Apple afronta un importante desafío en uno de sus mercados clave. Según reporta The Wall Street Journal, China quiere prohibir el uso del iPhone —y de cualquier otro móvil de marcas extranjeras— a los funcionarios de sus principales agencias estatales. Un caso similar al ocurrido recientemente en Rusia.
Con este plan, las autoridades del gigante asiático buscarían optimizar sus sistemas de ciberseguridad y, a la vez, profundizar su iniciativa de cortar la dependencia de tecnologías desarrolladas fuera del país. Pero la estrategia sería todavía más ambiciosa.
De acuerdo con Bloomberg, China pretende extender el bloqueo al iPhone a empresas y demás organizaciones controladas por el gobierno de Xi Jinping. De todos modos, los detalles sobre la implementación de este veto todavía no están del todo claros. Se menciona que las autoridades aún no han emitido una prohibición formal y escrita, mientras que algunos funcionarios solo han sido informados de la decisión a través de grupos de chat.
En algunos casos, la prohibición china al iPhone afectaría su utilización como dispositivo de trabajo. Sin embargo, también se le habría pedido a quienes lo usan como móvil personal que lo dejen en su casa durante la jornada laboral. De todos modos, los citados medios afirman que la aplicación de la medida será tan estricta según cómo lo defina cada agencia, empresa u organización afectada.
Apple y las posibles consecuencias de la prohibición china al iPhone
Lo que sí parece un hecho es que el veto al iPhone en China no sería un golpe dirigido especialmente a Apple, sino a Estados Unidos. Beijing y Washington llevan años de tensión alimentados por la guerra comercial. Así, el embate contra el smartphone de los de Cupertino sería una respuesta a los eventos de años recientes. Siendo los más importantes el veto a Huawei y, poco tiempo atrás, las restricciones a NVIDIA y AMD para la exportación de sus chips de IA al gigante asiático.
El bloqueo al uso del iPhone en agencias, empresas y organizaciones controladas por el gobierno de China podría convertir a Apple en el chivo expiatorio de una disputa política. Las autoridades del gigante asiático conocen mejor que nadie que los de Cupertino dependen casi exclusivamente de ellos para fabricar sus productos.
Pero no solo eso. China es uno de los principales mercados de los de la manzana, donde el iPhone se ha convertido en el móvil más vendido del segmento premium. Además, los ingresos de la compañía en la región del Gran China se han triplicado en el período comprendido entre los años fiscales 2012 y 2022. Pasaron de 23.800 millones de dólares a 74.200 millones de dólares, respectivamente.
Es cierto que la relación construida con el gigante asiático ha jugado un papel clave para que Apple hoy sea la empresa más valiosa del mundo. De hecho, Tim Cook fue pieza fundamental para establecer las cadenas de suministro y las líneas de producción del iPhone y demás productos de la manzana en el país, durante su periplo como jefe de operaciones bajo el mandato de Steve Jobs.
El futuro
Si China avanza con la prohibición del iPhone en sus agencias y empresas estatales, es posible que los de Cupertino lo vean como el argumento definitivo para acelerar sus planes de llevar la fabricación de sus dispositivos a otros países. Algo que ya ha comenzado a hacer, pero que aún forma parte de una estrategia a muy largo plazo.
En cuanto al posible impacto del veto sobre las ventas del móvil, hoy es difícil saber cómo responderá el mercado chino. Cuando se prohibió el uso de coches de Tesla a empleados del gobierno y militares, muchos vaticinaron un desplome en las ventas de la compañía en China. Sin embargo, ello no sucedió.
Esto no significa que la prohibición china al iPhone no vaya a tener ningún tipo de efecto sobre su desempeño comercial. Tal vez, incluso, sirva de empujón para que fabricantes locales como Huawei y Xiaomi ganen cuota de mercado y ejerzan presión sobre Apple. Pero habrá que esperar un tiempo antes de ver si esto realmente puede suceder.