bepicolombo

La ciencia de 2017 estuvo marcada por el final de Cassini. La misión de la NASA y de la Agencia Espacial Italiana logró a lo largo de sus veinte años de trabajo desentrañar los secretos de Saturno. Además la sonda exploró lunas como Encélado, donde descubrió géiseres que emanan de un posible océano escondido debajo de su superficie, y Titán, un satélite en el que observó mares de hidrocarburos y nitrógeno. Cassini se estrelló el pasado 15 de septiembre contra el planeta de los anillos ya que, una vez agotado su combustible, los restos de la nave podrían haber contaminado lugares de gran interés en el sistema solar por su habitabilidad.

El final de la misión Cassini deja paso a nuevos programas de exploración espacial que nos permitirán conocer más detalles sobre el sistema solar. Las principales agencias, entre las que podríamos destacar a la NASA, la Agencia Espacial Europea (ESA) y sus homólogas japonesa, india y china, trabajan a contrarreloj para llegar a tiempo al lanzamiento de sondas que cambiarán lo que sabemos acerca del Sol y de planetas como Mercurio o Marte. Otras naves tendrán como objetivo la Luna y objetos mucho más lejos, tales como el astro MU69, o los exoplanetas situados fuera del sistema solar. El año nuevo que comienza encierra desafíos sorprendentes para la ciencia, que poco a poco irá desgranando los misterios que aún guarda el universo. Desde Hipertextual resumimos las misiones espaciales más destacadas que disfrutaremos a lo largo de 2018 desde este "pequeño punto azul pálido", que diría Carl Sagan.

Chandrayaan-2

Chandrayaan-2
Fuente: Spaceflight Insider

La Organización para la Investigación Espacial de la India (ISRO, por sus siglas en inglés) tiene previsto lanzar en marzo de 2018 un orbitador, aterrizador y un pequeño vehículo robótico con el objetivo de explorar el satélite natural de la Tierra. Un proyecto ambicioso, que cuenta con un limitado presupuesto de 93 millones de dólares, con el que India quiere volver de nuevo a la Luna. La primera vez que lo consiguió fue en 2008, cuando se convirtió en la cuarta potencia en alcanzar este objetivo, solo por detrás de Estados Unidos, la antigua Unión Soviética y la Agencia Espacial Europea.

TESS

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Crédito: NASA.

La NASA y SpaceX volverán a trabajar conjuntamente en marzo de 2018, cuando el satélite TESS despegará a bordo de un Falcon 9. El objetivo de esta misión es descubrir nuevos mundos que se localicen fuera del sistema solar, denominados exoplanetas. A diferencia de Kepler, el satélite empleará el método del tránsito para cazar planetas nunca vistos monitorizando más de 200.000 estrellas. Esta técnica, la más utilizada para buscar mundos desconocidos, consiste en detectar las variaciones de la luz procedente de un astro debido al paso de un posible planeta por delante de la estrella.

Insight

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Fuente: NASA.

El 5 de mayo de 2018, la agencia espacial norteamericana enviará al espacio la misión Insight, que alcanzará el próximo 26 de noviembre el planeta rojo, donde permanecerá durante 728 días. El objetivo de la sonda es explorar el interior profundo de Marte, con el objetivo de comprender mejor los mundos rocosos del sistema solar y medir sus señales vitales a través de su temperatura interna o de sus procesos sismológicos. Según los investigadores de la NASA, el estudio de estos mecanismos geológicos nos permitirá entender la estructura del interior originaria de los planetas rocosos del sistema solar, que en el caso de Marte no ha cambiado demasiado al no contar con placas tectónicas, como sí sucede en la Tierra. Como curiosidad, este robot geofísico tendrá dos paneles solares que se desplegarán una vez que llegue a la superficie marciana.

Chang'e

ciencia en 2017
阿爾特斯 (Wikimedia)

Bajo el nombre de Chang’e 4, los científicos chinos pretenden lanzar dos sondas para conocer la cara oculta de la Luna, que corresponde al hemisferio no visible desde la Tierra. En junio de 2018 despegará el primer componente de Chang’e 4, un satélite que permitirá establecer la comunicación entre esta región y nuestro planeta, al localizarse estacionado a 60.000 kilómetros detrás de la Luna. Una vez que se logre este objetivo, China estará lista para enviar una sonda que explore la superficie de la cara oculta del satélite natural, un reto nunca conseguido antes y que se estima que pueda llevarse a cabo en algún momento a partir del verano. Las dudas, no obstante, continúan ante el aplazamiento hasta 2019 del despegue de otra sonda del mismo programa, conocida como Chang’e 5, que traerá 2 kilogramos de muestra de la Luna. Será la primera misión china que realice un muestreo automatizado de la Luna, un logro conseguido en el pasado por EEUU o la URSS.

Hayabusa-2

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Fuente: JAXA.

JAXA, la agencia espacial de Japón, envió al espacio la sonda Hayabusa-2 con el fin de explorar en detalle el asteroide Ryugu a partir de junio-julio de 2018. Allí permanecerá aproximadamente año y medio, con el objetivo de investigar la historia y la evolución del sistema solar, así como el origen de la vida en la Tierra. Los científicos nipones esperan que el instrumento regrese a la Tierra en 2020. De conseguirlo, la sonda se convertirá en la digna sucesora de la originaria Hayabusa, que Japón lanzó para estudiar el asteroide Itokawa, y que volvió a nuestro planeta en 2010.

Parker Solar Probe

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Crédito: NASA/JHUAPL.

La NASA lanzará una de sus misiones más peligrosas entre julio y agosto de 2018. La misión, anteriormente conocida como Solar Probe Plus, ha recibido el nombre de Parker Solar Probe en honor al astrónomo Eugene N. Parker. La sonda se situará a solo 6,4 millones de kilómetros de la superficie del Sol, soportando dosis de radiación y temperaturas elevadísimas (de más de 1.370ºC), nunca vistas anteriormente. ¿Su objetivo? Estudiar el origen del viento solar y de las tormentas que pueden afectar a la Tierra, además de analizar por qué la corona (atmósfera) del Sol está mucho más caliente que la fotosfera.

BepiColombo

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Crédito: ESA.

La Agencia Espacial Europea (ESA) y su homóloga nipona (JAXA) enviarán al espacio su primera misión a Mercurio en octubre de 2018. Las dos sondas forman parte del programa BepiColombo, que tendrá el objetivo de estudiar el planeta más pequeño y menos estudiado del sistema solar. Hasta la fecha únicamente dos misiones habían explorado Mercurio, la Mariner-10 de la NASA, que orbitó este mundo entre 1974 y 1975, y la MESSENGER, también de la agencia espacial norteamericana, que realizó tres sobrevuelos en 2008 y 2009.

Su cercanía a nuestro Sol, sin embargo, complicará el trabajo de BepiColombo, ya que las naves tendrán que soportar temperaturas que superen los 350°C y dosis altísimas de radiación, convirtiéndose en uno de los proyectos planetarios a largo plazo más desafiantes, según la propia ESA. BepiColombo está formado por dos sondas, la Mercury Planetary Orbiter (MPO), construida por los investigadores europeos para analizar la superficie y la composición interna, y la Mercury Magnetospheric Orbiter (MMO), hecha por los japoneses con el fin de estudiar la magnetosfera de Mercurio, es decir, la región del espacio alrededor del planeta influida por su campo magnético. Ambas alcanzarán su objetivo en 2025 para explorar Mercurio durante un año, aunque es posible que la misión pueda extenderse al menos doce meses más.

OSIRIS-REx

OSIRIS-REx
NASA (Wikimedia)

La misión OSIRIS-Rex alcanzará el asteroide Bennu en octubre de 2018, con el fin de recoger una muestra que oscile entre los 60 gramos y los 2 kg. La sonda funcionará como un auténtico minero en el espacio para determinar la composición química de este cuerpo rocoso y saber más acerca del origen de la vida. OSIRIS-Rex orbitará durante aproximadamente 400 días alrededor del asteroide, cuyo nombre fue idea del pequeño Michael Puzio. Según las previsiones de la NASA, la sonda estará de vuelta en septiembre de 2023.

CHEOPS

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Crédito: Agencia Espacial Europea.

Además del instrumento TESS de la NASA, la Agencia Espacial Europea quiere lanzar la misión CHEOPS a finales de 2018. Este proyecto tendrá como objetivo descubrir nuevos exoplanetas mediante el método del tránsito ya mencionado. La fotometría de alta precisión ayudará además a caracterizar con gran detalle los mundos que se observen, especialmente en el rango de masas comprendido entre las supertierras y los planetas similares a Neptuno, con el fin de desvelar su tamaño y densidad. Así podremos comprender mejor cómo surgen mundos como el nuestro y cuáles son las condiciones necesarias para el origen de la vida. Como curiosidad, CHEOPS portará consigo miles de dibujos de niños europeos al espacio, una iniciativa para divulgar la exploración entre los más pequeños.

New Horizons

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Crédito: NASA/JHUAPL/SwRI/Steve Gribben.

El último regalo que nos brindará 2018 será la aproximación de la nave New Horizons al astro MU69. Si todo sale según lo planificado, el 1 de enero de 2019, recién comenzado Año Nuevo, la sonda visitará el objeto más alejado de la Tierra que la humanidad haya visitado en su historia. Este pequeño y helado mundo, que podría esconder en realidad dos objetos atrapados entre sí por la atracción gravitatoria, forma parte del intrigante cinturón de Kuiper. Su estudio nos permitirá conocer un poco mejor los confines del sistema solar.

Bonus track

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Crédito: NASA/JPL-Caltech.

Las misiones que despegarán o alcanzarán su objetivo durante los próximos meses prometen convertir a 2018 en un año realmente ajetreado para la exploración espacial. Además de los programas públicos, el sector privado afronta importantes retos.

En particular, SpaceX y Boeing esperan realizar las pruebas de los vuelos de sus cápsulas Dragon y Starliner para transportar astronautas a la Estación Espacial Internacional. Las fechas previstas por la NASA apuntan a abril y agosto, respectivamente, para los exámenes de las sondas no tripuladas, mientras que agosto y noviembre serían los meses en los que se realizarían las pruebas con personas a bordo. El Gobierno estadounidense, empero, se muestra escéptico ante estas estimaciones y ya ha dicho que tal vez deban retrasarse hasta 2019 si las compañías privadas no consiguen superar las correspondientes certificaciones.

Por su parte, SpaceX pretende lanzar por primera vez el esperado cohete Falcon Heavy, después de retrasar el objetivo de enviar cápsulas Dragon a la superficie marciana. Por otro lado, también en relación con proyectos privados, la fecha límite del Google Lunar X Prize termina el 31 de marzo de 2018, un certamen en el que el equipo ganador —que recibiría 20 millones de dólares— deberá enviar un vehículo que llegue antes que ningún otro competidor a la Luna, recorrer medio kilómetro en la superficie y transmitir vídeos y fotos a la Tierra.

astronomía
Fuente: Pixabay.

Durante los próximos meses, también continuará el trabajo de las exitosas misiones del pasado. Los científicos han logrado extender el período de observación de Dawn alrededor de Ceres; Juno seguirá orbitando alrededor de Júpiter para estudiar la estructura, el campo magnético y la gravedad del planeta; y, más cerca de la Tierra, proyectos como el Lunar Reconnaissance Orbiter y la sonda Akatsuki en Venus prosiguen su actividad.

En Marte finalmente continuarán su actividad los robots Curiosity y Opportunity o sondas como el Mars Orbiter Mission de la India y el Mars Reconnaissance Orbiter de la NASA. Por último, las dos naves Voyager prosiguen su viaje más allá del sistema solar, un hito asombroso teniendo en cuenta que llevan más de cuarenta años enviando datos a la Tierra sobre los secretos del universo.