Es raro que detengamos nuestras vidas ajetreadas para tomarnos el tiempo de agradecer las cosas que tenemos. Pero quizás lo haríamos de vez en cuando, **si estuviéramos más conscientes de los beneficios que la gratitud puede tener para nuestra salud.**
Puede que sea el más hippie de todos los consejos que les haya dado en los años que llevo escribiendo para Internet, pero varias investigaciones científicas señalan que **ejercer el hábito de la gratitud podría recompensarnos con una mejor salud**, tanto física como mental. De acuerdo con el profesor de psicología de la Universidad de California, Robert Emmons, las personas agradecidas -aquellas que perciben la gratitud como un rasgo permanente de carácter en lugar de ser un estado temporal- tienen mejores hábitos de cuidado personal y conductas más saludables, como **hacer ejercicio regularmente, acudir al médico y llevar una dieta sana.**
Las personas agradecidas tienen mejores hábitos de cuidado personal y conductas más saludables
La gratitud, además, **nos ayuda a manejar el estrés**, un trastorno que como ya sabemos puede enfermarnos y está vinculado con una larga serie de enfermedades, incluyendo trastornos cardiacos y cáncer. Según Emmon, las investigaciones realizadas en torno a la gratitud muestran que ésta tiene un valor positivo en ayudar a las personas a manejar el estrés y los problemas cotidianos.
Por otra parte, las personas agradecidas tienden a ser más optimistas, un rasgo de personalidad que está relacionado con un mejor sistema inmunológico. En **un estudio**, los investigadores compararon el sistema inmune de estudiantes de Derecho que se encontraban bajo altos niveles de estrés; aquellos caracterizados como optimistas **mantuvieron un número más alto de células protectoras del sistema inmune** en su conteo sanguíneo.
Según Emmons, **la gratitud también puede bajar la presión sanguínea y facilitar mejores hábitos de sueño**, además de consumir hasta 25% menos grasa en su dieta diaria y producir 23% menos cantidad de hormonas relacionadas al estrés, como el cortisol. Otro investigador, Paul Mills, señala que sujetos sometidos a estudio que practicaban hábitos de gratitud **mostraban menos depresión y fatiga.**

Cuando pensamos en aquellas cosas que apreciamos, esto estimula la parte parasimpática del sistema nervioso, lo que disminuye los niveles de cortisol e incrementa la oxitocina, haciéndonos sentir conectados con las personas de nuestro entorno. Lo mejor es que **incluso aquellas personas que no son agradecidas por naturaleza pueden desarrollar la gratitud como un hábito**.
Maneras de expresar y ejercitar nuestra gratitud
Las investigaciones señalan que una de las mejores formas de ejercitar la gratitud es **llevando un diario de gratitud**. Llevar un diario es una manera de preservar un registro de nuestros pensamientos, lo que nos ayuda a enfocarnos y a recordar las cosas que agradecemos, y de esa manera a generar una nueva perspectiva con respecto a nuestras vidas. Escribe al menos dos o tres cosas por las cuales estás agradecido cada día, sin importar si son cosas pequeñas, como tener un techo sobre tu cabeza, o grandes, como ganar una competencia o un ascenso. En la medida de lo posible, evita concentrarte en aspectos materialistas, y **conduce tus pensamientos hacia las relaciones humanas, la salud y en general, las necesidades satisfechas en tu vida.**
Otra práctica que puede ser importante es recordar dar las gracias a las personas que te rodean. Generar un vínculo social contribuye a la generación de oxitocina y a la sensación de estar conectados y pertenecer a un grupo humano. Tanto dar las gracias a tu familia, amigos y pareja por las pequeñas cosas que hacen por ti cada día, como recordar mantener una actitud de gratitud con los desconocidos con los que te cruzas casualmente, **puede tener un impacto en tu humor y tu estado de ánimo**. La **meditación**, incluso por unos pocos minutos, también puede ayudarnos a generar pensamientos positivos de gratitud.
Ejercitar la gratitud puede ser un hábito sencillo de implementar, que tiene un costo muy bajo y potencialmente enormes beneficios. Inténtalo por unos días y nos cuentas cómo te va. **Yo empiezo ahora mismo: ¡muchas gracias por leer este artículo!**