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Tener una rutina matutina productiva no es una cuestión de suerte y a veces ni de disciplina sino de autoconocimiento y aprovechamiento de nuestros recursos. Hay muchas técnicas de productividad y también muchas otras para incorporar hábitos a nuestro día a día, pero lo cierto es que no siempre funcionan, o mejor dicho no funcionan para todos.

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A veces tratamos de seguir una técnica por los resultados que promete pero dejamos de ser realistas. Esto no está mal, ¿quién podría resistirse a una técnica que, por ejemplo, sirve para aumentar 10 veces nuestra productividad? Pero, ¿qué tal si esta técnica requiere que nos levantemos a las 4 de la mañana o nos pide que salgamos a correr antes que ninguna otra cosa y esto es realmente descabellado para nuestros ritmos y gustos? (o falta de superpoderes porque ¿quién en su sano juicio se levanta a esas horas? Tiene que ser un superpoder, no hay otra explicación).

Por eso decíamos al inicio que para construir una rutina productiva se debe comenzar por el autoconocimiento y aprovechamiento de nuestros recursos. Es decir, conocer y aceptar que aunque podemos ser incapaces de levantarnos a las 4 de la mañana sí que podemos aprovechar nuestro tiempo más productivo, esto es si somos personas búho o alondra. Si partimos de una mirada realista y tenemos disposición ya tenemos la mitad del camino recorrido.

Las 4 áreas esenciales

Para construir una rutina matutina productiva algunos expertos recomiendan cubrir cuatro áreas esenciales:

  • Mental
  • Espiritual
  • Emocional
  • Física

¿Cómo hacerlo? Aquí es donde se necesita conocernos a fondo y ser sinceros con nosotros mismos: ¿realmente me va levantarme a correr o es mejor para mí meditar o desayunar? Aquí no se trata de una lista de cosas por hacer sino de cubrir esas áreas y en el orden que mejor nos convenga.

Área mental

Sabemos muy bien que la mente no para, todo el tiempo los pensamientos vienen y van, algunos al pasado, algunos al presente y esto genera emociones que muchas de las veces nos desgastan. De nada sirve estar pensando a la hora de dormir en todos los pendientes del día siguiente, por tal motivo debes encontrar la mejor forma de decirle a tu mente que "tienes todo bajo control". Es decir, escribe tus cosas por hacer, agenda tus citas y tus fechas de entrega, haz listas (a la mente le encantan las listas. No olvides apoyarte de las apps para lograr objetivos.

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Área espiritual

Si eres una persona religiosa en esta área puedes incluir tus ritos u oraciones, nada mejor que comenzar el día con un momento personal e íntimo. Eso sí, ten en cuenta que el área espiritual no es exclusiva de las personas que siguen alguna religión, por el contrario es una parte importante para todos. La definición de "persona espiritual" es: Que es sensible y que se interesa por aspectos relacionados con los sentimientos y la razón.

Como puedes ver esta área también tiene que ver con aquello que nos ayuda a tener equilibrio en los sentimientos y los pensamientos. Este balance se puede conquistar con una caminata, con meditación, algunas personas mantienen un pequeño jardín; es decir, cualquier cosa que nos ayude a conectar con nosotros mismos.

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Área emocional

Aunque esta área luce muy parecida a la anterior aquí se tendrá más atención a las emociones y a las relaciones con las personas que nos rodean (en la anterior lo prioritario era nuestra conexión con nosotros mismos). En esta área se puede incluir cuidar nuestras relaciones más cercanas: los hijos, la pareja, los rommies, los compañeros de trabajo, incluso nuestros queridos animales de compañía. Esto puede ser desde hacer el desayuno para todos, hablar con nuestra pareja (en vivo o por algún mensajero), pasear al perro, cepillar al gato, ¡cualquier cosa que haga sentir mejor a los demás seres que nos importan!

Otras actividades que, aunque pueden sonar sacadas de un libro de autoayuda, la ciencia respalda son: agradecer y meditar. Sí, agradecer no sólo nos hace más felices sino más sanos y meditar tiene grandes beneficios: mejora la concentración, incrementa las emociones positivas y la satisfacción, estimula el sistema inmunológico e incrementa la memoria.

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Área física

Ya hablábamos líneas arriba que no todos tenemos el superpoder de salir a correr a primera hora; si tú lo tienes, adelante, con seguridad conoces las ventajas de realizar con regularidad una rutina de ejercicio. Ahora bien, puede ser cualquier actividad física que nos ayude a tener más energía, desde estiramientos, una sesión de yoga, natación, etc. ¡Lo que más te guste y te anime!

Además de lo anterior, el área física también se cuida con una buena alimentación. Es decir, tomar un buen desayuno e hidratarte es muy importante, recuerda que la noche es el periodo más largo de ayuno, por tanto tu cuerpo requiere atención al despertar. Aquí lo ideal es buscar qué nos va mejor en cuanto a tiempo y bienestar, un buen desayuno no necesariamente nos llevará horas de preparación, lo mismo para las colaciones saludables.

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Lo mejor para cada quien

Si tomamos en cuenta las cuatro áreas esenciales, escogemos de forma realista las actividades que más nos van y estamos seguros de que las continuaremos haciendo bajo una rutina diaria, con seguridad conseguiremos lo mejor día a día sin desgastarnos o frustrarnos con rutinas irreales para nuestra forma de vida y gustos.

Podemos decir que una rutina, ya sea que la comencemos a las 4 o a las 11 de la mañana, en nuestra casa o en la oficina, no depende de la hora de inicio o del lugar sino de la integridad y equilibrio en las áreas mencionadas, así que, analiza tus áreas, tus actividades favoritas, planifica tu rutina y manos a la obra.