La tensión entre Estados Unidos y China vuelve a generar controversia. Esta vez, porque Huawei ha sido acusada de montar una red clandestina de fábricas de chips. Una decisión que, aparentemente, le permitiría evadir las restricciones impuestas por la Casa Blanca debido a la guerra comercial.

Según reporta Bloomberg, fue la Semiconductor Industry Association (SIA) la que cargó contra Huawei en una reciente presentación interna. El ente, que reúne a los principales fabricantes de chips y proveedores de equipamiento, aseveró que la marca china ya compró al menos dos fábricas y que está ayudando a construir otras tres. Todo esto, sin que se haga público su involucramiento.

Así, Huawei utilizaría los nombres de otras compañías para escapar de los castigos que le pesan desde que EE. UU. la incluyó en su lista negra en 2019. Una jugada que podría valerle sanciones todavía más duras, considerando que a comienzos de este año la administración de Joe Biden estudiaba un veto definitivo en Norteamérica. Siempre y cuando se pueda demostrar la veracidad de la acusación, por supuesto.

De acuerdo con la SIA, son 5 las empresas identificadas como parte de la red clandestina para fabricar chips de Huawei. Hablamos de PXW, que produce chips de radiofrecuencia y sensores de imagen; PST, que se encarga del desarrollo de placas lógicas; Qingdao Si'En, que fabrica microcontroladores y circuitos integrados de gestión de energía; Fujian Jinhua y SwaySure, ambas dedicadas a las memorias DRAM.

Un dato curioso que agiganta la figura de Huawei como la "mente maestra" detrás de esta supuesta estrategia secreta es la ubicación de las citadas compañías. De las 5 mencionadas, tres se encuentran en Shenzhen, la ciudad china en la que se fundó Huawei y donde hoy mantiene sus oficinas centrales. Además, PXW sería gestionada por un antiguo ejecutivo de la corporación cuyas maniobras hoy están bajo la lupa.

¿Por qué Huawei estaría creando una red clandestina de fábricas de chips?

Chips, semiconductores | ¿Por qué Huawei estaría creando una red clandestina de fábricas de chips?

Las sanciones de Estados Unidos fueron un verdadero bofetón para Huawei. La compañía sufrió especialmente en áreas como el desarrollo y la venta de móviles, considerando que era uno de los jugadores top del ecosistema Android.

El gobierno de China le tendió una mano a la firma, que pudo expandir su presencia en el mundo de las telecomunicaciones al hacerse cargo de la implementación de la mayor parte de la red 5G del gigante asiático. Un negocio que posteriormente se expandió a regiones como Medio Oriente, África y hasta algunos países de Europa.

En los años transcurridos desde que Donald Trump ingresó a Huawei a la lista negra norteamericana, la empresa profundizó su presencia en otras áreas. Tales los casos del desarrollo de software, la movilidad eléctrica, la robótica y, por supuesto, la fabricación de chips.

De acuerdo con Bloomberg, Huawei decidió ingresar al mundo de la manufactura de semiconductores en 2022. Para ello, volvió a recibir un fuerte empujón económico tanto del gobierno chino como de las autoridades de Shenzhen. Se calcula que la empresa percibió unos 30.000 millones de dólares en ayudas estatales para poner en marcha esta iniciativa. Dinero con el cual se estaría financiando la supuesta red clandestina de fábricas de chips.

Evadiendo las sanciones

De acuerdo con el bloqueo impuesto por el Departamento de Comercio de Estados Unidos, las empresas que producen equipamiento para fabricar chips de última generación no pueden exportarlo a China. Las firmas del gigante asiático solo están habilitadas a adquirir tecnología norteamericana que permita desarrollar semiconductores bajo procesos "antiguos", como los de 28 y 45 nanómetros. No obstante, lo último solo aplica a empresas que no estén vetadas por la Casa Blanca. Por ende, Huawei tampoco tiene esa posibilidad.

Es por ello que, de acuerdo a lo revelado por la Semiconductor Industry Association, Huawei estaría operando desde las sombras para hacerse de los recursos necesarios para expandir su presencia en la fabricación de chips. Lo verdaderamente llamativo es que dos de las cinco fábricas que hoy formarían parte de la supuesta red clandestina también están en la lista negra de Estados Unidos. Hablamos de PXW y Fujian Jinhua.

¿Una apuesta a largo plazo?

Photo by Laura Ockel on Unsplash

El punto que genera mayor alarma entre los integrantes de la SIA —entre quienes se encuentran TSMC, Samsung e Intel— no es que Huawei pueda sacar una ventaja tecnológica a corto plazo. Si, pese a moverse de forma clandestina y en connivencia con autoridades gubernamentales, solo pueden obtener tecnología para fabricar chips de 28 o 45 nanómetros, es evidente que la amenaza no es inmediata.

Lo que verdaderamente les preocupa es la predisposición de China a gastar sumas multimillonarias para fortalecer al sector en el largo plazo. Y que ello se traduzca en el futuro desarrollo de sus propias tecnologías para crear chips modernos. No olvidemos que, en 2015, Xi Jinping se comprometió a invertir 150.000 millones de dólares en el ámbito de los chips hasta 2025. Y no sería extraño que esa cifra se exceda abultadamente.

A fines de 2022, Huawei aseveró que las sanciones de Estados Unidos ya no le afectaban. Si la compañía logra posicionarse como un importante proveedor de chips, no sería raro que a futuro los veamos aplicados en múltiples productos y sectores. Desde coches eléctricos, hasta wearables; y no solo dentro de los límites del gigante asiático. Después de todo, China siempre se las apaña para conseguir socios comerciales bajo cualquier circunstancia.