Cuando unos cineastas crean un universo narrativo dividido en varias historias independientes pero interconectadas, algo que deben aclarar sí o sí es el momento en que ocurren todas ellas en cuanto a una línea temporal principal. En el cosmos de la serie The Walking Dead (Frank Darabont y Angela Kang, desde 2020), por ejemplo, hay que aclarar cuándo transcurren Fear the Walking Dead (Dave Erickson y Robert Kirkman, desde 2015) y, ahora, The Walking Dead: World Beyond (Scott M. Gimple y Matthew Negrete, desde 2020), los dos primeros spin-off ambientados también en el mismo apocalipsis zombi.
La serie madre, The Walking Dead, comienza su terrorífica pesadilla en el año de su estreno, 2010; es decir, la plaga de los muertos vivientes se apodera del mundo entonces. Y, como explica Sarah Moran en ScreenRant, “a partir de ahí, sin embargo, la progresión del tiempo en cada temporada se ralentiza en comparación con el tiempo real”. En la temporada ocho, emitida entre 2017 y 2018, “los personajes aún existían en un escenario de 2013”. Pero “eso cambió en la temporada nueve, cuando la narrativa se adelantó en el tiempo seis años hasta 2019, lo que llevó a The Walking Dead una vez más al tiempo real”.
En lo que respecta a Fear the Walking Dead, “aún no ha experimentado un salto en el tiempo tan dramático y todavía se está llevando a cabo en 2013”. Aunque esta circunstancia puede cambiar en la futura temporada seis. Por el contrario, World Beyond “se establece diez años después del brote”, lo que la coloca “dentro de 2020”. No se sabe exactamente en qué mes del año y, aun así, podemos afirmar que los hechos que protagonizan las hermanas Iris (Aliyah Royale) y Hope Bennett (Alexa Mansour) y sus amigos Elton Ortiz (Nicolas Cantu) y Silas Plaskett (Hal Cumpston) ocurren a la par que los de la temporada diez de The Walking Dead. ¿Llegarán a unirse los personajes de dos spin-off con los de la primera serie al final de la misma? Hagan sus apuestas.