La cinta Posesión infernal: El despertar es la más reciente adaptación del clásico universo de terror imaginado por Sam Raimi en los años ochenta. El director Lee Cronin logró captar lo esencial del estilo ultraviolento y gore de los largometrajes originales y crear una historia que los homenajea. Aun así, la producción conserva un aire independiente que brinda un giro renovado a la franquicia.
Se trata de un fenómeno común durante la última década. Un grupo de remakes y reinicios ha revitalizado varias de las grandes sagas cinematográficas de terror. A la vez, ampliaron sus respectivas mitologías hasta lograr una perspectiva novedosa de los argumentos más famosos del género.
Desde otorgar un nuevo protagonismo a sus rostros más conocidos o concluir cabos sueltos narrativos, hasta expandir sus relatos hacia escenarios desconocidos. La nueva generación de adaptaciones de clásicos de terror es un terreno fértil en el que Hollywood parece especialmente interesado.
Te dejamos cinco películas que devuelven el brillo a varios de los relatos más conocidos del cine espeluznante. Algunas con mayor éxito que otras, pero todas con un objetivo claro: contar las mejores historias de miedo a una nueva generación que creció admirando las grandes obras del género.
Trilogía Halloween, un nuevo intento en la adaptación del clásico de terror
En el año 1978, el director John Carpenter creó una nueva forma de hacer terror que repercutiría en el futuro del género. Halloween, con su exploración sobre la invasión doméstica, los asesinos en serie y el miedo al mal originario, deslumbró. También abrió la puerta a una de las primeras sagas que se extendieron a través de las décadas en constantes reinvenciones y reescrituras. Lo que, por supuesto, provocó su progresivo desgaste tanto en atención de la audiencia como en ganancias en taquilla.
En 2009, Halloween II, de Rob Zombie, culminaba un segundo reinicio de la conocida historia de Michael Myers. La película se consideró mediocre y tuvo pobres resultados de taquilla, marcando un significativo declive en la franquicia que llegó a pensarse definitivo. De hecho, esta adaptación del clásico de terror llevó a un debate acerca de la perdurabilidad de las franquicias y la forma en que podrían tener un segundo aire en la pantalla grande.
Nueve años después, la polémica pareció resolverse en manos de la productora Blumhouse, que financió un tercer reboot a cargo de un director desconocido. David Gordon Green retomó el argumento clásico del asesino del cuchillo, pero con elementos por completos nuevos. El primero, descartar todas las anteriores secuelas y narrar lo ocurrido inmediatamente después de la película original. También, otorgar un lugar central a Laurie Strode, encarnada por Jamie Lee Curtis.
El largometraje, titulado simplemente Halloween, se convirtió en un inmediato éxito, que después se extendió a una trilogía. Estas adaptaciones de un clásico de terror no solo demostraron la perdurabilidad del original y la posibilidad de profundizar en sus puntos centrales desde lo novedoso, sino que también abrieron la puerta a docenas de experimentos semejantes.
Scream V y VI
La original Scream fue la respuesta del realizador Wes Craven a la erosión del slasher durante la década de los ochenta. En su reinvención, el creador, conocido por su retorcido sentido del humor, usó todos los clichés del género en una obra híbrida.
Por un lado, era una sátira autoconsciente acerca de la evolución de los argumentos más conocidos sobre el clásico asesino cuchillo en mano. Por otro, una trama con peso propio, que avanzaba a través de una serie de pistas falsas hasta alcanzar un cierre bien construido. La combinación convirtió al largometraje en un éxito de taquilla y crítica, dando pie a una franquicia que se extendió por década y media.
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No obstante, las siguientes adaptaciones del clásico de terror carecieron de su ingenio. Por lo que la saga terminó por decaer hasta casi desaparecer. Hasta el 2022, cuando el dúo de realizadores Matt Bettinelli-Olpin y Tyler Gillett lograron renovar el concepto entero. Scream V recuperó lo mejor del largometraje al que homenajea. Con una celebración a la mitología que rodea al asesino de Woodsboro, usó la metarreferencia en una historia que tiene mayor parecido con la imaginada por Wes Craven que el resto de la franquicia.
En 2023, se estrenó su secuela inmediata. En ella, el escenario cambia y, con él, aumenta la ambición del argumento. Con Nueva York convertida en contexto para los asesinatos de Ghostface, la narración se hizo más sangrienta, violenta y perturbadora. Lo que abre la puerta a, quizás, toda un nuevo recorrido de adaptaciones de un clásico de terror que todavía tiene mucho que aportar.
Una nueva adaptación para el clásico de terror La Matanza de Texas
El clásico de los años setenta, dirigido por Tobe Hooper, siempre ha sido un reto a la hora de reinventarse. No solo por su argumento nihilista, que apela a lo que no muestra directamente al crear una atmósfera perniciosa. También por la capacidad de la película para llevar el género conceptos singulares. La exploración sobre la Norteamérica profunda, el terror rural y, en especial, al subgénero de pueblos siniestros convirtieron su propuesta en un hito que dio lugar al comienzo de una serie de historias que trataron de alcanzar el éxito, sin lograrlo.
Por ese motivo, su secuela, estrenada doce años después, decepcionó. También lo hizo su extraña tercera parte, dirigida por Jeff Burr. Y más aún los largometrajes que llegaron más tarde a la pantalla grande, en una segunda y poco comprensible línea de tiempo. En el 2003, el largometraje original volvió a reinventarse en un remake de mayor calidad, pero que fue recibido con frialdad por audiencia y crítica. Peor destino tuvo la cuarta línea cronológica que se narró en Leatherface, de Julien Maury y Alexandre Bustillo, estrenada en el 2017.
Finalmente, en 2022, Netflix retomó el testigo. Bajo la dirección de David Blue Garcia, se estrenó la enésima adaptación del clásico de terror. Como en Halloween, la película ignora el resto de las películas y profundiza en la original. No obstante, tras pasar por numerosas reescrituras de guion, el proyecto dio lugar a un mediocre relato que mostró un Leatherface envejecido y poco creíble. Pese a todo, la película fue una de las más vistas de la plataforma, lo que demostró el atractivo que todavía conserva la saga.
Suspira
En el año 1977, Dario Argento imaginó un terror basado en los excesos en la puesta en escena, con una estética barroca y un trasfondo mitológico. Suspira sería el comienzo de la llamada saga de Las tres madres, que incluye Inferno (1980) y La terza madre (2007). Juntas, muestran una visión sobre la magia y el poder femenino que marcó una época y dio origen a un subgénero de tramas semejantes.
De modo que, cuando se anunció una nueva adaptación del clásico de terror, hubo dudas sobre la idea de darle un nuevo aire a Suspira. En especial, porque la película resume el concepto del miedo como expresión estética y apela a un tipo de suspense excesivo que difícilmente puede trasladarse al cine contemporáneo. Pero Luca Guadagnino lo intentó y dirigió lo que ya considera una cinta de culto debido a su calidad, banda sonora y cuidado apartado visual.
La última versión de la película recupera la narración inicial, pero añade profundidad e ideas novedosas a la puesta en escena. El bosque sugerido por Dario Argento en la trama es ahora una ciudad lóbrega y sitiada por la oscuridad moral. En esta adaptación del clásico de terror, las brujas tienen un poder relacionado con su talento, fuerza y capacidad de liderazgo. Una mezcla que renovó el concepto central y demostró que era posible dar un nuevo sentido a una admirada historia cinematográfica.
It, aire fresco para la adaptación de otro clásico de terror
El 18 de noviembre de 1990 se estrenó la primera adaptación del clásico de terror It, obra fundacional de Stephen King. La novela se había creído hasta entonces inadaptable. El libro, que se cuenta entre los más influyentes del terror moderno, abarca dos líneas de tiempo que incluyen desde horror folclórico hasta el cósmico. La miniserie de dos capítulos solo logró captar parte de la atmósfera literaria que hizo famoso al material de origen.
La producción recibió todo tipo de críticas debido a su enfoque superficial sobre los miedos infantiles, centro del argumento. A su vez, por la interpretación de Tim Curry como el espectral payaso Pennywise, que se tachó de absurda y teatral. El mismo actor reconocería años después su incapacidad para entender del todo al personaje y los problemas que tuvo al interpretarlo. El resultado fue un intento de moderado éxito de narrar el universo de Stephen King.
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En el año 2017, Andrés Muschietti retomó el concepto de la miniserie y la novela para crear una nueva adaptación del clásico de terror fiel al relato literario. El resultado fue una película que, sin ceñirse del todo a los hechos narrados en el libro, es lo suficientemente sólida como para captar lo esencial de su espíritu. La cinta, que se mueve entre la nostalgia, una perspectiva novedosa sobre el miedo infantil y el horror monstruoso, asombró. Algo que no le sucedió a su secuela, que culminó la historia en el 2019, con un guion lleno de innecesarios subrayados y un final decepcionante.
