Con el estreno de Ratched (Ryan Murphy y Evan Romansky, desde 2020), el personaje de la ladina enfermera que ideó el novelista Ken Kesey en Alguien voló sobre el nido del cuco (1962), que fue llevada al cine con la película del mismo título (Milos Forman, 1975) y un gran triunfo en los Oscar, ha vuelto al séptimo arte. Pero, oh, sorpresa, no se trata de las únicas dos ocasiones en que Mildred Ratched se ha paseado por los pasillos impolutos de su hospital psiquiátrico más allá de la novela, ni la serie de Netflix, la que la ha introducido en este largo formato de narración cinematográfica.
A algunos nos ha sorprendido descubrir que Érase una vez (Adam Horowitz y Edward Kitsis, 2011-2018), la serie televisiva de la ABC sobre un pueblecito de Maine en el que los cuentos de hadas son algo más que ficciones infantiles y moralizantes, cuenta con la Ratched como personaje recurrente. Y, si en la película de Milos Forman la había interpretado Louise Fletcher (Mi mapa del mundo) y en la propuesta de Ryan Murphy y el novato Evan Romansky es la habitual Sarah Paulson (American Horror Story) quien la encarna, en la serie de Horowitz y Kitsis es la actriz Ingrid Torrance (Los 4400) la que viste su uniforme.
Sin embargo, los espectadores no saben que se trata de Mildred Ratched desde el principio de Érase una vez. En el episodio “Skin Deep” (1x12), participa una enfermera severa sin nombre, y no es hasta “The Dark Swan” (5x01) que los guionistas deciden revelar su identidad oculta, cinco intervenciones después de su debut. Trabaja en el Sanatorio Storybrooke a las temibles órdenes de la Reina Malvada (Lana Parrilla), y la vemos en trece oportunidades en total, hasta “The Final Battle: Part 1” (6x21), el penúltimo episodio de temporada seis. Siempre como villana, no como la antiheroína en la que la han transmutado en Ratched.