La agencia espacial norteamericana ha anunciado hoy una de las misiones más peligrosas y complejas de su historia. La NASA lanzará el próximo año la sonda anteriormente conocida como Solar Probe Plus, hoy bautizada como Parker Solar Probe en honor al astrofísico norteamericano Eugene N. Parker. La nave pretende explorar el Sol más cerca que nunca, situándose a solo 6 millones de kilómetros de la superficie de la estrella y soportando dosis de radiación y temperaturas elevadísimas, nunca vistas anteriormente. El motivo es que el vehículo espacial se localizará siete veces más cerca del Sol que cualquier otra misión pasada.
Según la NASA, la iniciativa "revolucionará nuestro conocimiento sobre el origen y la evolución del viento solar". Este fenómeno, descubierto por el propio Eugene N. Parker, describe el conjunto de chorros de partículas cargadas que expulsa el Sol, y que pueden tener consecuencias muy peligrosas sobre los planetas del sistema solar. Hace miles de años, dicho viento fue el culpable de desgarrar la atmósfera de Marte y su actividad actual, en forma de tormentas geomagnéticas, podría llegar a afectar a los sistemas de transporte, los GPS y las redes eléctricas que operan en la Tierra. Pero aún quedan muchas incógnitas por resolver acerca de la actividad de nuestro astro.
Una misión para revelar los secretos de la corona
La ventana de lanzamiento de la Parker Solar Probe está prevista entre el 31 de julio y el 19 de agosto de 2018. Tras su despegue, la sonda tendrá como objetivo girar alrededor del Sol en veinticuatro ocasiones, de forma que cada órbita tendrá una duración de 88 días. La nave se impulsará gracias al campo gravitatorio de Venus para ir reduciendo progresivamente la órbita mientras explora nuestra estrella, de forma que la Parker Solar Probe llegará a estudiar el Sol a solo 6 millones de kilómetros de la superficie. Durante las órbitas finales, el vehículo espacial girará a la impresionante velocidad máxima de 754.000 kilómetros por hora, o lo que es lo mismo, más de 200 kilómetros por minuto.
"Enviaremos la Parker Solar Probe para 'tocar' el Sol con el fin de revelar los misterios de la corona, pero también para proteger a una sociedad cada vez más dependiente de la tecnología amenazada por el tiempo espacial", han señalado los investigadores. La misión tendrá una duración de 6 años y 11 meses, un período de tiempo en el que tratará de monitorizar de cerca la actividad solar y mejorar nuestra comprensión sobre las tormentas que pueden azotar a nuestro planeta. La Parker Solar Probe tratará de resolver dos preguntas clave: ¿por qué la corona (atmósfera) del Sol está mucho más caliente que la fotosfera? ¿Y cómo se acelera el viento solar?
La misión, que ha sido calificada como "extraordinaria e histórica" por la agencia espacial norteamericana, analizará de cerca la última región por explorar del sistema solar. Los científicos pretenden estudiar de cerca la corona, tratando de determinar cómo se incrementa su temperatura e investigando acerca del origen del viento solar. Durante el anuncio, la NASA ha admitido que la Parker Solar Probe ha tardado tanto en ser una realidad debido a que los materiales necesarios para la nave "no existían hasta ahora". La sonda y sus instrumentos científicos estarán protegidos por una suerte de escudo protector a base de carbono, que disipará el calor extremo que recibirá durante el tiempo que dure la misión. Según los cálculos de la NASA, la Parker Solar Probe soportará temperaturas superiores a los 1.370ºC.
El vehículo espacial será la primera nave impulsada por la humanidad para estudiar de cerca una estrella. Gracias al trabajo de la Parker Solar Probe, los científicos comprenderán un poco mejor la actividad de nuestro Sol y de otras estrellas que están siendo orbitadas por exoplanetas situados a millones de años luz. "La sonda se acercará lo suficiente al Sol como para estudiar cómo el viento solar acelera de velocidades subsónicas a supersónicas, y orbitará sobre el lugar donde se originan las partículas solares más energéticas", ha asegurado la agencia espacial norteamericana.
El lanzamiento de esta misión permitirá resolver incógnitas que han intrigado a la comunidad científica durante más de seis décadas, superando además el récord histórico registrado por la sonda Helios 2. Durante los años setenta, esta nave llegó a explorar el Sol localizándose a 43 millones de kilómetros de su superficie, en una posición mucho más alejada de la que tendrá la Parker Solar Probe. Con esta nueva iniciativa, será la primera vez que, al menos en sentido metafórico, la humanidad 'toque' el Sol para comprender mejor sus misterios.