En Garfield (2024), el ilustre gato naranja de las viñetas, cobra nueva vida. No solo, porque el largometraje explora — por primera vez en la pantalla grande — sobre sus orígenes. También, porque logra que la conocida historia del felino malhumorado, con amor a la lasaña y antipatía por los lunes, se convierta en un relato de crecimiento. Con la voz de Chris Pratt, el personaje se vuelve mucho más singular y complejo de lo que podía suponerse. Uno, que además, vive una aventura que puede hacer reír y llorar casi en la misma secuencia. Toda una sorpresa — y deleite — para los amantes de las cintas animadas.
La película es la más reciente adición a la creciente colección de buenos argumentos que utilizan la animación como un vehículo para la experimentación. En especial, profundizan en la capacidad del formato para permitir una libertad creativa que, pocas veces, se encuentra en otros. Pero en la actualidad, habría que añadir, la capacidad que tiene el género para abarcar, tanto tramas adultas como otras más inocentes. Todo, en medio de un humor extravagante y que utiliza el dibujo, el color y la música, para explorar lo noble e ngenuo de la naturaleza humana.
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Te dejamos cinco películas que puedes ver si te gustó Garfield. De un clásico instantáneo con firma española, hasta la celebración del centenario Disney. La selección abarca lo más interesante del mundo de los animados contemporáneos y también, sus infinitas y emocionantes posibilidades. Lo mejor que puede brindar al mundo del cine.
Robot Dreams
La singular amistad entre un robot y un perro, es el centro de esta premisa melancólica que el guionista Pedro Berger, llevó a la dimensión de un cuento de hadas moderno. Uno que, además, emociona hasta las lágrimas, gracias a su manera de profundizar en la amistad, el amor y el dolor de la pérdida. Pero, en especial, al ser una metáfora sobre la búsqueda del propósito y la trascendencia.
Con todo el ritmo de una película muda, la nominada al Oscar Robot Dreams, utiliza una animación sencilla para hacer más entrañable su trama. Particularmente, cuando esta se convierte en un recorrido conmovedor que encuentra sus más entrañables momentos, en los más simbólicos.
De Nueva York, que Berger imagina mecanizada y brillante, hasta la orilla del mar, con sus tintes crepusculares. La película atraviesa distintos paisajes, en una forma de expresar el transcurrir del tiempo, el aprendizaje y la redención. Para su emotivo final, Robot Dreams, crea un mundo a su medida que se vuelve una visión onírica sobre el transcurrir del tiempo y los vínculos que sobreviven al olvido.
Saga Kung Fu Panda
El panda gigante, con la voz de Jack Black, ha recorrido un largo trecho desde su primera aventura en 2008. Primero en busca de su identidad como héroe y después, convertido en uno, enfrentando todo tipo de enemigos peligrosos.
Lo cierto es que el personaje se volvió una de las figuras más entrañables del mundo de la animación contemporánea. En especial, por la manera en que la saga combina buen corazón, con las mejores escenas de acción. Con su exploración del género wuxia chino, al que rinde un cariñoso homenaje en varias de sus más logradas secuencias, las andanzas de Po demuestran la habilidad de acción para mezclar varios elementos cinematográficos.
Pero ha sido el suceso de Kung Fu Panda 4, lo que demuestra que a pesar de que ha transcurrido más de una década desde su llegada al cine, la franquicia no hace más crecer. Mucho más, al profundizar en su universo y personajes, para crear, incluso, una nueva generación de héroes. Si lo tuyo son las tramas que te hacen reír a carcajadas, pero también puede conmover, las correrías del Guerrero Dragón son para ti.
Ruby: Aventuras de una kraken adolescente
Ruby (Lana Condor), es una adolescente, que como cualquier otra, que intenta lograr le permitan ir al baile de graduación. Solo que, hay un problema. No es realmente una chica. En realidad, ella y su familia, son criaturas marinas que se hacen pasar por humanas. Y no cualquiera: todos forman parte de la excelsa raza de los Kraken, destinados a proteger el mar y al mundo entero, de los peligros que le acechan.
Pero Rubi no sabe — o no quiere — saber nada del tema, mientras intenta encajar en Oceanside High, la secundaria a la que asiste. Mucho más, cuando su única amiga es Chelsea (Annie Murphy), una sirena de incógnito en tierra firme e hija de la enemiga a muerte del reino Kraken, se vuelve el centro de atención. Todo irá a peor, cuando ambas chicas decidan enfrentar los designios de ambos reinos marinos y unir fuerzas para escapar del destino que heredaron de sus respectivas madres. Y en el caso de Rubi, majestuosa abuela.
Por supuesto, nada es tan sencillo y pronto Rubi, descubrirá que su formidable naturaleza, le llama para cumplir su destino. Que no es otro que proteger al que lo necesite, del acecho de criaturas malignas. Y en su caso, una que ha estado más cerca de lo que creía. Con una historia más compleja de lo que aparece y un reparto vocal que incluye a Jane Fonda y Toni Collette, Ruby: Aventuras de una kraken adolescente, cautiva. También, es una sorpresa adorable para los amantes de la animación.
Orión y la Oscuridad
El guionista Charlie Kaufman, tomó el temor a la oscuridad de buena parte de los niños y lo convirtió en una historia entrañable acerca de enfrentar los temores y dejar atrás el dolor. Pero mucho más, en un relato que se acerca a los elementos de los cuentos de hada, sin pretender ser uno. Por lo que hay mucho sentido del humor retorcido y también, un trasfondo filosófico muy sutil e inteligente.
Todo lo anterior, convierte a Orión y la Oscuridad, disponible en Netflix, en una extraña mezcla entre las vivencias de un niño pequeño en un clásico coming age y a la vez, en una reflexión sobre la madurez. Eso, entre docenas de chistes que solo los adultos — y apasionados lectores — captarán, sin que eso haga menos inocente e infantil su argumento.
Para su asombroso y emotivo final, que hará las delicias de los amantes del cine clásico, la cinta dejó algo claro. Es tanto un disfrute para los que añoran su niñez, como para los más pequeños de casa. Una combinación poco usual que la cinta logra con habilidad.
Wish: El poder de los deseos
La celebración del centenario del estudio Disney, es menos fastuosa de lo que se esperaba y podría parecer otra historia de una joven en busca de su destino. Pero en realidad, la aventura de Asha (Ariana DeBose) en busca del poder que hace realidad los anhelos del corazón, resume la larga trayectoria de la compañía en el mundo del cine.
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A la vez, explora en el amplio repertorio de relatos animados de La casa del Ratón Mickey. El resultado es un homenaje sincero y si se quiere humilde, a una trayectoria que cambió a la industria de Hollywood. A la vez, un reconocimiento a todos los personajes que, antes o después, hicieron entrañable a Disney. Y aunque la cinta no siempre logra todo lo que promete, sí termina por ser tan encantadora y conmovedora como un buen cuento de hadas. Que al final, es lo que es.