Las imágenes iniciales del capítulo “Warlords” (11x13) de The Walking Dead, la serie creada por Frank Darabont para la AMC en 2010 según los cómics homónimos del guionista Robert Kirkman y los dibujantes Tony Moore y Charlie Adlard (2003-2019) y que tiene a Angela Kang como showrunner desde “A New Beginning” (9x01), son bastante habituales en sus comienzos: las de un zombi renqueando hacia ningún sitio y sus melodiosos sonidos guturales.
Y a lo que le ocurre a ese cadáver andante también estamos acostumbrados, pero la realizadora Loren Yaconelli lo planifica con un mimo y un detalle muy de agradecer. Se trata de mostrar quehaceres rutinarios del apocalipsis que los personajes trivializan. En esta ocasión, de un modo que nos trae a la memoria cierta escena de El amanecer de los muertos, el remake de Zack Snyder (2004), con un espíritu parecido pero sin la desfachatez del escritor James Gunn.
Pero la rutina se rompe con una nueva amenaza y el misterio aparejado antes de los títulos, y no queda más remedio que el episodio ponga rumbo a desentrañarlo. Y persisten las consecuencias de las decisiones tomadas en “The Lucky Ones” (11x12), así como la tendencia clara a recordar el pasado remoto de los protagonistas. Tal vez, un efecto secundario, el de mirar atrás por encima del hombro en los últimos compases de The Walking Dead, sabiendo que lo son.
Un nuevo personaje dando juego en ‘The Walking Dead’
Cuando el asunto se enrarece un poco por los elementos en danza, se descubre que han estructurado el capítulo con un gran flashback en el que participa el Gabriel Stokes de Seth Gilliam, a quien nos muestran con una actitud muy diferente a la deriva inquietante que había demostrado en “Hunted” (11x03) o “No Other Way” (11x09). Lo que podría resultar decepcionante si no confiásemos en el futuro.
La interacción con grupos desconocidos en este mundo violento, por otra parte, siempre se utiliza en The Walking Dead para provocarnos nerviosismo por lo que les pueda suceder a nuestros supervivientes. Y todo el aparato audiovisual que compone Loren Yaconelli y la interpretación de los que se unen al elenco, como Jenique Hendrix y Michael Biehn como Hart y Ian, sustentan este propósito.
Pero no se limitan a intranquilizarnos, sino que van a por todas con una escena en la que la tensión estalla y que, para rematar, se revuelve con un giro juguetón de lo más inesperado. Y, después, nos proponen otro flashback que explica un fragmento importante de lo que pasa, el volantazo incluido, y que nos devuelve a las impredecibles maquinaciones del Lance Hornsby de Josh Hamilton.
Además, nos gusta que los guionistas Jim Barnes y Erik Mountain, que han escrito siete y tres episodios de The Walking Dead desde “Ghosts” (10x03) y “One More” (10x19) respectivamente, hayan hecho una adquisición como el Toby Carlson de Jason Butler Harner. Los personajes habilidosos y letales capaces de desconcertar lo suyo a los espectadores por su miasma ética pueden dar mucho juego.
Ya le vemos las costuras inaceptables a la Commonwealth
Luego vienen más flashbacks con explicaciones necesarias para comprender el conjunto, y que convierten “Warlords” en un puzle al que Angela Kang y compañía le van añadiendo las piezas hasta que la trama se comprende en su totalidad, e intervenciones imprevistas que le aportan una mayor sustancia dramática, nos presentan a más gente y, en fin, se ven con satisfacción por el reencuentro.
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En esta intriga a las órdenes de Loren Yaconelli, que se ha encargado de otras cinco de The Walking Dead: World Beyond (2020-2021), entre “The Sky Is a Graveyard” (1x08) y “The Last Night” (2x10), y algunas de Shameless (2011-2021) o Animal Kingdom (2016-2022), le vemos costuras inaceptables a la Commonwealth; aún menos perversa que la República Cívica Militar, en cualquier caso.
Parece difícil una afirmación como esa por las prácticas asesinas que hay aquí, conductas por las que pensamos en el Negan Smith de Jeffrey Dean Morgan durante los tiempos de los Salvadores o, caray, el Victor Strand de Colman Domingo a partir del capítulo “The Beacon” (7x01) de Fear the Walking Dead (desde 2015). Pero los genocidios son palabras mayores. Y, no obstante, hay mucha tela que cortar.