En la serie galáctica *The Mandalorian (Jon Favreau, desde 2019), uno se topa con múltiples elementos, guiños y referencias sobre el pasado de la famosa saga de Star Wars*. Y, en el último episodio estrenado en España a través de la plataforma Disney Plus, hemos podido hallar nueve **huevos de pascua. En la misma primera imagen hay uno: los azulados krill*, unos crustáceos muy terrestres a los que se mencionó en el libro Star Wars: The Visual Encyclopedia* (Adam Bray, Cole Horton y Tricia Barr, 2017) y que se han estrenado en pantalla con “Sanctuary” (1x04).
La especie que ataca a los cosechadores de Sorgan son los klatooinianos, a los que conocimos en El retorno del Jedi (Richard Marquand, 1983) y hemos contemplado también en La amenaza fantasma y El ataque de los clones (George Lucas, 1999, 2002). Mando (Pedro Pascal) se refiere a Baby Yoda como **una rata womp**, a las que Luke Skywalker (Mark Hamill) mencionó en Una nueva esperanza (Lucas, 1977). Y tampoco habíamos tenido oportunidad de ver un gato del mundo Lothal fuera de la animación de la serie Rebels (Simon Kinberg, Carrie Beck y Dave Filoni, 2014-2018) como aquí.
El enorme bípedo robótico AT-ST Rider de los bandidos que Mando y Cara Dune (Gina Carano) descubren junto a la aldea sorganita, y al que luego atraen para destruirlo, es una variante de los que utilizaban las tropas de Sheev Palpatine (Ian McDiarmid) y Darth Vader (David Prowse al cuerpo y James Earl Jones a la voz) en El Imperio contraataca (Irvin Kershner, 1980), El retorno del Jedi y *Rogue One (Gareth Edwards, 2016) y la Primera Orden en Los últimos Jedi* (Rian Johnson, 2017). Sus siglas son las de All Terrain Scout Transport, o sea, Transporte Explorador Todoterreno.
El mandaloriano llama a semejante armatoste “trozo de basura”, igual que Lando Calrissian (Billy Dee Williams) en El Imperio contraataca al Halcón Milenario, cuya propiedad le ganó Han Solo (Harrison Ford) en una partida de sabacc con jugadas tramposas, como nos mostraron en el segundo spin-off (Ron Howard, 2018) de Star Wars. La pistola de motero de Cara Dune, ex soldado de choque rebelde con parte de su armadura puesta, es un rifle bláster y lanzagranadas Relby-V10, que solía emplear el cazarrecompensas Bossk, al que Darth Vader confió capturar el Halcón Milenario en El Imperio contraataca.
Han sugerido que el otro cazarrecompensas que se planta junto a la aldea sorganita, cuando Mando se estaba despidiendo de Omera (Julia Jones) y compañía, en busca de Baby Yoda y casi le descerraja un tiro en la cabeza, es un bravaisiano por la boca de oso hormiguero que nos permiten intuir; y su especie fue ideada para *El despertar de la Fuerza (J. J. Abrams, 2015): uno de ellos discute con el onodone Gwellis Bagnoro (Arti Shah) en el castillo de Maz Kanata (Lupita Nyong’o). Pero también podría tratarse de un kubaz* como el que le dispuso el aerodeslizador a Mando en el primer capítulo.
Pero resulta una auténtica **lástima que la historia de “Sanctuary” no sea nueva para el universo de Star Wars**: en el episodio “Bounty Hunters” (2x17) de The Clone Wars (Lucas, 2008-2020), Obi-Wan Kenobi y Anakin Skywalker piden la ayuda precisamente de unos cazarrecompensas para repeler el ataque de unos bandidos a un pueblo de agricultores, lo mismito que ocurre aquí y que ocurría en una de las mayores inspiraciones para The Mandalorian: Los siete samuráis (Akira Kurosawa, 1954) a través de espíritu del western Los siete magníficos (John Sturges, 1960). Y no podemos considerarlo un huevo de pascua.