Cuando los delgados marcos eran algo propio de laboratorios y prototipos, la corporación china Xiaomi quebró el mercado con la presentación oficial del Mi MIX, un smartphone que, por primera vez, dejaba todo el protagonismo a su pantalla e innovaba en aspectos como la transmisión de audio o la construcción del chasis.
En Hipertextual calificamos aquel smartphone como "el más futurista". Y no era ninguna clase de hipérbole. Tanto en 2017 como en 2018, todos los fabricantes del sector redujeron, de forma escalonada, los marcos que tradicionalmente flanqueaban las pantallas. Hasta las gamas inferiores se beneficiaron del progreso.

La expansión de ese germen, sin embargo, ha canibalizado, con el paso de los años, la mayor seña de identidad de la familia Mi MIX. Su personalidad, por momentos única, ha quedado diluida en una disolución prácticamente homogénea. Cualquier teléfono de un catálogo presenta un frontal de marcos reducidos. Y aunque eso es una fantástica noticia para el consumidor, no resulta tan positivo para la familia MIX de Xiaomi.

La respuesta de la corporación china a esta coyuntura ha sido, en cierto modo, similar a la del Mi MIX original: llevar un paso más allá el concepto inicial. Por eso, el nuevo Mi MIX 3 reduce -aún más- el tamaño de su “barbilla” apoyándose en un nuevo mecanismo deslizante que oculta todos los elementos -como la cámara- cuando no son necesarios.

Esta solución -ya utilizada por empresas como Vivo y Oppo- permite prescindir de métodos intermedios como el “notch” o las perforaciones en el panel -que será una de las mayores tendencias de 2019-. La diferencia no es, ni mucho menos, sustancial respecto a los smartphones con “notch”, pues la industria ha alcanzado un nivel en el que la inmersión en el contenido ya es muy alta; pero sí representa un pequeño giro a la tuerca que el primer Mi MIX comenzó a introducir.

Xiaomi Mi Mix 3 dice adiós al notch con su pantalla deslizante

El mecanismo ideado por Xiaomi, eso sí, presenta una importante debilidad: la durabilidad. El fabricante asegura que puede deslizarse 300.000 veces sin sufrir una rotura, lo cual sería, a priori, suficiente. A una media de 100 deslizamientos a lo largo del día, el teléfono habría realizado 109.500 deslizamientos al cabo de tres años, lo que representa casi una tercera parte de la cifra anunciada por el fabricante.

No obstante, si miramos más allá del número de deslizamientos, encontramos que el uso de partes móviles implica, por definición, una mayor fragilidad. Dos ejemplos que podrían afectar al Mi MIX 3:

- En el espacio intermedio entre las dos mitades pueden introducirse virutas no deseadas o líquidos que dañen el equipo.
- Las partes móviles son más susceptibles a sufrir daños en caso de sufrir un impacto.

Esto no significa que el Xiaomi Mi MIX 3 sea un equipo de construcción especialmente frágil. Su chasis es sumamente sólido, en la mano se siente rígido y el mecanismo de deslizamiento opera con firmeza. Simplemente, hay que ser conscientes de que, en caso de impacto -o cualquier otra situación adversa-, el Mi MIX 3 puede sufrir más que otros equipos.

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El día a día con el Mi MIX 3

En el interior del teléfono podemos encontrar un microprocesador Snapdragon 845 y 6 GB de memoria RAM. Ambos elementos, junto con el software desarrollado por Xiaomi, ofrecen una experiencia de uso fantástica. Las transiciones son suaves, las aplicaciones más avanzadas funcionan con soltura y el teléfono, en general, se comporta como se espera en un producto de alta gama.

En las próximas semanas se anunciarán los primeros productos con un microprocesador Snapdragon 855 –algo más avanzado y capaz, sobre todo, en labores de inteligencia artificial–, sin embargo, el competitivo precio del Mi MIX 3 –que, recordemos, aterriza en España por solo 549 euros– y la más que suficiente solvencia del Snapdragon 845 restan, al menos por el momento, toda la importancia a esta ausencia. Cuando aterricen en España los OnePlus 7 y Xiaomi Mi 9 –que podrían montar un Snapdragon 855 y cuyo precio, observando el histórico, podría oscilar los 550 euros–, la situación podría ser diferente. Pero eso, considerando las ventanas temporales de años anteriores, no debería ocurrir hasta el mes de mayo.

En lo que a software se refiere, el Mi MIX 3 presenta la última versión de MIUI, conocida como MIUI 10 y construida sobre Android 9.0 Pie. Estéticamente es muy atractiva, pero, como sucede con EMUI –el software desarrollado por Huawei–, muchos elementos se alejan del lenguaje de diseño definido por Google, generando una heterogeneidad de interfaces en el propio dispositivo. Cualquier persona puede apreciar ciertas diferencias de estilo entre, por ejemplo, Google Maps (desarrollada bajo las líneas de Material Design 2) y la galería fotográfica del teléfono (desarrollada por Xiaomi).

En el plano funcional, MIUI presenta varias funciones interesantes, aunque la más destacada de todas es el sistema de gestos. Xiaomi, básicamente, ha copiado e implementado lo que Apple introdujo con el iPhone X: deslizar hacia arriba para volver a la pantalla principal; deslizar hacia arriba y mantener para acceder a la multitarea; y deslizar de izquierda a derecha para volver atrás. Las animaciones, además, acompañan a los movimientos del dedo, produciendo una sensación placentera y una dinámica muy orgánica. Mucho mejor que el sistema de gestos nativo de Android 9.0 Pie.

Todo lo citado anteriormente, unido a la pantalla casi sin marcos y a la gran estética del Mi MIX 3 –cuyo acabado es, honestamente, es de lo mejor de 2018–, hace que el día a día con el Mi MIX sea fantástico.

Acercándose a los grandes

Hay dos aspectos muy particulares en los que Xiaomi, con el Mi MIX 3, ha recortado distancia con los productos más avanzados del sector. Uno de ellos es la pantalla, que ahora apuesta por la tecnología OLED. Tiene 6,4 pulgadas de tamaño y una resolución Full HD+, lo que genera una densidad de píxeles de 403.

En la práctica, la pantalla muestra colores fieles, alcanza un brillo máximo más que suficiente para asegurar una buena visibilidad en exteriores y, gracias al OLED, los niveles de contraste son prácticamente perfectos. Además, a diferencia de otros smartphones, el modo de imagen por defecto no enriquece ni impulsa la saturación de los colores en exceso; intenta ser neutra y fiel a la realidad. En general, es una pantalla buena.

Obviamente, el panel no alcanza la perfección de Samsung y Apple –cuyos iPhone XS y Galaxy Note 9 han sido reconocidos como referentes por la industria–. Por ejemplo: la menor densidad de píxeles hace que la matriz pentile llame la atención sobre ciertos elementos de la interfaz. Dicho esto: muchos de los clientes potenciales de este producto ni siquiera notarán ese tipo de detalles.

El otro aspecto en el que Xiaomi ha evolucionado es en la fotografía. El Mi 8, debido a su software, entregaba resultados inferiores a lo esperado –sobre todo en condiciones lumínicas adversas–. Sin embargo, con este Mi MIX 3, partiendo del mismo hardware, la experiencia es algo mejor.

En términos generales, la cámara del Mi MIX 3 ofrece unos buenos resultados. Con el modo HDR, el rango dinámico es más que apropiado, el nivel de detalle es correcto y los colores son, en su mayoría, acertados.

HDR desactivado.

HDR activo.

El teléfono de Xiaomi, eso sí, continúa a cierta distancia de los mejores del sector, especialmente de noche. Algunas aspectos en los que se aprecia margen de mejora:

- En condiciones lumínicas adversas, suele iluminar la escena en exceso, generando resultados irreales. En algunas de las fotografías de prueba, el Mi MIX 3 recogía una escena más iluminada de lo que mis ojos veían.

- Cuando hay luces artificiales, la temperatura de color suele ser más cálida de lo ideal.

La imagen capturada por el iPhone XR es, en cuanto a iluminación y color, mucho más cercana a la realidad.

- Si se amplía la imagen, ciertas áreas presentan un detalle inferior al iPhone XR/iPhone XS. El teléfono de Xiaomi difumina intentando reducir el ruido.

- El modo nocturno resulta útil en casos particulares, aunque, como en otros teléfonos, hay que tener en cuenta que los resultados no son reales.

El modo nocturno capta más luz, pero sacrifica el realismo de la imagen.

- El modo retrato suele detectar apropiadamente los diferentes elementos de la escena, pero el tipo de desenfoque que aplica –y cómo se deforman las luces y los contornos– se siente más artificial que el del iPhone XS, por ejemplo.

- Los selfies, como suele ser habitual en smartphones de empresas chinas, suavizan la piel hasta parecer casi una muñeca. Se puede desactivar.

- Hay una diferencia de calidad importante entre la cámara principal y la cámara con teleobjetivo. Esto es habitual en todos los teléfonos –incluso los de mayor precio–, pero en el caso del Mi MIX 3, el salto cualitativo es mayor que en modelos de precio superior.

- El modo de inteligencia artificial, en la mayoría de situaciones, es prescindible. Mejor desactivarlo y disfrutar de imágenes más neutras y realistas.

Es probable que varios de los detalles anteriormente analizados pasen desapercibidos ante los ojos del público potencial de este producto –la mayor parte, de hecho, encontrarán en el Mi MIX 3 una cámara fotográfica solvente, capaz y eficaz para la mayoría de situaciones–. Sin embargo, son este tipo de aspectos las que marcan la diferencia entre una cámara simplemente buena y la realeza del sector.

El punto débil: la autonomía

En el interior del Mi MIX se encuentra una batería de 3.200 mAh. La capacidad es menor que la de otros modelos de la competencia, principalmente por el espacio que ocupa el mecanismo deslizante.

Esta inferioridad numérica, inevitablemente, se ve reflejada en el uso diario. El equipo puede aguantar una jornada de uso habitual, pero, en casos extremos –viajes alejados del cargador, jornadas de trabajo muy intensivas, etc.–, puede ser insuficiente para muchos.

Por suerte, cuenta con carga rápida y carga inalámbrica, lo que ayuda en esas situaciones tan particulares.

Conclusión

En términos generales, el Mi MIX 3 es un buen producto. Su diseño es, fácilmente, de lo mejor del año. Su rendimiento, como en otros smartphones de gama alta, es excelente. Y sus cámaras, aunque no equiparen a Google y Apple, ofrecen unos resultados más que satisfactorios y mejores que los de su predecesor.

En caso de proceder con su compra, eso sí, lo interesante sería hacerlo durante los próximos meses. Y es que, observando el calendario de años anteriores, resulta muy probable que entre los meses de mayo y julio lleguen al mercado teléfonos de precio similar, con componentes y tecnologías más avanzadas.

Pros

  • Gran diseño. Buena construcción, atractivo y cómodo. De lo mejor de 2018.
  • Buen rendimiento. La combinación de hardware clásica, junto con MIUI, se traduce en una experiencia suave.
  • Gestos. Puede parecer algo menor, pero los gestos de Xiaomi hacen que una pantalla como esta cobre vida. Y son mejores que los desarrollados por Google.

Contras

  • Autonomía. Suficiente, pero no increíble. Su competencia ofrece más..
  • Resistencia. Las partes móviles son más susceptibles de sufrir daño en caso de impacto.
  • Detalles. En aspectos como la cámara o la pantalla, el Mi MIX 3 ofrece una buena experiencia, pero algunos detalles podrían ser mejores.

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