Después de la tremenda catástrofe ocurrida en el capítulo “The Beginning” (6x16) de Fear the Walking Dead (Robert Kirkman y Dave Erickson, desde 2015), con probables repercusiones para toda la franquicia zombi, nuestra mayor curiosidad era conocer la situación de entorno en el que se mueven los protagonistas.
Y, ahora que lo estamos viendo a partir de “The Beacon” (7x01) y si ya la hecatombe de los muertos vivientes que había barrido la Tierra parecía lo suficientemente desoladora, lo que consigue este infierno anaranjado ─formidable, la fotografía de Fernando Argüelles (Prison Break) y Jan Richter-Friis (Testigo mudo)─ es la repera en ese sentido.
El horror nuclear se une al de los cadáveres andantes para una estampa apocalíptica en grado sumo, por la que se pasea un nuevo personaje, el Will de Gus Halper (Dickinson). Sus desventuras en solitario, interrumpidas pronto por los hombres del crecido Victor Strand de Colman Domingo (The Knick), están expuestas con la sobriedad decente y silenciosa que caracteriza a otras secuencias semejantes de Fear the Walking Dead.
Victor Strand hace algo más que volver a las andadas
Este ladino antihéroe ha estado arrastrando su ambigüedad desde que le conocimos en el episodio “Cobalt” (1x05). Y uno hubiera pensado que su tiempo de pivotar entre el egoísmo y la sincera camaradería había acabado tras la temporada tres; aunque suponemos que el Daniel Salazar de Rubén Blades (Abajo el telón) tendría mucho que decir al respecto. Pero una decisión letal que toma en “Welcome to the Club” (6x02) y otra no muy diferente de “USS Pennsylvania” (6x15) nos habían indicado que tal vez estuviese volviendo a las andadas.
“The Beacon”, dirigido por Michael E. Satrazemis (Lore), que se ha ocupado hasta la fecha de dieciocho capítulos de Fear the Walking Dead, incluyendo el posterior, y otros diecisiete de la serie madre (Frank Darabont y Angela Kang, desde 2010), nos lo confirma tristemente. ¿Se convertirá en el nuevo villano o ese honor se lo reservan los showrunners Ian Goldberg y Andrew Chambliss (Érase una vez), que escriben el guion aquí y en “Six Hours” (7x02), a los misteriosos Acechadores? El público no tardará en verlo.
Por otra parte, la secuencia del faro y los temibles zombis entre la neblina es de lo mejorcito del episodio, y con ella se reincide en una de las mayores virtudes de la esta ficción televisiva: su facilidad para ofrecernos las peligrosas tesituras de costumbre en lugares curiosos, que no suelen tener ni The Walking Dead ni, desde luego, su segundo spin-off, The Walking Dead: World Beyond (Scott M. Gimple y Matthew Negrete, desde 2020). Y el último giro, después de las confidencias emocionales para despistarnos, nos aproxima a una respuesta sobre nuestros temores por Victor Strand.
‘Fear the Walking Dead’ quiere resarcirnos por un error
“Six Hours” insiste en mostrar el paisaje devastado y la idea de la más pura desolación, agravada por el llanto desesperante de un bebé. Y, el estado mental de la Grace Mukherjee de Karen David (Castle) resulta tan creíble en sus detalles, tal como lo han escrito Ian Goldberg y Andrew Chambliss y gracias a la interpretación de la actriz, que casi se podría diagnosticar.
Las confrontaciones en estas circunstancias apocalípticas, por otro lado, pueden ser psicológicamente tortuosas como en este capítulo; y los virajes que nos proponen, igual de razonables, coherentes y trágicos que aquí. La escena con la que acaba anuncia que van a resarcirnos de alguna forma por desaprovechar a un personaje tan jugoso como el Émile Laroux de Demetrius Grosse (Westworld) en “The End Is the Beginning” (6x01). Por todo lo anterior, Fear the Walking Dead sigue siendo, desde la temporada cuatro y según las otras en curso, la serie más interesante y mejor elaborada de la franquicia zombi.