Después de largos meses en la oscuridad y burlándose de las autoridades, las aventuras de Do Kwon finalizaron del modo menos esperado: arrestado en un aeropuerto montenegrino, tratando de volar a Dubai usando un pasaporte falsificado de Costa Rica. Ni Aaron Sorkin se animó a escribir un guion con semejante desenlace.
Claro que a esta película todavía le quedan varios actos antes de llegar a los créditos finales. El creador de UST y Luna, las criptomonedas que protagonizaron uno de los escándalos más resonantes de 2022, ahora debe afrontar las consecuencias de sus actos frente a las autoridades. Y vaya si hay interesados en que dé explicaciones ante la Justicia. No por nada, tanto Corea del Sur como Estados Unidos anunciaron que buscarán su extradición.
Después de su arresto en Montenegro, el Departamento de Justicia de Estados Unidos presentó 8 cargos criminales contra Do Kwon. Entre ellos, fraude de valores, fraude de commodities, fraude electrónico y manipulación de mercado. A lo que se le suman los cargos civiles que la SEC ya había presentado en su contra.
Un dato curioso: si prevalece la extradición norteamericana, su caso caerá en la Oficina del Fiscal Federal para el Distrito Sur de Nueva York. Es decir, la misma que hoy está a cargo del caso contra Sam Bankman-Fried por el colapso de FTX. Y no por casualidad, justamente. El fiscal federal Damian Williams ha sido de los más vocales para que los responsables de crímenes con criptomonedas paguen por sus acciones. "El fraude es fraude, no importa si ocurre en la blockchain o en Wall Street", dijo tiempo atrás.
Las criptomonedas pueden gustarte más o menos. Puedes creer que tienen una mayor o menor utilidad. Tal vez, incluso, pienses que sean una estafa piramidal; así como otros están convencidos de que son el camino a la libertad financiera. No importa de qué lado estés, la caída de personajes como Do Kwon y Sam Bankman-Fried ratifica la idea de que la era de los jóvenes maravilla del mundo cripto parece estar llegando a su fin.
Do Kwon y SBF, dos 'jóvenes maravilla' que nunca fueron
Si bien fueron por caminos diferentes, los recorridos de Do Kwon y Sam Bankman-Fried tuvieron desenlaces similares. El exCEO de Terraform Labs promovió la idea de un ecosistema descentralizado con base en una stablecoin algorítmica (UST) y un token nativo (Luna), sumado a un plan de incentivos para préstamos y depósitos a través de una plataforma llamada Anchor Protocol. Sin embargo, no fueron pocos quienes salieron a señalar las falencias de su plan, solo para recibir respuestas absurdas y hasta insultos a través de Twitter.
Uno de los tuits más virales del joven empresario surcoreano fue contra Dai, la stablecoin descentralizada de Maker DAO. "Por mi mano, Dai morirá", escribió por entonces. Una frase que fue vitoreada por sus seguidores, un grupo autodenominado como Lunatics (Lunáticos), quienes montaron una suerte de culto en torno a las promesas de Do Kwon.
Aunque ni sus acérrimos defensores se salvaron del desastre cuando UST perdió la paridad con el dólar y entró en un "espiral de la muerte". En ese escenario, Luna también cayó y la debacle fue total. En cuestión de horas, más de 40.000 millones de dólares fueron borrados del ecosistema cripto y la onda expansiva no solo afectó al público, sino también a un sinfín de empresas. Este artículo de Hipertextual de mayo de 2022 explica al detalle el desastre de UST y Luna, por si quieren conocer la historia a fondo.
En los días posteriores a la caída de su imperio, Do Kwon se mantuvo activo en Twitter prometiendo soluciones. Sin embargo, bajo el pretexto de amenazas contra él y su familia, emigró a Singapur y comenzó a planear su gran escape. De hecho, las dudas sobre su paradero comenzaron a hacerse públicas en septiembre, cuando fiscales de Corea del Sur ordenaron su arresto bajo acusaciones de fraude y la policía singapurense no pudo hallarlo.
El empresario negó haberse fugado y siguió mostrándose burlón y desafiante contra las autoridades a través de Twitter, pero sin revelar su ubicación. Poco después llegó la alerta roja de Interpol y la reciente historia conocida: los rumores de un posible escondite europeo, la visita de funcionarios coreanos a Serbia en febrero, y el arresto en Montenegro ocurrido ayer.
Cuando Sam Bankman-Fried quiso jugar al salvador
Es probable que Do Kwon y Sam Bankman-Fried nunca se hubieran cruzado, de no ser porque fueron producto de una receta calcada. Se volvieron multimillonarios de la noche a la mañana, alcanzaron niveles de exposición sin igual gracias a sus planes grandilocuentes, y terminaron cayendo de forma impactante, alimentados por su propia arrogancia.
Lo curioso es que, en el caso del exCEO de FTX, su imagen pública se volvió gigante tras el colapso de UST y Luna. De hecho, SBF instaló el discurso de que estaba dispuesto a salvar el ecosistema de las criptomonedas. Y lo hizo bajo la promesa de tender una mano a muchas de las empresas que sufrían la onda expansiva de su exposición a Terra.
En los meses siguientes a la caída de Do Kwon y Terraform Labs, se registraron muchísimos casos de compañías cripto al borde del abismo. Denuncias de insolvencia, balances en rojo y un sinfín de problemas afectaron a nombres como Three Arrows Capital, BlockFi y Celsius. El "invierno de las criptomonedas" parecía no dejar títere con cabeza, pero una compañía se mantenía inmune a los problemas: FTX.
Al exchange de Sam Bankman-Fried no le entraban las balas, cuando todos a su alrededor caían. Todo, mientras el joven empresario jugaba a ser el salvador del mundo cripto desde el lujo de las Bahamas. Se había convertido, además, en un objeto de deseo para la prensa especializada en finanzas, que se deshacía en elogios ante el joven maravilla que había creado una fortuna de 26.000 millones de dólares.
Era "un distinto", si lo llevamos a términos futbolísticos. Era el que quería transparentar el mundo cripto, el que pregonaba por la regulación para acabar con casos como el de Do Kwon y Terra. Sin embargo, ni los millones de dólares que repartió en Washington haciendo lobby para prohibir el sector de las finanzas descentralizadas lo salvaron cuando una pequeña brisa tumbó su castillo de naipes.
De un momento a otro, Sam Bankman-Fried dejó de ser el salvador de las criptomonedas para revelarse como un estafador. Otro más. Uno a la altura de Do Kwon —o hasta peor—, que hoy afronta la posibilidad de pasar el resto de su vida en prisión.
Mirando de reojo a Justin Sun
Con Sam Bankman-Fried arrestado y Do Kwon esperando por su extradición, ¿quién querría ser el próximo "joven maravilla" de las criptomonedas? Algunos se animan a mirar a Justin Sun, el fundador de la TRON Foundation —que se encarga de la red homónima y su token nativo (TRX)—, y también dueño de BitTorrent.
El empresario de 32 años puede que sea un desconocido para la mayoría, pero no es una figura precisamente nueva en el mundo cripto. De hecho, su personalidad extrovertida, especialmente en Twitter, lo han llevado a ser noticia en más de una oportunidad.
Si vemos el pasado reciente, fue uno de los que ofreció un salvataje a FTX cuando se caía a pedazos, pero no se concretó. Mientras que en diciembre pasado se burló de Do Kwon y UST, al asegurar que USDD, su propia stablecoin algorítmica, estaba "respaldada en un 200 %". Una afirmación que ha sido catalogada como engañosa.
Pero esto no es todo. Días atrás, en medio de las negociaciones de UBS para comprar Credit Suisse, dijo que, si la oferta no prosperaba, estaba dispuesto a adquirir el banco suizo para "integrarlo al mundo web3".
Y aún no les conté lo más curioso: si bien Justin Sun nació en China, tiene nacionalidad de Granada y cumple labores como diplomático para dicho país. De hecho, en diciembre de 2021 se convirtió en el representante granadino ante la Organización Mundial del Comercio.
No obstante, por estos días ha tenido su propia cuota de problemas. La SEC lo demandó junto a celebridades como Lindsey Lohan y Jake Paul por fraude y otros delitos contra la ley de valores estadounidense. Desde entonces, las sospechas en torno a sus negocios se han disparado.
Con Sam Bankman-Fried y Do Kwon ya tachados de la lista, nadie se anima a descartar que Justin Sun sea el próximo "joven maravilla" cripto en el punto de mira de la justicia norteamericana.