Mucho se puede decir sobre la miniserie que continúa la retorcida historia criminal del asesino Dexter Morgan (Michael C. Hall), que ahora se esconde bajo la identidad del Jim Lindsay, tendero en la pequeña localidad helada de Iron Lake (Nueva York), habiendo dejado atrás un buen reguero de cadáveres en la soleada Miami (Florida), y su tragedia personal. Que, a diferencia de revivals menos acertados, Dexter: New Blood (Clyde Phillips, 2021-2022) ha sabido reproducir el fondo dramático y el estilo característico de la ficción televisiva original, por ejemplo.
O por qué James Manos Jr. no es su creador como de aquella, o cuál consideramos uno de sus grandes momentos, o qué dos cameos sorprendentes nos ha dejado hasta ahora, o cuál guiño a una famosa saga de terror hay en su octavo episodio o, por último, qué única cosa echamos verdaderamente de menos de Dexter (2006-2013). Pero también debemos hablar acerca de un curioso huevo de pascua sobre un gran enemigo de Batman en la ciudad de Gotham que nos hemos encontrado de forma muy imprevista en el capítulo “The Family Business” (1x09).
Del Joker de Joaquin Phoenix al Wiggles de ‘Dexter: New Blood’
Para sincerarse por fin con su hijo Harrison, el bueno de Dexter Morgan le cuenta lo que hizo con otro homicida en serie cuando estaba en Miami. El siniestro Wiggles (Michael Laurence) era un payaso infanticida que disfrazaba con la colorida ropa de eso mismo los cuerpos de sus jóvenes víctimas y al que, en fin, el personaje de Michael C. Hall dio pasaporte con uno de sus afilados cuchillos.
Y su maquillaje e incluso su rostro recuerdan ineludiblemente en Dexter: New Blood al del Arthur Fleck (Joaquin Phoenix) de Joker (Todd Phillips, 2019), la oscarizada película de origen sobre el mayor villano de las aventuras protagonizadas por el alter ego de Bruce Wayne, a la que podemos señalar sin ningún temor a pillarnos los dedos como una de las más icónicas del siglo XXI. Así, pese al gusto que nos produce por lo inesperado de esta alusión indiscutible en Dexter: New Blood, no nos debería extrañar demasiado.