Misión imposible: sentencia mortal — parte 1 tiene varias de las grandes secuencias de acción del año. Desde persecuciones asombrosas a través de Venecia, hasta el salto de Ethan Hunt desde una motocicleta en movimiento. La película reafirma la tradición de la saga de mostrar varias de las escenas más recordadas del género. Eso, sin perder su cualidad realista o de dejar claro, como el director Christopher McQuarrie, ha repetido en más de una ocasión. La estrella Tom Cruise no duda en arriesgar la vida, para brindar emoción y un espectacular apartado visual a su franquicia más conocida.
Lo que incluye, utilizar muy pocas veces dobles de acción y asegurarse que la mayoría de las tomas estén realizadas por efectos visuales prácticos. Ya sean saltos a kilómetros de altura, conducir todo tipo de vehículos e incluso, escalar edificios con apenas protección.
El intérprete está dispuesto a demostrar que el cine todavía es una experiencia emocional que merece esfuerzo y dedicación en su producción. Lo que, claro está, convirtió a la saga en un trayecto a través de todo tipo de experimentos técnicos, cada vez más arriesgados y en ocasiones, temerarios. No obstante, algo está claro: la combinación de osadía e inteligencia, brindan a la saga su particular personalidad.
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Te dejamos seis escenas emblemáticas en la franquicia Misión Imposible que forman parte de la historia del cine. Desde el agente Hunt suspendido en equilibrio y a punto de morir, hasta la escalada más peligrosa, la pared frontal de una montaña. Nada es suficiente en una serie de películas que aumenta la apuesta — y la ambición — entrega por entrega. Sin duda, su mayor atributo.
Una visita audaz al rascacielos más alto del mundo
En Misión: Imposible — Protocolo Fantasma, estrenada 2011, el personaje de Ethan Hunt, escaló el Burj Khalifa en Dubái, el rascacielos más alto del mundo desde 2004. Bajo la dirección de Brad Bird, la acción se hizo épica cuando el agente encarnado por Tom Cruise, lo escaló en apariencia, casi sin mayor protección. Lo más escalofriante llegó, cuando se colgó desde la distancia de 232.1052 metros, antes de romper una ventana y entrar en el interior.
Por supuesto, se trató de una maniobra perfectamente planeada. Antes de realizarla, se consultó escaladores y arquitectos. También, hubo al menos diez ensayos generales, para comprobar que cada arnés — invisible a la cámara — estuviera en el lugar correcto. Pero antes de eso, Tom Cruise sufrió al piso más alto del edificio sin medidas de seguridad para una fotografía promocional. Lo que apuntaló el mito que la escena fue una combinación experimental entre ingeniería y valor del actor.
Cuchillos y escaladas de montaña en Misión Imposible II
En el año 2000, la inmediata secuela del largometraje inicial, decepcionó a buena parte del público. No obstante, tiene dos escenas que pasaron a la historia por su espectacularidad. Por un lado, se trata de una de las grandes peleas de la franquicia y por el otro, su escena de apertura, que emocionó y dejó claro, el compromiso de Tom Cruise con la naciente franquicia.
En el primer caso, Ethan Hunt debía luchar con el malvado Sean Ambrose (Dougray Scott) en una pelea cuerpo a cuerpo. Lo que parece una secuencia habitual de pelea a puño limpio, se convierte en algo más, cuando el villano intenta clavar un puñal en el ojo del agente. La toma se acerca y muestra el filo de metal, a menos de un centímetro del ojo de la estrella. ¿Lo más sombroso? La escena fue creada con efectos prácticos, que consistieron en colgar el cuchillo de caza de un cable y que Tom Cruise permitiera que el objeto se acercara a su ojo todo lo posible. Un riesgo que corrió sin chistar.
La segunda imagen perdurable en la cinta, es su inicio. En ella, podemos ver a Hunt escalando sin arnés y a mano desnuda un acantilado en Dead Horse Point, en Utah. En apariencia, el personaje no tiene protección alguna, pero en realidad, tardó cinco días en rodearse para extremar las medidas de seguridad. También, es una de las pocas en que el intérprete permitió un doble de acción, en este caso, el conocido Keith Campbell.
Otro rascacielos en la saga
Para Misión: Imposible III del año 2006, J.J. Abrams dirigió un largometraje de la saga que no aporta demasiado ni a su mitología o a su historia. Pero, aun así, comenzó la tradición de la saga de llevar a cabo grandes acrobacias históricas que hoy la ha hecho famosa. En esta ocasión, se trató de trepar por la fachada de un rascacielos en Shanghái. Pero desde una toma tan inclinada y peligrosa, como para provocar escalofríos.
En la actualidad, parece otra de las grandes proezas visuales de la franquicia. Sin embargo, es mucho más que eso. Para la ocasión, Tom Cruise se deslizó sujeto a una grúa, sin más protección que dos corsés de lona, y se arrojó de cabeza al suelo. La audacia le llevó a caer en picada en una toma realista, que le hizo colgar apenas veinte metros por encima de un choque contra el concreto mortal. Un sobresalto que el director relató y una otra vez a lo largo de la campaña de promoción.
Una persecución en helicóptero para la historia del cine
En Misión: Imposible — Fallout del año 2018, Christopher McQuarrie mostró una persecución en helicóptero a alta velocidad a través de los Alpes del Sur de Nueva Zelanda. Ethan Hunt frente a los mandos del piloto y realiza todo tipo de piruetas asombrosas y la mayoría de ellas, peligrosas. ¿Un dato sorprendente? Tom Cruise no usó dobles, realmente piloteó el avión y no uso efectos especiales.
Por supuesto, el amor del actor por las alturas y todo tipo de vehículos aéreos es conocido. No obstante, fue la cinta la que demostró realmente su habilidad y la forma en que logra integrar su pasión por el riesgo con el personaje que interpreta. Lo que muestra un recorrido de singular interés a través de la carrera del artista, no solo frente a las cámaras, sino su devoción por el entrenamiento y el esfuerzo físico.
Un récord para Misión Imposible
En Misión: Imposible — Rogue Nation, estrenada en el año 2015, una inmersión acuática permitió a Tom Cruise demostrar sus cualidades atléticas. No solo se entrenó para bajar su ritmo cardíaco — y así disminuir su consumo de oxígeno — sino para lograr comprender la reacción de su cuerpo a situaciones extremas. El resultado fue una escena en que el actor se mantuvo sin respirar por 6,5 minutos, estableciendo un récord entre intérpretes.
¿Un dato curioso? Tom Cruise perdió su marca frente a Kate Winslet, que alcanzó los 7 minutos y 15 segundos en la grabación de Avatar: el sentido del agua de James Cameron.
La escena icónica de la saga
No tan espectacular como el resto, pero sí esencial para la historia del cine, es la escena icónica que hizo famosa a la primera entrega de la saga. En ella, la acción se enfoca en el agente Ethan Hunt. Este se encuentra suspendido sobre un suelo ultrasensible, que no puede tocar bajo ningún aspecto.
Colgado de una serie de cables que apenas podían mantener el equilibrio, el actor logró grabar la escena, luego de poner en sus zapatos un puñado de monedas. El peso añadido le permitió permanecer en vertical a través de los agónicos veinticinco minutos durante los cuales se prolongó el rodaje de la secuencia.