Las filtraciones tecnológicas, mucho más prolíficas que los anuncios oficiales, reflejan el vértigo de una industria que vive con un pie en el presente y otro en el futuro. Tal como versa el refrán, “para muestra basta un botón”. La serie Samsung Galaxy S24 fue presentada hace pocas semanas y, sin embargo, en los pasillos del negocio móvil ya circulan rumores sobre los Galaxy S25. Los leaks se repiten a diario, afectando a diferentes sectores y compañías. Para bien y para mal.
De la boca hacia afuera, los fabricantes manifiestan su disgusto. En algunos casos, el malestar es auténtico. Responde al ánimo de guardar la información acerca de los desarrollos, revelándola cuando lo crean oportuno. Pero algunas empresas echan combustible al fuego de las filtraciones, haciéndolo arder en secreto. ¿Para qué? Es publicidad gratuita. Y tentadora.
¿Cuán cierto es que los principales divulgadores de filtraciones tecnológicas reciben datos confidenciales de las mismísimas compañías? En este punto, hay que decir que en aquel mundillo hay para todos los gustos. Expertos de la industria, figuras enigmáticas, programadores que desnudan códigos internos, y analistas presumidos. También hay descuidos y sospechas. A continuación, una radiografía de aquel universo misterioso.
Las personalidades y fuentes más relevantes de las filtraciones tecnológicas
Un par de datos de orden semántico, antes de avanzar. En inglés, a las filtraciones se las conoce como “leaks”. Igual que en español, el término hace referencia a fugas y/o goteos. Es interesante pensar en esas imágenes, en las que algún elemento se escapa del sitio en donde debería estar contenido. Tal como señalamos, en la industria tecnológica los que abren las rendijas provienen de ámbitos diversos. No todos actúan del mismo modo, ni con las mismas herramientas.
Las que siguen, son las principales figuras en el mundillo de las filtraciones tecnológicas. La lista es variopinta.
EvLeaks, el rey que abdicó
Este hombre fue la gran referencia en el ámbito del goteo tecnológico. Escondido en la cuenta de Twitter @evleaks, durante muchos años su identidad fue un misterio. Ahora sabemos que su nombre real es Evan Blass. El célebre murmurador de origen estadounidense consiguió la atención de la industria, desnudando secretos desde el 2011. Sus revelaciones —habitualmente enfocadas en el negocio móvil— despegaron cuando en el 2012 anticipó información certera sobre dos modelos de Nokia, los Lumia 820 y 920. Casi todas las firmas del sector fueron sus “víctimas”.
Según contó BBC, Blass padece esclerosis múltiple y su movilidad es reducida. En parte, esa enfermedad fue la que lo obligó a renunciar a sus anteriores trabajos de oficina y pasar gran parte de su jorrnada recluido en su casa, frente a la computadora.
El hombre detrás de @evleaks jamás reveló sus fuentes, aunque es sabido que ha mantenido contactos estrechos con soplones de las propias empresas. En el 2014 anunció su retiro. “Todo lo bueno se acaba”, tuiteó. Sin embargo, cada tanto vuelve al ruedo con alguna revelación. Una de las más recientes es una computadora transparente que lanzaría la marca Lenovo.
OnLeaks, el nuevo emblema de las filtraciones tecnológicas
Este filtrador ahora célebre es uno de los que ha recogido el guante de Evan Blass. En su biografía en X (Twitter) presume una eficacia del 96,7% en sus informaciones, una tasa difícil de comprobar con precisión. Amén de ello, los leaks que divulga son ahora famosos y alimentan las secciones de los medios especializados en tecnología. Además, su labor se destaca por la generación de diseños conceptuales que se basan en la información que circula, tanto las rumoreadas como las que aparecen en patentes oficiales.
En un tuit fijado en la cuenta @Slashleaks, que él mismo dirige, asegura que de las más de 10.000 filtraciones tecnológicas que publicó, 7.349 fueron confirmadas. “Este es el lugar definitivo para descubrir, compartir, rastrear, calificar y hablar sobre leaks. ¡Todas las fugas en un solo lugar!”, se lee en la descripción del proyecto de este soplón, cuyo nombre real es Steve Hemmerstoffer.
Los filtradores con galera: Mark Gurman, Ross Young y Ming-Chi Kuo
El trío que nos convoca en esta sección tiene, al menos en una primera aproximación, una mayor reputación en comparación con Blass y Hemmerstoffer. Eso es, acaso, por la procedencia de los datos que divulgan y el público al que se dirigen. Los mencionamos —y a ellos también le gusta de ese modo— como “analistas” de la industria. Como si estuviesen a un costado de las filtraciones que, en definitiva, se ocupan de desparramar en redes y medios especializados.
Gurman fue reportero del sitio 9to5Mac y actualmente es parte del equipo de Bloomberg. Es reconocido su boletín Power On, fuente de consulta ineludible para los interesados en conocer las novedades de Apple, antes de que la compañía de Cupertino confirme sus anuncios oficialmente. Según datos tomados hasta 2022, la tasa de aciertos de este especialista ronda el 85%. Ese listado puede ser consultado aquí.
Por su parte, Young es el fundador y director ejecutivo de Display Supply Chain Consultants (DSCC). Aquella es una firma experta es la cadena de suministro a nivel mundial, para los productos basados en pantallas. Con sus contactos estrechos en ese sector, los datos de este analista son relevantes para anticiparse a los planes de los fabricantes, en especial los que participan en el negocio móvil. Su tasa de acierto es habitualmente superior a la de Gurman. Eso es mucho decir.
El nombre de Ming-Chi Kuo también es conocido por los fans de Apple. En los medios habitualmente se lo describe como un “insider”, terminología en inglés que refiere a aquellos que conocen al dedillo un ámbito específico. Así, el trato cercano con representantes de las compañías abre las puertas a información privilegiada. Este hombre es analista de la firma de servicios financieros TF International Securities. Sus predicciones no solo calman la sed de los que desean sabe qué mejoras tendrá el próximo iPhone. También sirven como una brújula para los inversores. Como fuere, en su historial hay aciertos y algunos yerros, como aquella vez que aseguró que la firma de Cupertino lanzaría una base de carga llamada AirPower, que nunca se lanzó.
Matt Navarra y Jane Manchun Wong: cuando el leak surge del código
Las filtraciones tecnológicas no siempre provienen de datos robados, o son reveladas por soplones en la cadena de suministro. En ocasiones, las “gemas” pueden hallarse en el código de las aplicaciones, en especial cuando hablamos de softwares.
En ese terreno se mueven Navarra y Wong que, cada uno a su modo, revisan las entrañas de los programas para encontrar funciones no lanzadas en forma oficial.
Analistas, consultores, como quieran llamarle. Ellos se mueven en el ámbito de la ingeniería inversa. Básicamente, se dedican a revisar las entrañas de los programas. Sus principales presas son las redes sociales, entre ellas Facebook, TikTok e Instagram.
En el código, es usual que aparezcan referencias a opciones que se prueban internamente, incluso antes de un lanzamiento. ¿Qué alcance consiguen sus divulgaciones? Una vez más, un botón sirve de muestra. A Wong se la calificó como la principal enemiga de Facebook (Meta). Tan atinados son sus datos, que ella misma ha salido al ruedo a decir que no es empleada de esa compañía.
El “lado beta” de las filtraciones tecnológicas
En el terreno de los softwares, hay otra vía vinculada a las filtraciones, aunque en este caso consentida por los desarrolladores. La referencia es a las versiones de prueba de los programas, que se conocen como “beta”. En términos resumidos, son plataformas que sirven para probar funciones antes del despliegue a nivel general.
WABetaInfo es una referencia en este sector específico. Es una publicación que se especializa en la inspección de las versiones de prueba de WhatsApp, revelándolas antes que Meta, el dueño del mensajero. En su trabajo no hay magia, ni espionaje. En cambio, operan a través de la revisión de aquellas ediciones.
La dualidad de las empresas ante las filtraciones: disgustos y agrado solapado
Hay más vías que conducen a las filtraciones tecnológicas, además de las arriba repasadas. ¿Sabías que algunos leaks que provienen de patentes presentadas por las compañías? Aquellos documentos que los fabricantes entregan a organismos competentes, son ideales para espiar el futuro de la industria. Por ejemplo, el año pasado en Hipertextual mencionamos los bocetos del Galaxy Ring, mucho antes de que Samsung anticipe su anillo inteligente en la reciente presentación de los Galaxy S24.
Otra grieta de interesante y necesaria mención son las que, intencionalmente, abren los mismísimos fabricantes. Sí, aquellos que, de la boca para afuera, se quejan de la acción de los filtradores y amenazan con demandarlos. Un caso recordado ocurrió en el 2010, cuando un empleado de Apple olvidó una unidad del iPhone 4 en una cafetería de California, previamente al anuncio oficial. ¿Simple olvido o estrategia de marketing?
Más allá de la respuesta a ese interrogante —es conocido el hermetismo de Apple y su dureza frente a la divulgación de datos confidenciales—, situaciones como aquella se han repetido en este negocio. Es, cuanto menos, sugerente. Dejar abandonado un dispositivo tecnológico aún no presentado, es un camino seguro hacia la pauta publicitaria más barata del mercado.
Ya lo dijo el mencionado Evan Blass, que supo ser el rey de las filtraciones tecnológicas. “Las compañías siempre dicen que están descontentas con los leaks, pero eso no es verdad”, comentó, para finalmente reconocer: “Más de una y más de dos me han dado material para filtrar”.