Al tiempo que celebra el segundo año de su existencia a nivel global y a punto de cerrar el primer aniversario en España, Realme una de sus ofertas más completas en la gama media. El Realme 6 Pro aterriza en el terreno especialidad de la segunda marca de Oppo, tenerlo casi todo a un precio de derribo. ¿Lo consigue? Spoiler: no. Realme sabe cómo dar tanto como nadie al menor precio posible. No es por nada que su CEO celebraba hace unas horas haberse colado en cuarto puesto de nada menos que India. Todo un fenómeno en el segundo mayor mercado de smartphones a nivel global, que no es precisamente insensible al precio. Séptimo en los datos mundiales, distribuyendo algo más de 7 millones de estos dispositivos en un agitado primer trimestre del año. El listón está por tanto muy alto para el nuevo Realme 6 Pro.
A pesar de ello, es más que probable que si has llegado hasta aquí, tanto el Realme 6 Pro como la propia marca sean unos totales desconocidos para ti. Y es que hace tan solo un año, esta ni siquiera estaba disponible en España. Por tanto, si estás pensando en renovar smartphone es fácil que sea la primera vez que te enfrentas a esta relativamente nueva opción.
Realme no se limita a terminales en las gamas de entrada y media. También da sorpresas fuera de ellas y más allá. Lo hace siempre, eso sí, intentando mantener equilibrada la balanza entre el número de tendencias que intenta abrazar y el que pone en la etiqueta acompañado del símbolo del euro. Veamos hacia qué lado se inclina en esta ocasión.
https://hipertextual.com/analisis/realme-x2-proEl Realme 6 Pro da relevo a una generación con una vida sorprendentemente corta. Lanzado el pasado octubre, el Realme 5 Pro tenía una gran diferencia con este modelo: su precio. Iremos viendo si, o para quién, esta actualización está justificada, pasando de los 199 de entonces a los 329 euros de la versión única que pone a la venta ahora. Además, claro, del Realme 6 algo más básico y que se adelantó a este cerca de un mes.
realme 6, análisis: pantalla a 90 Hz y versatilidad fotográfica al peso para despuntar en la gama media
La propensión a la abundancia, una característica ahora algo diferente
Una pantalla algo mayor, tasa de refresco a 90 Hz y una perforación ahora más dominante asoma buena parte de los cambios visuales en la nueva generación de terminales de Realme. El resultado es más que conocido entre todos los tipos de terminales disponibles: un formato algo por encima del idóneo y de difícil manejo a una única mano. Y salvo por el efecto trasero, no hay demasiada variación estética que poner sobre la mesa.
Lo que sí llama la atención es que Realme insista en este formato con la tasa de refresco a 90 Hz –que se agradecen–, cuando en la pantalla todavía no se han cumplido los requisitos que consideraba previos. Y es que aunque los colores no sean malos y tenga un brillo correcto, este varía fuertemente a poco inclinemos el terminal, lo expongamos a unos reflejos más que evitables o analicemos las varias oscuridades en sus bordes –especialmente en torno a las cámaras–.
El Realme 6 Pro actualiza ligeramente su motor interno. Un Snapdragon 720G da eficiencia renovada a un rendimiento todavía modesto pero suficiente para jugar a títulos como PUBG o Fornite, e incluso vencer en ellos. Eso sí, el nuevo chipset da la espalda a los 90 Hz en todas estas situaciones, y más allá de desplazarse entre los menús acabará pareciendo, comparativamente, incluso algo más lento.
Las memorias que le acompañan son realmente suficientes, lo que nos preguntamos es si quizá demasiado para el tipo de dispositivo al que nos enfrentamos. 8 GB de RAM, un componente habitualmente costoso, parecen demasiados en un smartphone que quizá podría emparejarse con una opción algo más básica. Similarmente, aunque algo más desapercibidos pasan los 128 GB de memoria interna. Capacidades que contrastan con la variante más básica de un mucho más completo X2 Pro, que nace en unos suficientes 6 y 64 GB.
El Realme 6 Pro sí recibe, de la mano de un tamaño mayor, otra de las especificaciones que sigue creciendo en 2020. Una batería que sube hasta los 4.300 mAh –6,5% arriba respecto al 5 Pro– que puede ser ahora cargada con hasta 30 W –50%–. Esto es, una **autonomía sin dudas de dos días completos** –confinados: usando Wi-Fi y con el brillo algo más bajo–, que puede ser recuperada más allá de la mitad en tan solo treinta minutos. A tener en cuenta, que tiene algo de truco: la gestión de notificaciones y multitarea puede ser demasiado agresiva por defecto.
Algunos detalles extra con los que podríamos estar contando:
- Hay ranura a doble SIM y tarjeta de memoria microSD, simultáneamente. Además de jack de auriculares y radio FM.
- No hay sonido estéreo, y el mono es más bien básico.
- ¿Carga inalámbrica? No. ¿Y resistencia al agua? Tampoco. ¿NFC para pagos? Eso sí.
Algunas de estas características son comunes entre las propias gamas. El dilema está en que por encima de los 300 euros ya competimos de cerca con algunos terminales que cuentan ya con algún tiempo, pero también con características y calidades que están entre nosotros al menos cinco años. O bien, con otros como el nuevo iPhone SE, que se centra en lo básico –pero en hacerlo bien–, y no queda ya tan lejos. Pero esto no ha terminado, sigamos.
Seis cámaras; cuatro verdaderamente útiles
En el Realme 6 Pro nos encontramos un total de seis cámaras. Dos delante, cuatro detrás. Una cantidad abundante teniendo en cuenta la gama, que nos advierte de que quizás no sean todos los más útiles, sino puede padecer una nueva enfermedad llamada sensoritis. Los sensores y ópticas a bordo son los siguientes:
- Súper gran angular de 8 MP, de 1/4" de tamaño y apertura f/2,3. Si estabilización óptica (OIS).
- Gran angular de 64 MP –Samsung GW1–, de 1/1,7" y f/1,8, que produce imágenes de 16 MP por defecto gracias al pixel bining. También sin OIS.
- Telefoto 2x de 13 MP, de 1/3,4" y f/2,5. De nuevo, sin OIS.
- Sensor macro de 2 MP, de 1/5" y f/2,4.
Más cámaras no es mejor: cómo los fabricantes juegan a aparentar con cámaras macro, peores sensores y modos mediocres
Al frente nos encontramos con una configuración doble que nos da una cobertura angular extra:
- Súper gran angular de 8 MP, de 1/4" y f/2,2.
- Gran angular de 16 MP –Sony IMX 471, el mismo que vemos en los OnePlus 8–, de 1/3" y f/2,1.
Como podemos imaginar y veremos enseguida, el sensor principal da unos resultados más que decentes en una variedad de situaciones –también las difíciles–. Los demás son tanto demasiado pequeños como pobremente equipados: nada de estabilización óptica, otro de los inventos que lleva tiempo entre nosotros, pero todavía cuesta encajar en muchos dispositivos. Tener sensores para jugar está bien, pero siempre que hayas cumplido con lo fundamental en los que no hay que demostrar ninguna utilidad a estas alturas.
Tanto el sensor macro trasero como el súper gran angular frontal –el trasero está cerca de sumarse– están fuertemente limitados por un formato diminuto y carente de OIS. Veamos algunas.
Si la iluminación es correcta, los tres sensores aportan resultados relativamente consistentes, aunque podemos ver una pérdida de rango dinámico –peores sombras y altas luces– fácilmente, tanto en el ultra gran angular como en el telefoto. Asimismo, las fotos movidas pueden ser relativamente norma cuando la luz cae.
Gran angular principal, modo noche
En condiciones adversas el Realme 6 Pro puede también proporcionar buenos resultados, en parte gracias a un modo noche que, aunque hay que activar manualmente, es uno de los que mejores resultados aporta.
Gran angular, a la izquierda, y ultra gran angular
Por último, *un selfie* en situaciones normales funcionará como lo esperamos. No obstante, el ultra gran angular frontal rinde muchísimo menos, y pierde la utilidad, llevando rápidamente las fotos a su límite. En lugar de estas dos cámaras, con una dolorosa perforación en la pantalla* –se oscurece en torno a ella–, quizá saldría más a cuenta una única cámara, decente, con una gran cobertura angular y prefijada con un poco de zoom.
Recuerda que puedes acceder a las imágenes en su resolución original haciendo clic en ellas, así como ver unas cuantas más en situaciones variadas accediendo a esta galería.*
Conclusión
En el catálogo de Realme comienza a haber saturación y empiezan a tocarse unas ofertas con otras. Sencillamente, cuesta diferenciar y entender el propósito de cada uno de ellos. Aunque el Realme 6 Pro cuenta con mucho de lo que importa y algo más allá, también se excede en algunos detalles más bien prescindibles cuando todavía no se han cubierto características más básicas y útiles.
Antes de los 90 Hz pondría un panel de mayor calidad y con menos reflejos. Antes de los 8 GB de RAM y 128 GB de interna, un menor precio o un procesador de mayores prestaciones. Antes del sensor macro, estabilización óptica al principal. Antes de introducir un ultra gran angular en el frontal, pensaría si su rendimiento justifica un gran y molesto recorte. Resistencia al agua o carga inalámbrica son algunos de los grandes olvidados, cuando se pueden encontrar fácil en gamas altas depreciados, de calidad y de algún año atrás.
También terminales más modestos del pasado año, como el Mi 9T, se encuentran ya un escalón sensible de precio por detrás y un punto en calidades por delante. Nos encontramos frente a un terminal capaz de todo, con un rendimiento correcto y una autonomía espléndida, aunque podría ser más coherente en algunas decisiones, o bien, todavía más económico.
Pros
- Un rendimiento justo y una gran batería consiguen una autonomía inagotable.
- Cámaras versátiles, cubriendo todo el espectro focal, aunque con déficits como la estabilización óptica.
Contras
- Pantalla de 90 Hz, aunque con brillos no uniformes y altos reflejos.
- Acabados y sensaciones fáciles de superar, poca atención al detalle.
- Combina excesos en lo prescindible con defectos en lo útil.
- No destaca por su precio.