Con Sam Bankman-Fried, de FTX, bajo custodia de la justicia, Estados Unidos se ha envalentonado. La Comisión de Bolsa y Valores (SEC) ahora va tras Do Kwon, el responsable del otro gran escándalo cripto de 2022: el desplome de UST y Luna.

En las últimas horas de ayer, el organismo norteamericano acusó formalmente al emprendedor surcoreano, y a su firma Terraform Labs, de orquestar un fraude valuado en unos 40.000 millones de dólares. La SEC asegura que tanto Do Kwon como su compañía engañaron repetidamente a sus inversores al ofrecer productos bajo la promesa de que podrían generar rendimientos de forma segura, y bajo la supuesta certeza de que sus activos solo aumentarían de valor.

¿Cómo lo hicieron? Por un lado, con una stablecoin algorítmica (UST) que podía generar intereses de hasta un 20% anual en dólares a través de Anchor Protocol. Por el otro, inflando artificialmente el precio de Luna, el token nativo de la blockchain de Terra. Este último era lo único que mantenía la paridad de UST con el dólar mediante un sistema de "quemas" basado en la oferta y demanda. Si quieres conocer más a fondo cómo se generó este desastre, lo explicamos con mayor detalle en este artículo.

"Alegamos que Terraform y Do Kwon no brindaron al público una divulgación completa, justa y veraz, como es requerido a una gran cantidad de criptoactivos, más notablemente para LUNA y Terra USD. También alegamos que cometieron fraude al repetir declaraciones falsas y engañosas para generar confianza antes de causar pérdidas devastadoras para los inversores", explicó Gary Gensler, presidente de la SEC.

La demanda acusa a Do Kwon y su compañía de violar la Ley de Valores y la Ley de Bolsa de Estados Unidos. "El ecosistema de Terra no era descentralizado, ni tampoco eran finanzas. Fue simplemente un fraude respaldado por la llamada stablecoin algorítmica, cuyo precio estaba controlado por los acusados, no por ningún código", aseguró Gurbir Grewal, director de la División de Cumplimiento de la SEC.

Estados Unidos carga contra Do Kwon, quien por ahora sigue oculto

Do Kwon | UST | Terra | Terraform Labs

Que Estados Unidos haya salido ahora a acusar a Do Kwon de un fraude de 40.000 millones de dólares, no es casual. Como dijimos al comienzo, las autoridades norteamericanas han revitalizado su plan de regulación de las criptomonedas en el último tiempo. Y quieren aprovechar el envión del desplome de FTX y el arresto de Sam Bankman-Fried para caerle a otro "pez gordo" del sector.

Sin embargo, la SEC se enfrenta al mismo problema de los demás organismos que pretenden que Do Kwon dé explicaciones: nadie sabe dónde está. En septiembre de 2022, cuatro meses después del escándalo de UST y Luna, surgieron los primeros reportes de que el empresario estaba prófugo.

La justicia surcoreana emitió una orden de arresto en su contra por violar la Ley de Mercado de Capitales, pero no pudo hallarlo. Su último paradero había sido Singapur, hacia donde había emigrado junto a su familia. Allí contaba con una visa laboral vigente hasta diciembre pasado, pero la policía singapurense tampoco pudo encontrarlo. Y no existían registros de que hubiera salido de la ciudad-estado de forma legítima.

Un juego del gato y el ratón

Así comenzó este juego del gato y el ratón. En Twitter, y apelando a su típico tono socarrón, Do Kwon negó haberse fugado y se burló de las autoridades. Corea del Sur le revocó su pasaporte y salió a la caza de sus tenencias en Bitcoin para evitar que siga escapando. En tanto que Interpol habría emitido una alerta roja en su contra, aunque la misma sigue sin reflejarse en su sitio web.

En noviembre comenzaron a circular rumores de que el fundador de Terraform Labs podría haber ingresado clandestinamente a Europa. Y si bien no se lograron avances inmediatos al respecto, este mes las autoridades surcoreanas comenzaron a patear el hormiguero. Bloomberg informó en los primeros días de febrero que funcionarios del Ministerio de Justicia del país asiático viajaron a Serbia, siguiendo pistas del supuesto paradero de Do Kwon.

Por lo pronto, la otrora estrella del ecosistema cripto ha decidido bajar su exposición en redes sociales. Desde que comenzó el año, prácticamente no ha tuiteado. Y lo poco que ha interactuado con la plataforma ha sido para responder un puñado muy pequeño de publicaciones que lo mencionan o se relacionan con sus viejos proyectos.