El juicio por el fraude de FTX sigue su curso y este miércoles ha dejado testimonios realmente jugosos. Por segundo día consecutivo, Caroline Ellison, exCEO de Alameda Research y exnovia de Sam Bankman-Fried, se presentó como testigo. Durante sus apariciones reveló gran cantidad de información sobre el accionar del exchange de criptomonedas y su principal ejecutivo.

Ayer, la joven, quien ya se había declarado culpable de fraude, reconoció haber robado miles de millones de dólares de clientes de FTX para financiar el funcionamiento de la firma de inversiones y pagar los préstamos tomados ante terceros, como así también para sostener el lujoso estilo de vida de los principales directivos de la compañía. Todo por orden directa de Sam Bankman-Fried.

Hoy, en tanto, confirmó que FTX pagó un soborno a funcionarios chinos para liberar 1.000 millones de dólares pertenecientes a Alameda que habían sido congelados como parte de una investigación por presunto lavado de dinero. Pero la historia no quedó allí, puesto que Ellison también reveló la obsesión de Sam Bankman-Fried por destruir a Binance.

Según reportan Bloomberg y CoinDesk, la fiscalía presentó entre sus pruebas un memo escrito por la exCEO de Alameda Research. El mismo se titulaba "Cosas por las que Sam está enloqueciendo" y consistía de una lista con ítems variados, entre los que se incluían objetivos y preocupaciones de Bankman-Fried.

Entre ellos aparecían cuestiones como la posible mala prensa por el vínculo entre FTX y Alameda, o la opción de levantar financiación a través del príncipe saudí Mohammed Bin Salman. No obstante, la más llamativa indicaba: "Conseguir que los reguladores tomen medidas drásticas contra Binance".

Sam Bankman-Fried quiso usar a los reguladores en su lucha contra Binance

Sam Bankman-Fried (FTX) quiso usar a los reguladores en su lucha contra Binance

En su momento de mayor popularidad, cuando parecía que FTX estaba lista para dominar el mundo de las criptomonedas, Sam Bankman-Fried pedía a viva voz por la regulación del sector. El empresario buscaba eliminar las plataformas de finanzas descentralizadas, pues sostenía que solo a través de servicios centralizados y regulados era posible evitar estafas y mantener seguros los fondos de los usuarios.

Mientras ello sucedía, SBF no solo usaba el dinero de sus clientes para financiar su lujoso estilo de vida —y el de su círculo íntimo—, sino también para financiar campañas políticas. Así mismo, se convirtió en una figura repetida en Washington, haciendo lobby ante los reguladores. De esta forma buscaba, además, congraciarse con ellos para tratar de eliminar a su principal competidor: Binance.

El exchange de criptomonedas de Changpeng Zhao ha sido motivo de controversia —tanto dentro como fuera de Estados Unidos— por su veloz crecimiento y su aparente enfoque laxo a la hora de cumplir con la ley. En más de una oportunidad, Binance quedó bajo la lupa por supuestos delitos fiscales y lavado de dinero.

Sam Bankman-Fried quería sacar rédito de esa mala fama para supuestamente demostrar que FTX era diferente. Y si los reguladores ayudaban a destruir a su principal competidor, sería más sencillo captar a nuevos usuarios. "[SBF] Decía que si hubiera una acción regulatoria contra Binance, muchos clientes podrían pasar a FTX", manifestó Caroline Ellison durante su testimonio.

Una rivalidad como pocas

CEO de Binance

Detrás del accionar de SBF contra Binance existía una muy fuerte rivalidad. Para ponerlo en contexto es importante recordar que los de Changpeng Zhao fueron inversores en FTX, pero decidieron retirarse en 2021. Como compensación recibieron 2.100 millones de dólares en BUSD y FTT; este último, el token de la compañía de Bankman-Fried.

Cuando a comienzos de noviembre de 2022, CoinDesk publicó que el balance de Alameda Research consistía mayormente de FTT y no era tan sólido como se creía, el castillo de naipes de Sam Bankman-Fried comenzó a desmoronarse. Allí fue cuando el líder de Binance hizo su jugada.

A través de un tuit, CZ anunció que su compañía vendería sus tenencias en el token de FTX. "No estamos en contra de nadie. Pero no apoyaremos a las personas que cabildean contra otros actores de la industria a sus espaldas", publicó por entonces el empresario chino-canadiense.

Los rumores de que FTX tenía problemas de liquidez se esparcieron a toda velocidad. Así, Sam Bankman-Fried no tuvo más opción que pedir ayuda a su gran rival. En principio, Binance accedió a comprar el exchange de criptomonedas con sede en Bahamas, pero la historia duró poco. Menos de un día después, la compañía dio marcha atrás y optó por no continuar con la adquisición debido a las irregularidades existentes.

El resto fue historia. La bancarrota de FTX y las acusaciones contra SBF no tardaron en llegar. El empresario sostiene que es inocente y que su intención nunca fue estafar a clientes e inversores. No obstante, los primeros días del juicio que se está llevando a cabo en Nueva York lo mantienen contra las cuerdas y no parece que haya forma de que evite una dura condena. Si se lo encuentra culpable de todos los cargos criminales en su contra, Sam Bankman-Fried pasaría el resto de su vida en prisión.

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