El capítulo “Welcome to the Club” (6x02) de Fear the Walking Dead (Robert Kirkman y Dave Erickson, desde 2015) nos descerraja un comienzo brutal, con el buen gusto de ser sangriento sin que se llene la pantalla de hemoglobina y que nos sirve como enorme contraste con el horror juvenil y bastante light de World Beyond (Scott M. Gimple y Matthew Negrete, desde 2020), el segundo spin-off de The Walking Dead (Frank Darabont y Angela Kang, desde 2010). Tras ello y si en el dignísimo episodio precedente, “The End Is the Beginning” (6x01), nos contaron lo que había ocurrido con Morgan Jones (Lennie James), aquí toca poner el foco sobre otros personajes principales.
La actual villana, Virginia (Colby Minifie), se nos muestra cada vez más como alguien al estilo de Philip Blake, el Gobernador (David Morrissey), o Negan (Jeffrey Dean Morgan), los dos grandes antagonistas de la serie madre entre las temporadas tres y cinco y desde el final de la sexta respectivamente. Es decir, una persona tiránica con cierto tipo de carisma detestable y poder sobre un grupo de supervivientes organizados, cuyo envilecimiento y práctica psicopatía genera una violencia terrible y caprichosa, según las ventoleras repentinas que le dan, y el hecho de oponerse a sus maldades, el enfrentamiento forzoso que se larva con los protagonistas, ocasiona el argumento de los capítulos que se ocupan de ella.
“The End Is the Beginning” había resultado un episodio de un interés mayor que ahora “Welcome to the Club” por sus trazas de western con el llamativo cazarrecompensas Emile LaRoux (Demetrius Grosse), lamentablemente desaprovechado, y ese potente desafío de Morgan Jones en la penúltima escena. Pero este capítulo nuevo contiene una particularidad imprevista e irrepetible: se trata, no solo del primero de Fear the Walking Dead que ha dirigido el actor Lennie James, sino su mismísimo debut como realizador porque nunca se había sentado antes tras las cámaras en ningún proyecto televisivo, y ni mucho menos para un largometraje comercial.
Lo que parece claro es que sus inquietudes artísticas no están limitadas a la interpretación, por la que le hemos visto en la piel del Sol de Snatch. Cerdos y diamantes (Guy Ritchie, 2000), la de Alan Erasmus para 24 Hour Party People (Michael Winterbottom, 2002), la del Robert Hawkinsen de Jericho (Stephen Chbosky, Josh Schaer y Jonathan E. Steinberg, 2006-2008), la del teniente Nabulsi para Los próximos tres días (Paul Haggis, 2010) o en la del señor Cotton de Blade Runner 2049 (Denis Villeneuve, 2017). También ha escrito la obra teatral The Sons of Charlie Paora (2004), que se ha representado nada menos que en el Teatro Real de Londres.
Y no hay duda de que ha conseguido salir airoso del trance sin brillantez ninguna, porque no nos maravilla o entusiasma con detallito alguno de lo que nos propone en “Welcome to the Club”, pero tampoco apreciables defectos de novato, con buenos modales y una planificación eficaz, sobre el guion escrito por Nazrin Choudhury (Wayward Pines) y a las órdenes de los showrunners Andrew Chambliss y Ian Goldberg (Érase una vez). Puede darse la mano así con su compañero Colman Domingo (The Knick), que encarna a Victor Strand, pues él ya había rodado los episodios “Weak” (4x12) y “Humbug’s Gulch” (5x03) y ha sido su relevo para “Alaska” (6x03).
Lennie James se las arregla, sin embargo, para ofrecernos un momentito emotivo pocos minutos antes de que nos ofrezcan la correspondiente ración de zombis, cubiertos de melaza esta vez. Y nos encontramos con un tres giros sorprendentes por imprevistos, uno sobre el Daniel Salazar de Rubén Blades (La sombra del diablo) —quien, por cierto, había ejercido como el exitoso cantante que es en “End of the Line” (6x16) junto con su colega Karen David, que interpreta a Grace—, otro quizá excesivo relacionado con Victor Strand, cuya ética retrocede como la de Morgan Jones, y uno más muy satisfactorio durante la escena de cierre, en la que se cuela el espíritu del western de nuevo.