Y es que alcanzar el frontal perfecto y sin ningún borde se ha convertido en el objetivo principal a nivel de diseño de unos cuantos fabricantes, y no son todo experimentos. Tanto Samsung con los Galaxy S10 y su pantalla perforada como el más reciente OnePlus 7 Pro buscan la fórmula.
Veamos cuales son todos estos formatos, y cual es el mejor posicionado para establecerse como ganador mientras la tecnología no supera la barrera de poner la cámara directamente tras la pantalla, al igual que ya hace el propio sensor de huellas que ha proliferado el último año.
Pop-up, el menos arriesgado
Fuente: Jerry Rig Everything
Emergió con el Vivo Apex, el primer candidato que sorprendió a todos en el MWC de 2018, al que atendió de tapado. La idea captó la atención, y no tardó en llegar el NEX, que aprovechaba el concepto en un producto final.
Ahora, este sistema es el más pequeño y probablemente el menos vulnerable de todos. Simplemente incluye un elemento, la cámara frontal. Del de sensores delanteros o bien se prescinde o se miniaturizan para ser encajados de alguna forma en su frontal.
El más relevante de los teléfonos con este sistema es el OnePlus 7 Pro recién presentado, y la eterna startup saca pecho con la resistencia de su sistema.
El módulo completamente equipado
Fuente: The Verge
Oppo es otro de los más experimentados en este segmento, y no es casualidad. Muy probablemente tiene que ver que Oppo, Vivo e incluso OnePlus se encuentran todos bajo el paraguas de BBK Electronics, el coloso de la telefonía que controla parte de los mayores fabricantes de China –y por tanto del mundo–.
El segundo mayor fabricante de smartphones es un completo desconocido
Este módulo llegó con el Find X, e incluía todos los sensores posibles en un móvil de su categoría: cámara frontal, los sensores necesarios para el desbloqueo facial a lo Face ID e incluso una doble cámara trasera con flash icluido. Todos ellos suben y bajan al unísono.
Tiene una pega importante, eso sí, el módulo alcanza sus esquinas superiores, restando al conjunto una integridad que, siendo justos, no derrochaba.
Fuente: Jerry Rig Everything
La aleta
Continuando con la evolución de este sistema, Oppo tiene otro diseño bajo la manga con su línea Oppo Reno. Una aleta que ahora es mucho más robusta frente a infortunios como el simple hecho de sentarse encima del móvil.
La 'aleta' simplemente, por diseño, permite al módulo volver al interior si hay alguna presión excesiva desde su exterior. En su análisis lo pude maltratar –moderadamente–, es resistente en múltiples sentidos. Eso sí, conserva una holgura que no despeja todas las dudas y acumula polvo.
https://hipertextual.com/analisis/oppo-reno
Deslizando y rotando
Por si quedaban dudas de si era posible complicar o diseñar un sistema más complejo todavía, Samsung presentó recientemente el Galaxy A80. En él encontramos una pantalla completamente inmersiva gracias a su cámara trasera y un deslizador.
¿Cómo? Básicamente, añadiendo un rotor al mix, que trae todos los sensores al frente tras deslizarlos a su parte superior. Este sistema trae la cámara principal a su frontal –con gran angular, sensor ToF y flash incluido–, con la gran victoria a nivel de imagen que eso supone. Tiene la contrapartida, eso sí, de exponer completamente el mecanismo deslizante ante torsiones, al igual que el del Find X.
Curiosamente, un sistema muy similar a este ya llegó –sin deslizar–, simplemente con las mejoras fotográficas en mente –cuando el notch no era una tara porque los marcos ya eran grandes y generosos per se–, con el Oppo N1 por allá por 2013. No es de extrañar que a día de hoy arrastren ese know how y sigan experimentando.
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El motor es tu mano
Quedaba una alternativa a la de introducir todos los sensores en ese slider, y llega de de la mano del Xiaomi Mi Mix 3, nunca mejor dicho. El mecanismo desliza de la pantalla el resto del terminal, batería incluida, en un diseño que recuerda a los teléfonos más atrevidos de antaño.
Como es normal y como el resto de marcas que han intentado jugar con este mecanismo, Xiaomi se apresuró a asegurar que este sistema estaba probado para cientos de miles de actuaciones.
Flip, flop
La última incorporación al equipo es la Flip Camera de Asus en su ZenFone 6, presentado el pasado miércoles. Con este sistema traemos de vuelta al frontal la cámara principal –y doble–, flash incluido. Además, cuenta con algunas funciones curiosas como la de seguir a un sujeto simplemente rotando el módulo.
Como es habitual también en este tipo de sistemas, cuentan con una protección frente a caídas, que recoge el módulo rápidamente para evitar ser dañado cuando detecta que cae con una aceleración de 9,8 m/s².
La alternativa a la cámara frontal: otra pantalla
Hay otros cuantos experimentos que intentan acercar la pantalla infinita a un diseño con el menor número de fisuras, y evitando las partes móviles. ¿El problema? Que pasan por la incorporación de una segunda pantalla para los selfies que interrumpe la experiencia y añade tanto costes como un segundo elemento devorando espacio.
En este segmento encontramos varias apuestas, como el Vivo Nex Dual Display, el Nubia X e incluso el Vivo Apex 2019, que decía adiós a todo tipo de puertos y fisuras en el diseño que llaman Super Unibody: desde el jack de auriculares al propio conector de carga.
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Un paso adelante en estética, ¿dos atrás en diseño industrial?
Si bien los nuevos sistemas de cámara suponen un avance en un sentido más puramente visual, realmente me cuesta pensar que estén llamados a quedarse. Ni siquiera a medio plazo.
Sencillamente, entre el módulo y el motor toman demasiado espacio dentro de los terminales, y aportan una dificultad extra a las medidas de sellado más tradicionales. Hay nuevas grietas, rendijas por las que el agua e incluso la alta humedad en algunos diseños puede llegar a causar estragos importantes.
La industria móvil viene de justificar la eliminación del conector de auriculares por esta misma razón –aunque se ve un cierto retroceso en algunos modelos más económicos, como los Pixel 3a o el reciente Oppo Reno– y en aras de una mayor batería en un hueco similar.
No las veo tan claras para estos sistemas que, en última instancia, hacen el teléfono similarmente útil –o casi– pero potencialmente más gruesos y vulnerables.