Los efectos visuales de las películas y series del Universo Cinematográfico de Marvel generan, cada tanto, nuevos debates. Son producciones que dependen de ellos en aspectos clave y que, en varias ocasiones, no han conseguido satisfacer a los espectadores y críticos. Esto entraña, en el fondo, una realidad que involucra distintos aspectos de la producción. El estreno de Ant-Man y la Avispa: Quantumania reabrió algunas discusiones al respecto.
Una parte importante de la industria del cine contemporáneo depende de los efectos visuales. El desarrollo tecnológico ha propiciado diversos cambios en el sector a lo largo del tiempo, desde pasar a grabar en espacios cerrados en situaciones en las que antes se preferían los exteriores, hasta la recomposición de un rostro mediante una base de imágenes, como en el caso de Indiana Jones y Harrison Ford.
Una de las franquicias que más requiere de este tipo de recursos, por la complejidad de la adaptación que propone y por la puesta en escena que desea alcanzar, es el Universo Cinematográfico de Marvel. La espectacularidad de sus superhéroes y villanos amerita algún respaldo tecnológico. Pero, ¿qué pasa cuando el resultado final no es del todo satisfactorio? Saltan las críticas. Fue lo que ocurrió con Ant-Man y la Avispa: Quantumania. Pero esta no es la primera vez que esto sucede.
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El caso Ant-Man y la Avispa: Quantumania
Los resultados en relación con los efectos visuales de Ant-Man y la Avispa: Quantumania no han sido del todo satisfactorios y las críticas globales de la película tampoco están siendo positivas. Sobre el primer aspecto, a través de Vulture, se filtró una problemática relacionada con la película y los empleados responsables de los efectos visuales. Estos destacan la presión y la división de parte del equipo para atender las necesidades de Black Panther: Wakanda Forever.
Desde el anonimato, el medio citado ofrece el siguiente testimonio:
“En términos de prioridad, Wakanda Forever estaba en lo alto de la lista. Todo el dinero fue ahí. Los mejores recursos fueron ahí”.
A este comentario, que Vulture atribuye a un técnico de efectos visuales, se añade otro en el que se menciona que se hicieron “muchos cambios editoriales” en la parte final de la secuela de Black Panther. ¿Cuáles fueron las consecuencias? Presiones y urgencias, resumidas en la siguiente declaración:
“Se nota que hubo atajos. Ciertas cosas se utilizaron para tapar trabajo incompleto. Algunos cortes editoriales se hicieron con la intención de no mostrar toda la acción o los efectos que pudo haber, probablemente porque no había tiempo suficiente para renderizarlo todo. (...) Realmente parece que hubo escenas cortadas o alteradas para ahorrar dinero, tiempo o tapar la imposibilidad de llevarlo a cabo".
No es la primera vez que se produce una situación similar en cuanto a los resultados finales, ni tampoco en relación con las críticas y reclamos de los estudios de efectos visuales sobre la dinámica de trabajo. Se trata de un pulso constante entre Disney, Marvel y estas otras empresas.
Un poco de historia, antes del Universo Cinematográfico de Marvel
Para tener una referencia de cuándo comenzaron a usarse efectos especiales en el cine, hay que partir del año 1926. De acuerdo con la tesis doctoral Evolución de los efectos visuales en la historia del cine y su influencia sobre la industria del video musical, elaborada por Sergio Martínez Sánchez, ese año ocurrió lo siguiente:
“No se sabe a ciencia cierta qué estudio, MGM o Fox, desarrolló el primer departamento de efectos especiales, lo que sí es seguro es que en 1926 y por primera vez, los efectos especiales aparecieron en sus primeros créditos gracias al estudio Fox y la película What Price Glory?”,
Sergio Martínez Sánchez, en Evolución de los efectos visuales en la historia del cine y su influencia sobre la industria del video musical
Hace casi cien años no se diferenciaba entre efectos especiales y visuales, debido al estado de la industria en ese momento. Sin embargo, Sergio Martínez Sánchez aportó en su trabajo doctoral otras producciones relevantes dentro de la historia de esta área:
“Durante esta década los cineastas ampliaron sus metas y aspiraciones, lo que disparó los presupuestos y provocó la aparición de modelos de ahorro para contener los gastos. Como resultado, los técnicos de efectos especiales se especializaron en la construcción de miniaturas de paisajes, vehículos y edificios. En los años 20 el liderazgo de la industria cinematográfica por parte de Hollywood era incontestable. A pesar de ello, los efectos especiales realizados por los cineastas alemanes eran muy superiores. Aun así, películas como The Thief of Bagdag (1924) competían en espectacularidad frente a las películas germanas.
Dicho film, dirigido por Raoul Walsh, supuso una revolución técnica y utilizó espectaculares efectos especiales como caballos y alfombras voladoras o dragones escupiendo humo. Una de las películas mudas más caras de la historia fue Ben-Hur (1925) famosa por hacer uso de una miniatura colgante para llenar la parte superior del Coliseo con falsos espectadores para la secuencia de la famosa carrera de cuadrigas”.
Sergio Martínez Sánchez, en Evolución de los efectos visuales en la historia del cine y su influencia sobre la industria del video musical
El comienzo de la modernidad
Estos son algunos de los primeros pasos en materia visual. El contexto sirve para describir una época, aquella, y también para contrastar con el presente: varias de esas cuestiones, si no todas, se pueden realizar a través de métodos digitales. Si se trata de fijar un tiempo histórico en el que se comenzaron a desarrollar estos, podría tomarse como referencia a la década de 1960.
En ese momento se produjeron los primeros grafismos, imágenes por ordenador y sistemas como Sketchpad. Mediante el cual se podía dibujar encima de una pantalla a través de un lápiz luminoso. Desde entonces, este sector no ha parado de crecer, influyendo en las formas de trabajo de áreas como la televisión y el cine.
Durante los 70, se desarrollaron procesadores de manipulación de imagen electrónica. A través de estos se podía enlazar el vídeo con un ordenador. Esta posibilidad llamó la atención de distintos cineastas en Europa. De forma progresiva, la industria comenzaba a servirse de esos avances para construir relatos. Sin estos primeros pasos (resumidos, entre varios otros), es válido sospechar que mucho del Universo Cinematográfico de Marvel —y los de tantas otras producciones y franquicias— sería muy distinto a lo que se ha visto.
Los antecedentes en el Universo Cinematográfico de Marvel
Volviendo sobre la intención de precisar el momento en el que las críticas a los efectos visuales se hicieron evidentes en el Universo Cinematográfico de Marvel, podría tomarse como ejemplo el caso de Viuda Negra, estrenada en 2021. Durante una secuencia en la que Yelena Belova (Florence Pugh) debe tomar una decisión clave para frenar el avance del villano de la película, el corte final no satisfizo a muchos espectadores.
Otros ejemplos similares al anterior, como se recuerda en Tomatazos, son:
- Thor: Love and Thunder
- Doctor Strange en el Multiverso de la Locura
- Ms. Marvel
- She-Hulk: abogada Hulka
Cada una de estas producciones, además de ayudar a construir el Universo Cinematográfico de Marvel, comparten como característica que hay al menos algún tramo de la película o serie en el que los efectos visuales derivaron en críticas. Pero este aspecto no solo quedó en reproches por parte de la audiencia. Algunos trabajadores responsables de los efectos visuales filtraron cómo es su rutina de trabajo, cuando se trata de Marvel y Disney, destacando presiones en las entradas, cambios de última hora y poco tiempo de trabajo.
El epicentro del reclamo
El 9 de julio de 2022, The Gamer publicó un artículo en el que recopiló distintas críticas de trabajadores del sector de los efectos visuales. Estas se habían filtrado a través de Reddit. Algunos de los comentarios fueron los siguientes:
- “Estoy francamente enfermo y cansado de trabajar con proyectos de Marvel”.
- “Marvel tiene probablemente la peor metodología de producción y gestión de efectos visuales que existe”.
- “A los artistas (de efectos visuales) que trabajan en los espectáculos de Marvel definitivamente no se les paga el equivalente a la cantidad de trabajo que realizan”.
- “Solicité no trabajar en películas y programas de televisión [de Marvel]. Desafortunadamente, se están convirtiendo en nuestro mayor cliente. Esperan una mezcla heterogénea de opciones para poder cambiar de opinión tres veces más”.
- “'[Por el trabajo con] Marvel he visto a hombres adultos golpear paredes y arrojar monitores debido al estrés. Me derrumbé un par de veces y he visto la tensión que puede generar en los matrimonios. Pero bueno, el pago fue fantástico. Al diablo con Marvel como cliente, el nombre de crédito no vale la pena”.
A través de estos testimonios, expuestos desde el anonimato para evitar represalias, se puede comprender que la principal queja tiene que ver con el volumen y el ritmo de trabajo. Poco tiempo disponible y máxima exigencia. A esto se suma el testimonio más reciente, en relación con Ant-Man y la Avispa: Quantumania, y la derivación de parte de los recursos a la secuela de Black Panther.
El empleado consultado por Vulture, además de las citas ya expuestas, también agregó lo siguiente, en relación con su capacidad de acción y reclamo: “No quieres hacer nada que vaya a poner en peligro tu salario. Asumes que no tienes el poder de decir nada en contra. No puedes decir ‘eso es una mierda, ¿no podemos hacer algo mejor?’, porque nunca va a ocurrir”.
La saturación de contenido
En algunos casos anteriores, se menciona que varios empleados han tenido que redoblar sus jornadas de trabajo para lograr presentar los proyectos. Esto genera una espiral de fatiga física, cognitiva y mal ambiente laboral que pesa sobre ellos, junto con los resultados en ocasiones pocos satisfactorios.
En la actualidad, parte de la crítica considera que el Universo Cinematográfico de Marvel se encuentra saturado de propuestas, desde que se expandiera hacia el formato de series a la par que estrenaba sus películas. Por otro lado, Disney ha frenado su volumen de estrenos por los próximos meses, para reducir un fragmento de la inversión en este tipo de proyectos. No se descarta que esta decisión también tenga que ver con el punto anterior.
En ese contexto, The Marvels reprogramó su estreno para el 10 de noviembre de este año. De acuerdo con información de The Wrap, la intención con este cambio es dar más tiempo a la fase de postproducción, un proceso en el que trabajan los estudios vinculados con los efectos visuales. En un principio, esta película estaba en agenda para el mes de julio.
¿Puede ser este un primer paso para establecer una mejor relación entre las partes? Quizá. Algo que sí parece evidente, a juzgar por el resultado de algunos contenidos, es que no están satisfaciendo a todas las partes, algo que se mezcla con otras críticas hacia el Universo Cinematográfico de Marvel.
El problema de fondo
Aunque el Universo Cinematográfico de Marvel establezca mejores dinámicas de trabajo con los estudios encargados de los efectos visuales, esto es solo una parte del problema que tiene la franquicia en la actualidad. Sus películas y series no están desencantando y dejando de llamar la atención porque se vean mejor o peor que antes. Esto ocurre debido a que su estructura se ha vuelto predecible, con una fórmula que, por su repetición durante estos años, se ha vuelto obvia. Si se tratara de resumirla en una frase, sería algo como esto: "Siempre ganan los buenos".
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Pero en la vida cotidiana (e incluso los cómics) esa idea admite varias consideraciones. Más allá de autoparodiarse, como ocurrió en el último capítulo de She-Hulk: abogada Hulka, el Universo Cinematográfico de Marvel necesita contar mejores historias y tomar más riesgos. Ya no le vale con entretener, porque desde el 2008, cuando se estrenó Iron Man, lo hace en mayor o menor medida. Su crecimiento, en este punto de la franquicia, pasa por reflejar más temas complejos (racismo, machismo, xenofobia, violencia policial) y abordados desde una perspectiva cada vez más adulta. Si eso llega a ocurrir, es probable que no pocos críticos y seguidores perdonen los detalles estéticos que se le están achacando.