo en su cristal trasero: conviene fichar una funda o estar bien pendiente de que está bien apoyado. A cambio, parece tener algún tratamiento oleofóbico también en su parte trasera, que acumula menos huellas de lo esperable.
El Xperia 1 hacía un gran énfasis en la calidad de su pantalla y permitía a Sony pasar de ser uno de los recién llegados al OLED a convertirse en uno de los abanderados por la calidad y resolución del mismo. Si bien aquí no tenemos 4K –tampoco llegaba 4K como tal en el Xperia 1 más allá de su vertical–, los 1080p de su horizontal no deben tampoco confundirnos a la hora de comparar ambos modelos, pues su resolución vertical –2520 –está cerca de la del más denso QHD.
La calidad del panel sigue siendo muy buena: aunque su resolución por pulgada no sea tan alta, por lo demás es similar. Como es relativamente habitual en OLED, se echa en falta algo de brillo máximo extra bajo luz solar directa. Sony incluye ajustes de calidad de imagen, entre los que se encuentra el 'Modo creador', con reproducción de color bajo el estándar BT.2020 y color de 10 bits bajo la tecnología de imagen de CineAlta. Sobre este, además, podemos ajustar el balance de blancos.
Nuevos modelos, viejos conflictos
Bajo este cuerpo se esconden características idénticas al modelo de referencia, un Snapdragon 855 –que no la versión Plus–, en una única versión de 6 GB de RAM y 128 GB de memoria interna en su estándar UFS 2.1. Este no es el más reciente, ya mucho más rápido, pero aun así no he notado que el Xperia 5 necesite un extra de velocidad: funciona bien, sin fallos, y responde rápido a lo que se le pide.
En cualquier caso, se echa en falta algo en el apartado de hardware con lo que destaque sobre el resto, que ya se agolpa en torno al Snapdragon 855+, cantidades mucho más generosas de memoria o pantallas a 90 Hz. Los Xperia XZ2 y XZ3 ya contaban además con carga inalámbrica, que en los nuevos modelos se pierde, a pesar de mantener un diseño en cristal sobre el que apenas sumaría un mínimo de grosor y peso.
En cuanto a su batería, de 3.140 mAh, puede parecer algo escasa. Si bien está cerca de serlo, lo cierto es que esta decrece menos –la mitad, siendo exactos– que el tamaño de su pantalla, por lo que es de esperar una mejora en la autonomía. Esta de hecho llegará al final de un día relativamente intenso sin problemas, aunque no apostaría por ir mucho más allá.
Su cargador, de 18 vatios y bajo el estándar Power Delivery, cargará el 50% del terminal en apenas media hora, subiendo hasta algo más de hora y media para completar la carga. Una característica útil a largo plazo, que se incluye desde hace varias generaciones –y ahora también en iOS 13–, es aprender de nuestro patrón de carga para por la noche evitar la carga rápida –y su degradación asociada– y alcanzar no más del 90% de capacidad hasta que estime que solemos levantarnos. En mi uso, de una semana con él, ha amanecido completamente cargado.
Sony fue el primer fabricante en insistir con el sensor de huellas dactilares en el lateral. Los Xperia 5 y 1 separan además este sensor del botón de bloqueo por alguna restricción en el mercado estadounidense. Esto hace que su botonera lateral sea algo confusa, y en ocasiones se hace complicado distinguir qué botón estamos pulsando, si el de volumen, bloqueo o desbloqueo. Por la razón que sea, además, el sensor de huellas no funciona todas las veces, teniendo que insistir sobre su placa pulida si esta acumula algo de suciedad. Esto pone muy por delante a los sistemas de desbloqueo en pantalla que son ya norma.
El formato alargado llega con ventajas en el apartado gamer. Y es que al usarse en horizontal –aunque dependiendo de cómo esté implementado el juego–, aumenta el área útil. Esto tiene dos ventajas directas, la primera es que vemos un campo de juego mayor, aportando visión más amplia –y que en algunos juegos competitivos clásicos estaría compensado con un recorte–, la segunda es que alejamos los dedos de la parte central, despejando un área mayor.
En su sonido cuenta con Dolby Atmos, aunque prescinda del puerto de auriculares, que es ajustable y en estéreo. Su desempeño es decente, tanto en volumen como en intensidad, y siempre es un plus contar con un segundo altavoz en el auricular del terminal, especialmente para ver vídeos en apaisado. Este además está bien compensado. Sony incluye un ajuste que hará vibrar al terminal al ritmo de los graves, lo cual no parece demasiado útil.
La bandeja SIM no requiere herramientas, evitando el uso del 'pincho' para introducir una microSD, por ejemplo. Aun así, el terminal se reiniciará cada vez que extraigamos esta bandeja, por lo que no será totalmente útil.
Los Xperia 5 y Xperia 1 cuentan con un sensor táctil lateral, que se puede utilizar pulsando o deslizando justo en el borde de su pantalla. Por ejemplo: un doble toque mostrará un menú rápido, con accesos directos a selección de aplicaciones y funciones; un delizamiento hacia abajo 'pulsará' la tecla volver y un deslizamiento hacia arriba activará la pantalla partida. El problema de estos modos, que vemos en varias marcas, es que los gestos no siempre funcionan –de hecho, fallan la mayoría de veces–, y la incertidumbre que generan se impone sobre las ventajas.
Además, aprender a usar estas funciones es complicado. En el caso de Sony, lanza al usuario una serie de tutoriales para ir aprendiendo a usar estas funciones. Al menos lo hace de forma espaciada, no teniendo que aprender a realizar todo el mismo día y evitando la saturación.
Android 9 Pie es la versión de software sobre la que funciona este terminal en su lanzamiento, aunque Sony ya ha confirmado que este y otros **serán actualizados a Android 10**. La personalización es tirando a mínima –a diferencia de otros, como Huawei, Samsung o Xiaomi– y el funcionamiento muy bueno.
Sony, al fin en el club de la triple cámara
El apartado de cámara es otro de los históricamente grandes controvertidos en Sony. A pesar de que toda la industria apueste por los sensores del histórico fabricante nipón, ellos habían quedado generalmente un paso por detrás a la hora de sacarles el máximo partido.
Este año finalmente Sony da el salto a los múltiples sensores, lo que probablemente sea la causa de la subida tan pronunciada en el precio. Cubren todo el rango focal, sin alardes en materia de resolución, como si vemos en la buena parte del catálogo de gamas altas económicos e incluso más allá. Las características fotográficas podrían resumirse en:
- Un sensor con angular y OIS, en 12 MP con apertura f/1,6, 26 milímetros de focal y 1/2,6 pulgadas de tamaño.
- Un sensor con telefoto 2x, en 12 MP con apertura f/2,4, 52 milímetros de focal y 1/3,4 pulgadas de tamaño.
- Un sensor con gran angular y OIS, en 12 MP con apertura f/2,4 , 13 milímetros de focal y 1/3,4 pulgadas de tamaño.
A simple vista, se echa de falta quizás un telefoto algo más pronunciado, y desde luego silicios más amplios que permitan captar más luz, la materia prima de la fotografía y más escasa todavía en la modalidad móvil. Veamos algunas muestras.
*Puedes ampliar acceder a las imágenes en su resolución original haciendo clic en ellas, o encontrar más en esta galería.*
En escenas diurnas es donde vemos una mayor consonancia entre el procesado y balance de blancos de los distintos objetivos. Según el tipo de escena que se pretenda fotografiar, podemos optar por una perspectiva más amplia como la que proporciona el ultra gran angular, o bien acercarnos a un plano más próximo. Esto es algo que no podía hacerse hasta la generación actual.
Como es habitual, no rinden de forma idéntica los tres sensores ante circunstancias diferentes. Una de las más habituales pérdidas es la de rango dinámico –es posible activar el HDR en el modo manual–, aunque también se ha de tener en cuenta la exposición general de la imagen, que puede diferir. Como vemos, la única que es capaz de mantener los quemados a raya es la principal, si bien las otras dos imágenes están ligeramente más expuestas.
El telefoto puede no ser muy poderoso en materia de zoom, pero ante la iluminación suficiente genera perspectivas interesantes y un procesado muy natural y al fin ajustado para la preservación de detalle.
Es en el apartado nocturno donde sí encontramos más discrepancias en el balance de blancos global de una imagen. Si bien un ejemplo de la potencia de este ajuste cuando se hace bien son los recientes iPhone 11 y iPhone 11 Pro, es aquí el gran angular el que habitualmente toma la iniciativa de color propia en este Xperia 5.
El comentario anterior se aprecia especialmente en esta imagen, donde además del color podemos ver la gran cantidad de detalle que conserva el telefoto, a pesar de ser el único sensor que no cuenta con una estabilización óptica de imagen.
El Xperia 5 no cuenta con un modo noche manual como tal, simplemente el disparo toma unos momentos extra cuando considera que la luz es insuficiente. Los resultados son muy buenos, y permiten rescatar una gran cantidad de luz cuando la escena es realmente difícil.
En cualquier caso, la interfaz de Sony para la cámara sigue resultando algo confusa y poco directa en lo que respecta a la gestión del zoom. Abriendo la aplicación de la cámara, encontramos un botón de 1x, si lo pulsamos cambia al 2x, si lo volvemos a pulsar cambia al gran angular. Y esa es la única forma de entrar o salir de él. Haciendo pinch-to-zoom podemos acceder no obstante al telefoto, aunque este se activará como es habitual únicamente cuando la iluminación sea suficiente.
Mención especial también para Cinema Pro, la aplicación dedicada a grabación de vídeo profesional de Sony. Permite utilizar los tres sensores y aplicar los presets que otorgan el color característico a algunas de sus cámaras CineAlta. Es posible controlar la exposición, ISO y el enfoque para las lentes que no tienen foco fijo, la principal y el telefoto, haciendo transiciones suaves y muy cinemáticas. Mi pena es que implementen esto como una aplicación independiente, y no se animen a introducir este control sobre la aplicación de cámara principal.
Conclusión
A pesar de unas generaciones más bien flojas y una competencia que consiente unos márgenes de error cada vez más estrechos, Sony sigue tratando de reengancharse al tren del entretenimiento con *el smartphone* como centro de la experiencia. El Xperia 5 es un buen intento que llega dando forma a una propuesta sólida y diferente al resto.
Sin embargo, su precio** puede echar para atrás a muchos, más aún tras promocionar su llegada con unos WF-1000XM3 a los que ya no se tiene acceso. Por suerte, Sony todavía tiene algo de mano en los canales de distribución más tradicionales –léase operadoras–, a diferencia de otros, y puede ser una vía a explorar si se tiene interés en esta nueva era de los dispositivos 'compactos'.
Sony ha conseguido al fin una cámara interesante, con un rendimiento fantástico y una pantalla y sonido más que decente. El problema de nuevo es que la competencia también avanza, y lo pone difícil para destacar y ser pionero en algo que realmente traslade a ventas.
El Xperia 5 es un buen teléfono, pero a 799 euros se convierte en una elección que queda a las puertas de algo que otros ya alcanzaron y complejo de justificar.
Pros
- Hay hueco para un formato diferente, que resulta interesante y cómodo.
- Sony va a por un nicho concreto: el de la experiencia audiovisual.
- Gran rendimiento, sin alardes.
- Esta cámara ha mejorado mucho.
Contras
- Dispositivo sólido, pero pionero en más bien poco.
- Es 2015 otra vez: sensor de huellas dactilares y de gestos, algo erráticos.
- Fuera de promoción, su precio es difícil de justificar.
- Algo falto de luminosidad en su pantalla en exteriores