Ahsoka, la nueva serie de Star Wars, será el primer proyecto encabezado por Rosario Dawson, que lleva a la imagen real a uno de los personajes más apreciados de la saga galáctica. La actriz debutó en The Mandalorian y ahora le dará a la heroína su propio proyecto live-action, que llega a Disney+ este 23 de agosto, después de series animadas como The Clone Wars o Star Wars: Rebels.

Al igual que aquellas, Ahsoka nace de la mente de Dave Filoni, director creativo de Lucasfilm. Fue él quien creó al personaje y quien le ha llevado de la mano durante ya 15 años. El "heredero de George Lucas", como le bautizan los fans, escribe el guion de todos los episodios de la serie y, además, es el encargado de dirigir el primero y el quinto. Tras su trabajo en The Mandalorian, esta producción es su gran prueba de fuego antes de tomar las riendas en una de las tres próximas películas de Star Wars, que cerrará el Mandoverse.

Filoni es un guionista al que le gusta tomarse su tiempo para contar las cosas. A la larga, hasta el momento, siempre ha jugado a su favor. The Clone Wars y Rebels son dos de las producciones mejor valoradas por el público de la saga. Y la reciente Las crónicas Jedi también logró muy buena aceptación. Pero en una serie con episodios más largos y con las limitaciones de la imagen real frente a la animación, el cineasta exigirá a sus espectadores un salto de fe.

Ahsoka

La nueva serie de Star Wars, obra de Dave Filoni, recupera el tono más clásico de la saga galáctica. Además, se convierte en una continuación perfecta de la cuarta temporada de Star Wars Rebels, lo que encandilará a sus fans. Sin embargo, eso también puede causar problemas a quienes no estén familiarizados con aquella propuesta animada. Lo mejor está en la dirección del propio Filoni, en su potente banda sonora y, sobre todo, en Natasha Liu Bordizzo, que interpreta a una Sabine Wren impecable. La serie tiene mucho potencial para acabar por todo lo alto.

Puntuación: 4 de 5.
AHSOKA

Ahsoka, un reto para los fans casuales

El primer punto que se debe comentar de Ahsoka es el más obvio. Los personajes no empiezan en un punto de partida. Esto no es algo que de por sí sea malo. Pero sí es un hándicap tremendo a la hora de captar y enganchar a nuevos seguidores. La serie se había vendido como una suerte de quinta temporada de Star Wars: Rebels. Filoni siempre quiso continuar con aquella historia, y para eso ha introducido a varios de sus protagonistas —e incluso a su gran villano— en Ahsoka.

Rebels terminó con una cuarta temporada que dejaba la puerta abierta a un futuro que, por aquel entonces, era mucho menos esperanzador que ahora. Uno de sus protagonistas, el joven Jedi Ezra Bridger, desaparecía en el hiperespacio junto al malvado Gran Almirante Thrawn. Durante años, los fans han teorizado mucho acerca de si Ezra y Thrawn siguen vivos o no, y dónde podrían estar. En la última escena de la serie, Ahsoka se reunía con otra de las protagonistas, la mandaloriana Sabine Wren, para buscarlos.

Y en la nueva serie no hay tiempo que perder. Desde el minuto uno, la trama se centra en esa misión. No es algo que pase de manera lateral, es el eje central de Ahsoka. Por eso, los seguidores de Rebels la van a acoger con mucho más cariño, ya que valorarán las verdaderas implicaciones de la historia para el universo Star Wars. Y probablemente disfrutarán como niños de ver a sus queridos personajes en acción real como si el tiempo no hubiese pasado. Pero quien no sepa quiénes son estos héroes y villanos, ni cuál es su contexto, se sentirá muy perdido. Al menos al principio. Es ahí donde deberá entrar en juego la paciencia de los espectadores hasta conseguir familiarizarse con unas referencias que les sobrepasan. Filoni asume un riesgo enorme que puede jugarle una mala pasada.

Ahsoka es la nueva serie del universo Star Wars que solo puedes ver en Disney+

Un ritmo a trompicones

Y precisamente es un riesgo por tratarse de un guionista que siempre acelera poco a poco. Ahsoka puede tener menos alicientes de los necesarios para enganchar en sus dos primeros episodios, que son los que se estrenan el 23 de agosto de 2023 en Disney+. Aquí ya no estamos en capítulos de 20 minutos en los que todo pasa de manera frenética. La serie comienza con un episodio de casi una hora. Y su tono lo nota. Todo es muy solemne, muy reflexivo, lento. La idea es dar tiempo a que esos nuevos seguidores se hagan con una historia que les es ajena.

Para no aburrir, Filoni añade buenas dosis de luchas de espadas láser, secuencias de acción por antonomasia en Star Wars. Sin embargo, la sensación no es tan compacta como parece pretender. Los constantes altibajos en el ritmo pueden sacar a quien no esté demasiado interesado en el planteamiento, precisamente por la dificultad de adherirse a una serie que es tan dependiente de otras que no se han visto. Para contrarrestar, eso sí, Filoni se encarga él mismo de dirigir el piloto. Y lo hace con nota.

Ahsoka

La acción es trepidante, épica. Y las secuencias más pausadas se muestran a través de una composición de imágenes espectacular. Cada plano está perfectamente medido, a lo que se suma una banda sonora descomunal que recuerda mucho a John Williams. Y, a pesar de ser el episodio más largo, también le imprime de un ritmo mucho mejor que el segundo, que acusa los puntos débiles de Ahsoka de forma mucho más evidente. Ese capítulo, dirigido por Steph Green, tiene algunas escenas muy potentes, pero en líneas generales es mucho más plano y menos interesante. En cualquier caso, Filoni regresará en el quinto, por lo que todo parece apuntar a un punto de inflexión en la temporada a partir de ese momento.

Natasha Liu Bordizzo, un fichaje estelar

Otra de las grandes notas positivas de Ahsoka está en su reparto. Pero no en Dawson, que cumple pero no sorprende, sino en Natasha Liu Bordizzo. La actriz australiana tenía la difícil misión de dar vida a un personaje tan carismático y querido como Sabine Wren. Con tan solo un par de escenas ya queda claro que la decisión de ficharla es un acierto mayúsculo.

Sabine es una mujer que, pese a ser muy joven, ha vivido mucho. Demasiado. Su vida ha estado marcada por la soberanía del Imperio, por la destrucción de su planeta, Mandalore, y la muerte o desaparición de algunos de sus seres más queridos. Todo eso hace de ella un personaje con un trasfondo muy dramático, algo que queda patente en las largas escenas silenciosas de Bordizzo, a la que no le pesa mirar al infinito reflejando toda clase de pensamientos. Pero Sabine también ha construido una fortaleza enorme. No tiene miedo a luchar, y además es muy mordaz e irónica. Cada palabra y cada gesto de la intérprete la convierten en la Sabine perfecta.

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Al lado de esta descomunal carta de presentación, el resto del reparto de Ahsoka no puede sobresalir tanto. Mención especial merece el fallecido Ray Stevenson, que interpreta a uno de los villanos con gran templanza y entereza. A su lado también destaca Ivanna Sakhno como su aprendiz, con un papel mucho más estrambótico e impulsivo. Mary Elizabeth Winstead, que es Hera Syndulla, por ahora cumple, como Dawson, pero en los dos primeros episodios no tiene ninguna escena en la que pueda mostrar todo su talento.

Ahsoka es el Star Wars más clásico

Hay en Ahsoka algo que emocionará a aquellos fans del Star Wars de toda la vida. Ese que comenzó con el episodio IV y que, después de la trilogía original, fue mutando en muchas otras cosas. Algunas buenas y otras no tanto. En la nueva serie, Lucasfilm intenta regresar a aquella esencia. A esa lucha entre el bien y el mal. Sin subtramas innecesarias con las que engordar la narrativa, pero sí con una galaxia llena de retos y peligros. Como la que descubrió Luke Skywaker cuando salió por primera vez de Tatooine.

Porque si algo puede definir a Filoni es su infinito entusiasmo por la franquicia. El creativo es, ante todo, el fan número 1 de Star Wars. Y por eso sabe perfectamente qué teclas tocar, algo que para los fans más acérrimos de la saga es un enorme placer. Las intenciones quedan meridianamente claras nada más arrancar el primer episodio, ese que él mismo dirige. Los primeros minutos son un evidente homenaje al comienzo de todo, al principio de Una nueva esperanza. Y, a partir de ahí, construye sobre unas bases de sobra conocidas. La relación Maestro-aprendiz, los mapas espaciales, las batallas aéreas, los droides, los espíritus libres sepultados en la inane política galáctica… Y, claro, la Fuerza y las espadas láser.

Ahsoka

Son ideas que han construido a la madre de todas las sagas a lo largo de décadas. Quien haya visto Star Wars va a reconocer inmediatamente de qué se le está hablando. Porque, a pesar de experimentos tan loables como la tenaz y sofisticada Andor, el foco del Star Wars más puro no estaba en la lucha proletaria o en las batallas internas de sus personajes. Todo aquello existía, sí, pero subyacente.

Por encima había una historia sobre cómo derrotar al mal y sus extravagantes y extraordinarias armas, sobre el misticismo cuasireligioso de los Jedi... sobre la amistad de un grupo de amigos que se van de aventuras al espacio. Y eso sí está en Ahsoka, que solo se distancia de ello en que el tono, aquí, es demasiado solemne. Un poco más de humor se echa en falta de vez en cuando, tarea que parece recaer exclusivamente en Chopper y en Huyang.

En resumidas cuentas, Ahsoka es la serie que los fans de Star Wars: Rebels llevaban años esperando. Un producto hecho con todo el cariño que Filoni le tiene a la saga y a sus personajes. Sin embargo, eso puede ir en su contra por dejar fuera a espectadores menos versados en el canon galáctico. Para ello se imprime un ritmo lento, pausado y solemne que no siempre funciona tan bien como debería. En cualquier caso, el primer capítulo es sensacional, dejando la promesa de una temporada que debería crecer poco a poco hasta llegar a un final apoteósico.