Si algo ha definido a la tercera temporada de The Mandalorian es su irregularidad. Aunque parte de los ocho capítulos estrenados rindieron un directo tributo a lo mejor de Star Wars, otros resultaron experimentos relativamente fallidos que afectaron el ritmo y tono de su narración.
Además, el argumento original se diluyó en favor de la exploración de Mandalore y la lucha de su pueblo por recuperar el territorio perdido. Lo que llevó a la tercera temporada de The Mandalorian a volverse más dependiente del canon central de la franquicia y de su contenido de animación.
Sin duda, los nuevos episodios fueron mucho más ambiciosos y sofisticados que el humilde relato inicial de un cazarrecompensas sin nombre y su pupilo huérfano. No obstante, el rápido crecimiento afectó tanto a la solidez como a la individualidad de la serie en su conjunto.
La tercera temporada de The Mandalorian ya está disponible
Las historias que terminan y empiezan en la tercera temporada de The Mandalorian
Algo que fue obvio en su cierre de la tercera temporada de The Mandalorian. El episodio fue un tributo directo a la trilogía original, que convirtió varias de sus grandes secuencias en una batalla simbólica entre bien y el mal. Al mismo tiempo, recordó que la Space Opera más querida del cine siempre fue un argumento basado en las emociones.
De modo que volvió de manera parcial a sus comienzos: la trama entre el cazarrecompensas y su pequeño protegido. Din Djarin (Pedro Pascal) salvó su vida en un enfrentamiento contra el Moff Gideon (Giancalo Esposito) y, finalmente, ocupó su lugar como padre de Grogu. En cierta medida, un cierre apropiado y sensible para una etapa de la serie.
Por otro lado, el pueblo de Mandalore pudo regresar a su planeta bajo el liderazgo de Bo-Katan Kryze (Katee Sackhoff). Con el mítico Darksaber destruido, los guerreros de la armadura de beskar rindieron tributo al pasado alrededor de la Gran Forja. Lo que dejó entrever que la región, devastada por un ataque Imperial, podría renacer de sus cenizas.
Mando y Grogu cautivan al público
Buena parte de la entrega se basó precisamente en la exploración de las diferentes facciones mandalorianas sobrevivientes al ataque de Moff Gideon. Lo que extendió el argumento de la tercera temporada de The Mandalorian a nuevos territorios, cada vez más ambiciosos. Con toda probabilidad, de cara a futuros proyectos de Star Wars y a la trama de Ahsoka, con la que guarda notorios vínculos.
No obstante, este último punto apartó a la serie del carácter sencillo y relativamente independiente del Canon G que hasta ahora había tenido. En su primera entrega, The Mandalorian era un homenaje directo a los westerns y narraciones de Samuráis en las que se basó George Lucas para crear su universo.
Aunque, más que eso, era el relato de un hombre solitario que termina por encontrar redención y propósito al cuidar de un niño pequeño. La simplicidad del argumento, que la apartaba por completo de las grandes intrigas, batallas y tragedias de la saga, resultó cautivadora. Logró que las nuevas historias de una galaxia muy, muy lejana atrajeran a un público por completo nuevo.
Los capítulos de la serie no exigían a la audiencia un conocimiento previo acerca de la vasta franquicia intergaláctica. Solo profundizar en el lento trayecto de Mando —que al comienzo incluso carecía de nombre— al tratar de hacer el bien. Al menos hasta la tercera temporada de The Mandalorian.
Poco a poco, el sentido ético del personaje se convirtió en uno de los cimientos de un argumento que analizaba el bien y el mal de manera sensible. Tras el descalabro de crítica de la más última trilogía cinematográfica de Star Wars, la producción de Jon Favreau cautivó a los fanáticos más acérrimos y al público general. Un logro que revitalizó la franquicia por completo.
Los rostros y escenarios de The Mandalorian
No obstante la segunda y tercera temporada de The Mandalorian se convirtieron en vehículos para la presentación de nuevos escenarios. Desde el anuncio de la serie El Libro de Boba Fett, hasta la introducción del live action de Ahsoka Tano, encarnada por Rosario Dawson. De pronto, los sucesos narrados en el contenido animado de la saga tuvieron un lugar preponderante. Así como las figuras que se sostenían en la posibilidad de formar relatos interconectados. Algo que, al final, sucedió.
Pero eso aportó poco o nada a la narración central acerca del mandaloriano de Pedro Pascal. En el cierre de la segunda temporada, Luke Skywalker (Mark Hamill) hizo una histórica aparición que empujó a la trama hacia un territorio mayor del canon.
De pronto, el humilde cazarrecompensas era parte de un hilo de acontecimientos que lo unían al jedi más famoso de la galaxia. Lo que erosionó en cierta medida la identidad total que había hecho exitosa a The Mandalorian en su camino hacia una tercera temporada.
El argumento central de la serie se diluye entre otras historias
En su tercera temporada, The Mandalorian contó sucesos mayores destinados a impactar de manera directa en el resto de la franquicia. Algo que, por singular que parezca, desembocó en guiones más irregulares y menor solidez que en las entregas anteriores.
Desde un primer episodio que resumió lo acontecido en dos años de ausencia, la serie se sumergió de inmediato en el contexto de Bo-Katan. También enfocó su interés narrativo en Mandalore y los sucesos que podrían anunciar el resurgimiento su civilización.
De hecho, el productor Rick Famuyiwa comentó que el título ya no se refería únicamente al personaje de Pedro Pascal. Lo que podría explicar la forma en que la figura del querido guerrero se volvió secundaria en la trama de la tercera temporada de The Mandalorian.
No obstante, más allá de su relevancia —recuperada en el cierre—, se encuentran las implicaciones de los eventos mostrados. El argumento no solo tuvo verdaderos problemas para responder a sus principales cabos sueltos. También para abarcar todo lo insinuado en los sucesivos capítulos.
Los problemas de guion de la tercera temporada de The Mandalorian
Pese a ser un gran homenaje a Star Wars, con una batalla por tierra y aire, el último capítulo de la tercera temporada de The Mandalorian decepcionó por concluir de manera apresurada la historia. La lucha cuerpo a cuerpo entre Bo-Katan y Gideon —con una armadura negra sospechosamente parecida a la de Darth Vader— fue filmada de manera precaria. El director Rick Famuyiwa se esforzó por hacer el enfrentamiento épico, pero la secuencia pareció perder fuerza a medida que iba aumentando su violencia.
No fue el único episodio que careció de espectacularidad visual a pesar de su emocionante idea central. Lo mismo pasó con el antepenúltimo, considerado el mejor de la temporada. Las tomas no lograron brindar un aire majestuoso a la llegada de los mandalorianos a Nevarro. Incluso Bryce Dallas Howard —una de las mejores directoras en la serie— falló con un capítulo lleno de referencias, pero carente de personalidad.
Pero los guiones tampoco estuvieron a la altura de las exigencias de una tercera temporada de The Mandalorian que extendió sus vínculos con el resto del universo de la franquicia. Escritos en gran parte por el propio Jon Favreau y Dave Filoni, abarcaron puntos diversos que no llegaron a explicar. ¿Qué ocurrió con el rápido hilo narrativo en Courscant que implicaba al doctor Pershing (Omid Abtahi)? La misteriosa mención al Gran Almirante Thrawn y a su Consejo en la Sombra también se convirtió en un elemento anecdótico.
Inclusoel plan final de Gideon y sus espeluznantes clones se resolvieron de forma anticlimática y apresurada. Din Djarin destruyó toda la sala antes de que la trama pudiera empezar a narrar sus implicaciones. ¿Hay más lugares semejantes? ¿Es el único experimento aterrador que el Moff llevó a cabo con la sangre de Grogu? Todas estas preguntas quedaron sin respuesta en la tercera temporada de The Mandalorian.
Un final idílico que conduce a un nuevo comienzo
No obstante, con Mandalore de nuevo convertido en hogar para su gente y Din Grogu adoptado por Mando, la tercera temporada de The Mandalorian parece crear las condiciones que le permitirían volver a su punto central.
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Especialmente ahora que el protagonista forma parte del equipo de cazadores de fugitivos de Carson Teva (Paul Sun-Hyung Lee). ¿Será la cuarta temporada una búsqueda de líderes del Imperio y nuevas aventuras para el dúo de padre e hijo? Esta posría ser una conclusión digna de una narración que nació para recrear lo mejor de Star Wars en un nuevo medio.