Netflix ha cambiado bastante desde que comenzó en 1997 como una empresa dedicada a la renta de DVDs vía correo postal, actividad que, por cierto, sigue vigente y seguirá así al menos hasta el 2020. Para la primera década de los años 2000, Netflix se convirtió en un servicio de streaming y ya para el 2011 comenzó a preparar su primer contenido original: House of Cards; el cual fue estrenado en 2013 y, como se dice por ahí, el resto es historia.
Actualmente Netflix es una enorme empresa con alrededor de 125 millones de suscriptores y un estimado de 300 millones de usuarios en total. Luego del drama producido por David Fincher las producciones originales no han parado, a tal grado de que uno de los objetivos de la empresa es ofrecer un enorme catálogo de producciones originales. Por tal motivo no sólo ha construido una forma muy peculiar de trabajar en su sección de contenidos, en donde ha dado oportunidad a jóvenes creadores pero también se ha aliado con gente de gran renombre tanto del cine como de la televisión.
Un enorme presupuesto, miles de títulos
Tan solo en este año Netflix quiere alcanzar la cifra de 1,000 títulos nuevos a su catálogo, entre adquisiciones, distribución y producciones originales. Hace poco nos enterábamos del impresionante presupuesto que el servicio tiene para sus títulos: 8 mil millones de dólares; cifra que supone el 85% de sus gastos.
La apuesta por sus contenidos originales es impresionante y seguramente se encuentra respaldada con números; es decir, data que conoce Netflix a partir de los hábitos de sus usuarios —y que no da a conocer de forma pública—. De hecho se comenta entre los creadores y gente involucrada con el servicio, que los directivos de Netflix "aman los números".
En una larga entrevista de Vulture con los principales involucrados, es decir, Ted Sarandos, jefe de contenidos, Amy Reinhard y Bela Bajara, ambas VP de adquisición de contenidos; Cindy Holland, VP de contenido original y Erick Barmack, VP de originales internacionales, dejan en claro que el objetivo principal para Netflix es fortalecer el área de sus contenidos y no depender —o invertir— en títulos que solo estarán de paso por el catálogo.
Como los hechos hablan más que las palabras basta ver los próximos estrenos que habrá en la plataforma para darnos cuenta de que estamos ante un gigante. Además, Netlfix se está aliando con muchísima gente destacada en el mundo del entretenimiento. Veamos un poco más sobre esto.
Directores de clase A
Luego del éxito de House of Cards se estrenaron otras series por demás exitosas como Orange is the New Black y más tarde, Stranger Things, el área de las películas no era una que se pensara dejar atrás. Por tal motivo el propio Sarandos declaró que la división de películas tenía un gran potencial que aprovecharían tal como lo hicieron con el de las series; para lo cual formó un equipo, según sus propias palabras, que estuviera orientado a decir "sí" en vez de decir "no".
Luego de meses de trabajo comenzamos a ver los resultados de meter el acelerador en esta área. Entre sus próximos estrenos están varios títulos de directores de cine de primera clase, tales Roma del director mexicano Alfonso Cuarón, 22 July de Paul Greengrass, The Ballad of Buster Scruggs de los hermanos Coen; así como la especial, The Other Side of the Wind, la película inacabada de Orson Welles que Netflix restauró, terminó de confeccionar y se prepara a distribuir en su plataforma, aunque también en salas de cine.
A esto le debemos sumar Six Underground, la que será, hasta el momento, la película más cara de Netflix —más que la muy regular Bright de David Ayer protagonizada por Will Smith—. Esta cinta de Michael Bay, protagonizada por Ryan Reynolds y confeccionada junto a Skydance media llegará a la plataforma en 2019. También durante ese año veremos la enorme producción, The Irishman de Martin Scorsese.
Para finales de este 2018 aún tenemos otros destacados estrenos: Private Life de Tamara Jenkins, Hold the Dark de Jeremy Saulnier, The Kindergarten Teacher de Sara Colangelo y The Land of Steady Habits de Nicole Holofcener y Bird Box de Susanne Bier con Sanda Bullock como protagonista. —sí, varias mujeres directoras, lo cual es una buena noticia—, así como Christmas Chronicles de Chris Columbus. Netflix también se unirá a la exhibición de Extinction dirigido por Ben Young con Michael Peña y Lizzy Caplan; así como de Mowgli de Andy Serkis, la nueva adaptación del inolvidable Libro de la Selva.
El escándalo que se levantó luego del estreno de Okja, escrita y dirigida por Jonn-ho Bong, sirvió para poner en la mesa varios temas. Recordemos que la cinta fue presentada en Cannes el año pasado y fue ovacionada y abucheada por igual. La polémica escaló; creadores e involucrados en el cine se proclamaron a favor y en contra —uno de estos últimos fue Christopher Nolan, aunque después se disculpó... de una parte de sus comentarios—, todo porque unos dicen que una cinta no puede competir en los festivales y demás premiaciones si no se han exhibido en salas de cine; otros, en cambio, insisten que el medio de distribución no tiene nada que ver con el valor artístico propio de las películas.
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De toda formas, como vemos, Netflix apuesta en ambas direcciones, algunas de sus producciones originales se están estrenando o se estrenarán también en salas de cine; en otros casos la distribución de algunas cintas se masificará al llegar a la plataforma. Los grandes ganadores: los suscriptores de la plataforma que tienen más y mejores títulos, tanto en calidad como en cantidad; pero también los creadores que pueden llegar a un público enorme que por las vías tradicionales solo lo alcanzan grandes producciones o los llamados blockbusters.
Las reinas de la plataforma: las series
Retomemos la frase anterior, "tanto calidad como cantidad". Muchas personas pueden opinar que a mayor cantidad es más difícil procurar la calidad, sin embargo, los directivos de Netflix están seguros de que pueden manejar ambos aspectos. Por ello se han acercado a varios grandes, como Shonda Rhimes y Ryan Murphy, ambos titanes en la televisión. La primera es la creadora de series tan importantes como Grey's Anatomy y Scandal, el segundo es el rey de las series de antologías con títulos tan destacados en el medio como American Horror Story y Glee —y otras grandiosas como Feud, Amerian Crime Story y la reciente para HBO, Pose—.
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Además de las producciones que está realizando con Rhimes y Murphy —de las que poco sabemos pero que, sin duda, valdrán la pena—, Netflix ya está trabajando con Jenji Kohan, la creadora de Orange is the New Black y, aunque hace poco rechazaron el proyecto llamado American Princess, su colaboración sigue en pie. También está trabajando con Damien Chazelle, director de la polémica La La Land y el director mexicano Guillermo del Toro —con quien, además ya realizó la serie animada Troll Hunters—.
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No debemos olvidarnos de las producciones que Netflix está confeccionando en otros países, como la alemana Dark, las mexicanas Club de Cuervos —y su divertido spin-off, La Balada de Hugo Sánchez— y la reciente La Casa de las Flores; así como la brasileña 3%. Su expansión no se detiene ahí, pues esta jugada les abre las puertas a muchos creadores y a los clientes les otorga un amplio catálogo con producciones que de otra forma sería difícil acceder y consumir.
En este punto es importante señalar lo que Netflix está haciendo con respecto a series animadas, animes, comedia y documentales. Varios títulos animados con Dreamworks han encontrado lugar en el catálogo de la plataforma, así como animes también se unen bajo la etiqueta de "Original de Netflix". Desde el principio de la plataforma la comedia y los documentales también han encontrado un canal amplio para esas producciones que difícilmente se emiten en cines o en la televisión regular.
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No debemos olvidar la mancuerna que Netflix tiene con Marvel y los títulos que de ahí se han desprendido: Jessica Jones, Daredevil, Luke Cage, Iron Fist, The Punisher y The Defenders. El reciente estreno de (Des)encanto, la nueva serie de Matt Groening y la tendencia de rescatar títulos que las televisoras descartan o quedan suspendidas como Arrested Development o la genial Love Sick, o Black Mirror, por nombrar algunos.
Como podemos ver, Netflix aún tiene mucho por delante y nosotros como público un amplio espectro de títulos. Eso no quita que a veces la plataforma retroceda, hace algunos meses vimos como fueron sorpresivamente cancelados varios títulos, entre ellos la creación de las hermanas Wachowski, Sense8, así como The Get Down de Baz Luhrmann, entonces se habló de la posibilidad de una burbuja que comenzaba a desvelarse, sin embargo, ya podemos ver, parece todo lo contrario.
Los planes de Netflix no son pequeños y, aunque en números duros la compañía no tiene una ganancia real, la apuesta no parece equivocada si están confeccionando un catálogo único, de gran calidad; con títulos que figuran regularmente en los premios más destacados de la industria —tan solo en la edición de este año de los premios Emmy alcanzó 112 nominaciones, más que HBO que durante 17 años estuvo a la delantera— y, además, con un creciente número de suscriptores que las estimaciones más modestas indican llegarán a 200 millones en 2020 y 300 millones en 2028.