Las situaciones horribles son lo habitual en el apocalipsis zombi de The Walking Dead (Frank Darabont y Angela Kang, desde 2010); la violencia asquerosa de los muertos vivientes cuya única inclinación son las dentelladas de un hambre inútil, o la de los humanos monstruosos que dan rienda suelta a su ansia de poder o a la desconsideración inconcebible de quien pisotearía incluso a su propia madre por sobrevivir.
Pero, aunque esa sea la tónica general en la serie de la AMC, hay momentos que han quedado grabados en nuestra memoria emocional como espectadores porque el horror se desborda en ellos. Así, uno no puede evitar acordarse de la sobrecogedora reaparición de la pequeña Sophia Peletier (Madison Lintz) en el episodio “Pretty Much Dead Already” (2x07).
O la muerte de Dale Horvath (Jeffrey DeMunn) durante “Judge, Jury, Executioner” (2x11), la de Lori Grimes (Sarah Wayne Callies) en “Killer Within” (3x04) y lo que fue de sus restos en “Say the Word” (3x05), la de Noah (Tyler James Williams) en el metraje de “Spend” (5x14) o las de Sam (Major Dodson) y Jessie Anderson (Alexandra Breckenridge) en “No Way Out” (6x09). Porque la muerte es lo que más ronda a los personajes en The Walking Dead, a paso lento pero seguro.
La gran víctima de Lucille en ‘The Walking Dead’
No obstante, no hay duda de que el asesinato más traumático y que mayor huella nos ha deja es aquel al que apunta un plano muy significativo del capítulo “Hunted” (11x03). Después de que Maggie Rhee (Lauren Cohan) y Negan (Jeffrey Dean Morgan) se vean obligados a abandonar temporalmente a Alden (Callan McAuliffe) en una cabaña y proseguir con su plan para obtener recursos vitales, el que fuera líder de los Salvadores mata a un zombi con una palanca.
Y su temible compañera de travesía, que le odia profundamente, se queda mirando cómo la sangre gotea desde instrumento, igual que goteaba de Lucille cuando Negan le aplastó el cráneo a su marido, Glenn Rhee (Steven Yeun) en “Last Day on Earth” (6x16); si bien no supimos que les había atizado con el famoso bate a Abraham Ford (Michael Cudlitz) y a él hasta el episodio siguiente, “The Day Will Come When You Won’t Be” (7x01). Un plano que sirve para incidir en el dolor y la ira de Maggie Rhee contra Negan, que aún desconocemos a dónde les conducirá en The Walking Dead.