Tres episodios atrás, en “People Like Us” (4x09), Althea (Maggie Grace) y June (Jenna Elfman) se fueron juntas a comprobar qué es lo que llevaba a los zombis río abajo: el huracán. De modo que la segunda dejó al aún convaleciente John Dorie (Garret Dillahunt) en el autobús estacionado en el puente sobre el propio río con Charlie (Alexa Nisenson), antes de que esta se marchase y enfrentara luego a Alicia Clark (Alycia Debnam-Carey) en “Close Your Eyes” (4x10); y la primera ha retrasado al menos su compromiso de llevar a Morgan Jones (Lennie James) de vuelta a Alexandria, si bien este les va a traer más compañía y otro vehículo tras sus encuentros en “The Code” (4x11). Y ahora, “Weak” (4x12) comienza con June envidiando la fe de John sobre el hecho de encontrarla después de que ella huyese según lo que vimos en “Laura” (4x05); algo a lo que ella no puede recurrir en ese momento para regresar con él porque acostumbra a largarse cuando las cosas se ponen feas.
Nosotros sabemos, además, que no podría reunirse con John en el autobús porque Alicia y Charlie lo encontraron vacío y volcado por la furia de la destructiva tormenta. Por otra parte, la distancia dificulta la comunicación a través del walkie-talkie de June y Althea con Morgan, que va de camino en el camión robado por Wendell (Daryl Mitchell) y Sarah (Mo Collins) y también con Jim (Aaron Stanford). Pero la que sí les escucha con claridad es la inquietante mujer sucia (Tonya Pinkins) con la que había intercambiado Morgan algunas palabras en la impecable estación de servicio con una radio durante el episodio previo, y más tarde se topa con ella y se huele su trastorno; y descubrimos que, de hecho, está infectando el agua potable de las botellas de las cajas repartidas con otra estancada y que, por tanto, es la responsable de que Althea esté enferma, y sólo encontrarán antibióticos que en el antiguo vehículo de los SWAT que alguien ha tomado y al que ella y June persiguen.
La secuencia central de lucha para ambas por separado y con un montaje paralelo, la de June con el pobre hombre desmoralizado (Charles Harrelson) que conducía el vehículo de la febril Al y la de esta con un zombi al que se le veía venir desde unos cuantos minutos atrás, genera una tensión genuina y es lo mejor del capítulo sin lugar a dudas. Y el interés no decae en la escena siguiente, por la conversación en la que June presiona a Althea para que sea sincera con sus motivaciones, y por fin la vemos lo vulnerable y casi rota que no habríamos esperado verla por su habitual impasibilidad; y la dos actrices lo dan todo y bordan el momento. Y uno incluso puede llegar a comprender la importancia que las grabaciones de Althea tienen para ella: las ha ido recopilando durante mucho tiempo y no cejó en su empeño reporteril ni cuando el mundo se fue al garete, y si una persona se consagra a una tarea así, a guardar los testimonios irrepetibles de otros, ¿qué es su vida sino la de ellos?
Y esta posible metáfora sobre los narradores, la cual supondría una autorreferencia de los nuevos showrunners que tan estupenda labor están acometiendo en esta cuarta temporada, Andrew Chambliss e Ian Goldberg, da paso al reencuentro de las dos mujeres con Morgan, y Althea no puede evitar comentar algo tan obvio como que “le encanta la gente nueva” por Wendell, Sarah y Jim, tanto como a nosotros nos deben encantar Chambliss y Goldberg. Y June se comunica por el walkie-talkie con el hombre desesperanzado, Quinn, y le sugiere que se les acompañe. Pero la dulzura nunca es para siempre en esta ficción postapocalíptica, y Al confiesa que sólo se quedará con la gente hasta que registre su historia; y la mujer sucia acaba dando otra muestra de su perversidad lanzándole su zombi cautivo a Quinn y remplazándolo con él. Un buen broche para este episodio impecable, que ha sido realizado nada menos que por Colman Domingo, el actor que interpreta al astuto Victor Strand.