El año cinematográfico 2023 será recordado por muchas cosas. De la caída en desgracia de las sagas de superhéroes, al estreno de las películas más personales de varios de los grandes directores de Hollywood. Pero en específico, porque el año que algunos de los actores más reconocidos y queridos del cine, decepcionaron. Series de ínfima calidad, experimentos que salieron muy mal y algunas de las peores actuaciones del cine. La selección demuestra que, incluso, los artistas más talentosos tienen momentos bajos y en algunas oportunidades vergonzosos.
Por supuesto, también se debe a la sobreproducción de cintas de la industria durante el año. La meca del cine, en su intento por recuperar el tiempo perdido en medio de la emergencia sanitaria de la pandemia, llevó su maquinaria al límite. Lo que provocó, que varias de las producciones más esperadas, terminaran por ser fiascos de calidad o en el peor de los casos, decepciones mayúsculas. También, una demostración que ningún proyecto, incluso los que pueden presumir de presupuestos enormes, estén a salvo del desastre de malas decisiones. Mucho menos, de interpretaciones que dejan que desear de actores por lo general talentosos.
Te dejamos las que consideramos las 7 peores actuaciones del año. Desde un doble papel que terminó por ser una interpretación ridícula, a una desabrida visión sobre el estereotipo masculino. La selección abarca todos los extremos y deja claro que el año 2023, demostró que el cine siempre puede sorprender, incluso desde sus peores dimensiones. Como es el caso de varios de los nombres en nuestra lista.
Ezra Miller como la versión joven de Barry Allen en 'The Flash'
La película de Andrés Muschietti marcó el final del Universo extendido de DC. Eso, aunque después de su estreno, llegaron a la pantalla grande dos títulos más de la franquicia. Pero la cinta del velocista de la editorial, demostró todos los problemas y flaquezas de los proyectos como conjunto. También, la imposibilidad del Warner para sobrellevarlos en adelante. Sin embargo, fue sin duda fue la actuación de Ezra Miller — y los problemas que su conducta acarreó a la producción — uno de los puntos más bajos del proyecto.
El actor, que pasó buena parte de los meses anteriores al estreno en medio de problemas legales de todos los tipos, brindó una de sus peores actuaciones. En un doble papel, debía encarnar a una versión adulta de Barry Allen y a otra más joven, parte de una línea temporal alterna.
Mientras que su retrato torpe y neurótico del héroe fue en el mejor de los casos correcta, la de joven Barry fue una catástrofe. En medio de tics y carcajadas irritantes, el yo casi adolescente del velocista, se convirtió en el punto más flojo de una película con muchos que contar. Peor aún, en una demostración de las decisiones absurdas que rodearon a un guion incompleto, incoherente y al final, muy cercano a lo ridículo.
Simu Liu como Ken en 'Barbie'
Barbie de Greta Gerwin tiene muchas cosas buenas que celebrar en su producción. Aun así, una de las que puede avergonzarse, es la insípida actuación del actor Simu Liu como una de las versiones del muñeco Ken en la película.
No solo se trata de una interpretación facilona, decepcionante y aburrida. También, una combinación de malas decisiones del actor, con respecto a cómo encarar a un personaje cuya mayor característica, es ser la copia de otro. Pero que, aun así, está en busca de su propia identidad.
Liu ignoró todo lo anterior y construyó un papel plano, que no tenía una pizca de personalidad autónoma. Mucho menos, el más mínimo anuncio de independencia del Ken principal. De hecho, se conformó con imitar los gestos de la encarnación de Ryan Gosling del célebre juguete. Además, de convertir el humor levemente retorcido del guion en parlamentos planos sin chispa o gracia.
Paul Rudd como Scott Lang en 'Ant-Man y la Avispa: Quantumanía'
El primer gran desastre del Universo Cinematográfico de Marvel en un año en que tuvo que soportar varios, fue una decepción a todo nivel. Del apartado visual, que mostró los puntos críticos de la crisis interna del estudio hasta el guion, confuso y mal estructurado. La película hizo aguas por los cuatro costados y convirtió en un caos al inicio de la fase cinco de la franquicia. Pero todavía más preocupante, mostró una actuación débil y caótica de uno de los actores más queridos de la actualidad.
Paul Rudd es conocido por su carisma, buen humor y simpatía. Nada de eso estuvo presente en su tercera encarnación de Scott Lang. Por el contrario, el héroe fue engullido por el gigantesco escenario de efectos digitales cuestionables y un argumento caótico que no llevaba a ninguna parte.
Por si eso no fuera suficiente, Rudd se encontró en la incómoda situación de liderar una película familiar, que, además, involucraba una tragedia cósmica. A lo que habría que añadir, brindar información sobre la muy esperada fase cinco de Marvel. No obstante, no pudo hacer nada de eso. Entre el héroe y el padre, terminó por no tener una definición clara y desplomarse en medio de una historia caótica.
Rachel Zegler como Anthea en '¡Shazam! La furia de los dioses'
La cinta de David F. Sandberg fue una combinación de malas decisiones de guion, con el hecho de brindar una secuela a una historia que no lo necesitaba. Entre ambas cosas, además, la producción apostó a lo grande. Lo que implicó redoblar la apuesta de la película original con más personajes, más conflictos y un argumento más ambicioso.
Además, incluir en el elenco a una de las actrices jóvenes más populares del año. Rachel Zegler fue anunciada como una incorporación novedosa y fresca. También, como el necesario matiz romántico en una historia más cercana al plano infantil que al adulto.
Y resultó un error considerable. La actriz y cantante, que encarnaba a una de las tres villanas de la trama, ofreció una interpretación deslucida y apática. Tanto si debía enfrentarse a sus dos formidables hermanas (interpretadas por Helen Mirren y Lucy Liu), como al tratar de salvar el mundo. Zegler estaba tan poco conectada con el argumento como para parecer sinceramente aburrida con todo lo que ocurría a su alrededor.
Jennifer Lopez como la asesina sin nombre en 'La madre'
La actriz y cantante ha dedicado la última década en ampliar sus horizontes artísticos. Por lo que sus decisiones en el terreno de la actuación se han diversificado de manera exponencial. De productora de varios de sus proyectos a tomar decisiones arriesgadas al momento de elegir papeles. Jennifer Lopez está decidida a dejar atrás su imagen de solo heroína de comedias románticas para abarcar algo más complejo.
Lo que incluye, convertirse en una figura de acción. Algo que logró en 2023 de la mano de Niki Caro. La película La madre, que llegó directamente al catálogo de Netflix, tiene todos los elementos para permitir a su actriz principal brillar. Desde mostrar su envidiable forma física, hasta escenas dramáticas, en los que López hizo despliegue de su sensibilidad. La historia de una asesina anónima que intenta cuidar a su única hija, era el vehículo ideal, para analizar la fortaleza femenina desde lugares novedosos.
Solo que la intérprete no logró hacerlo. El largometraje es un despropósito mayúsculo, en la que el guion narra una historia genérica que tiene por único interés poner a Jennifer López en el centro de la acción. Lo consigue, al costo de parecer exagerado y artificioso. Por no mencionar, la imagen irreal de esta mercenaria en una crisis de desesperación con perfecto cabello y maquillaje. Ya sea disparando, corriendo por parajes helados o gritando órdenes, la actriz siempre procura mostrar su mejor ángulo. Eso, sin brindar a su actuación el mismo interés.
Adam Driver como Mills en '65: Al borde de la extinción'
La premisa de la película del dúo de directores Scott Beck y Bryan Woods es sin duda original. Un viajero espacial se estrella por accidente en un planeta desconocido y violento. Que no es otro que la Tierra, 65 millones de años atrás. El escenario no puede ser más sugerente: un hombre de una civilización cósmica, enfrentándose a los más temibles y voraces dinosaurios. Eso, mientras lucha con todas las armas a su disposición por proteger a la pequeña niña que también sobrevivió al impacto de la malograda nave en que ambos viajaban.
Pero la actuación del actor no puede superar un guion ridículo que se toma demasiado en serio a sí mismo, además de tener un sensiblero punto de vista. Lo que obliga a Driver a brindar una interpretación plana, más física que intuitiva, basada en su capacidad para correr con elegancia y usar armas con habilidad. Atrás quedaron los interesantes registros del actor. La película lo convierte en un héroe de acción torpe y sin mayor interés.
Ethan Hawke como Clay en 'Dejar el mundo atrás'
La distopía de Sam Esmail intenta profundizar en las grandes obsesiones del director. De la búsqueda de sentido a la existencia, al miedo hacia el futuro. Todos sus temas favoritos se encuentran en una trama que apela a la paranoia para narrar un apocalipsis a través de lo doméstico. Ethan Hawke es parte de los aterrorizados testigos de un evento trágico a escala global, que no comprende demasiado. Pero, que deberá enfrentar con las pocas armas a su disposición.
No obstante, ya sea porque el papel es excesivamente semejante al que ya interpretó en La noche de la expiación del 2013 o por fallas de guion. Su personaje es solo la excusa para una serie de diálogos filosóficos carentes de toda profundidad. A medida que avanza la trama, el personaje incluso se vuelve más blando, carente de matices y ridículo en sus temores. Para el final de la cinta, es evidente que aunque el intérprete hizo lo mejor que pudo, la trama no le ofreció el escenario ideal para mostrar su talento.