Nokia lo tenía difícil, por un lado, pero horriblemente fácil en otro sentido. Partiendo de una base como el Nokia Lumia 920, el anterior tope de gama, ya sabían en lo que tenían que mejorar; y por la parte que les toca, lo han sabido resolver perfectamente: el Nokia Lumia 925 es todo lo que el primer tope de gama con Windows Phone 8 de Nokia debió haber sido desde el principio. Afortunadamente, esperemos que no sea demasiado tarde, aún.De por sí ya sabía en todo lo que fallaba el Nokia Lumia 920, es el terminal que hasta hace poco usaba en mi día a día como teléfono personal y de desarrollo. Y no es posible negar que sea un buen teléfono, con todas sus taras: peso, dimensiones y aplicaciones, aunque esta última no es exclusiva del 920, también se extiende al Nokia Lumia 925, y a todo Windows Phone 8, como sistema aún emergente que es...precisamente este punto es el que hace que las comparaciones con terminales con sistemas más maduros como Android o iOS se vengan abajo; por eso, me centraré en hablar del terminal en sí, del hardware, de su comportamiento dentro de las limitaciones que tiene, dejando claro que Windows Phone 8, si bien no cuenta con cientos de miles de aplicaciones, cuenta con las necesarias para que en el día a día se pueda convertir en un terminal que te es útil.

Apps, hay de todo, pero poco. Esto empieza a ser insuficiente.

Y justo después es que toca hablar de un punto extra con el que cuenta el Nokia Lumia 925: las aplicaciones exclusivas de Nokia, aunque ya son un recurrente en las reseñas de los terminales de la casa finlandesa, el hecho de ser de las pocas aplicaciones que vienen preinstaladas que resultan útiles es digno de mencionar siempre: Here Maps, Here Drive o Here Transit me han salvado la vida en varias ocasiones con el Nokia Lumia 925. Aunque esto son buenas noticias para los usuarios de Nokia, hay un peligro intrínseco en dejar que Nokia controle tanto el ecosistema de Windows Phone.

Hardware, la joya de la corona

De siempre, y acentuada con la gama Lumia, Nokia ha sido un excelente fabricante, salvo casos aislados, como el 5800 Xpress Music, claro. Y el 925 no iba a ser la excepción, aunque han ido más allá, dejando de lado el policarbonato, que si bien daba una buena sensación en mano en el Lumia 920, no es un material, que, a estas alturas, esté para ser usado en gama alta. El Nokia Lumia 925 es un gama alta, y por fin se nota, por fin tenemos un teléfono con Windows Phone 8 que se acerca a los estándares actuales de gama alta: ligero, delgado, con excelentes acabados, es decir, han dejado de fallar en las dos primeras partes.

Tener el terminal en la mano, intentar doblarlo sin que suene o rechine ninguna pieza, agitarlo escuchando cómo solamente se mueve el estabilizador óptico de la cámara y, en general, tener una sensación de solidez superior en todos los aspectos del terminal es tremendamente positivo. Realmente tienes una sensación premium, con materiales más nobles que un simple plástico, por muy grueso y colorido que fuera el mismo plástico. Otro punto muy a favor es la fluidez en las transiciones de los materiales. El Nokia Lumia 925 tiene un marco de aluminio marcado por 4 pequeñas bandas que cambian de color cerca de los bordes, la parte trasera es de plástico, pero la transición entre estas dos partes, o del borde a la pantalla, es impecable.

Eso sí, hay que ser realistas. El Nokia Lumia 925 no es perfecto, y bajo los ojos de una reseña, te fijas en detalles que normalmente pasarían desapercibidos. Por ejemplo, la parte trasera es mejorable, da una sensación algo extraña, y creo que es debido a la combinación de los 3 elementos que la componen: bulto de la cámara, bornes para la carcasa de carga inalámbrica y altavoz. El bulto de la cámara creo que es evidente por qué podría ser mejorable, los bornes es meta estética; sin embargo, el altavoz sí que tiene su intríngulis, y no encontré la solución trivial: tiene dos pequeños botones, por llamarlos de alguna forma, que evitan que la parte baja de la trasera sea lisa. En el uso del terminal no se nota en demasía, pero cuando juegas con él, simplemente teniéndolo en las manos, los notas.Nokia Lumia 925

Windows Phone, aún un paso por detrás en gama alta

Bien, ya hemos dejado claro que la construcción del Nokia Lumia 925 realmente le hace justicia a su título de gama alta, pero el hardware no lo es todo, ni de lejos. De hecho, es un mero contenedor para lo que realmente hace a un terminal un smartphone: el jugo que le podemos sacar con el software, las utilidades y facilidades que nos brinda. Este es precisamente el papel de Windows Phone 8 y su ecosistema...y es donde el terminal peca.

Vuelvo a dejar clara una cosa: las aplicaciones que más uses en tu terminal seguramente estarán en Windows Phone 8 y serán alternativas decentes, si vienes de Android no tendrás problemas. Sin embargo, desde iOS, donde las aplicaciones, por norma general, son de mejor calidad que en el resto de plataforas, echarás de menos TweetBot y algunas cuántas más. Pero esto no es todo, la cantidad de aplicaciones no es lo único que falla, sino el mismo sistema operativo tiene faltas graves a estas alturas, pequeños detalles que hacen de Windows Phone 8 un sistema básico, que no malo.

Por ejemplo: controlar el brillo de la pantalla. Es imposible hacerlo manualmente si no es pasando por 2 niveles preestablecidos, que en muchas ocasiones no son suficientes. Otro ejemplo que, personalmente, me parece peor, es el tema de la gestión de vibración y sonidos, no hay forma fácil de pasar entre modos "sonido + vibración", sólo vibración, o bien, ninguna alerta, tienes que irte al menú de configuración del terminal, ya que desde la barra del control del volumen no puedes desactivar la vibración.

Una vez más, puntazo a la fluidez de Windows Phone, que es una gran parte del cariño que le tenemos los usuarios. Eso sí, no esperes las últimas aplicaciones que veas anunciadas en la tele, puedes esperar un juego un año y medio después.

Cámara, misión posible: mejorar el Lumia 920

Este listón no estaba nada bajo con el Lumia 920 como predecesor del Nokia Lumia 925. El teléfono que tenía como excusa de su peso y dimensiones el sistema de estabilización de imagen de la cámara, el Nokia Lumia 920, no podía tener mala cámara. Y un teléfono que venía a suplir sus carencias tampoco podía empeorarla.

Si bien, las diferencias técnicas son menores, se limitan a la adición de un lente más en la cámara, aunque sean pocas, se notan, y mucho, realmente. Sobre todo en temas importantes. Por ejemplo, la resolución de detalle del Nokia Lumia 925 es muy superior a la del 920, así como las fotos mejoran en condiciones nocturnas, o, mejor aún, la profundidad de campo parece profesional, y tiene una distancia de foco bastante menor a la del Lumia 920, haciendo que algunas fotos sea posibles con el 925, pero no con el 920.

Nokia Lumia 925

En general, en la experiencia de uso también se notan mejorías en la cámara que no sólo afectan al campo técnico, como el enfoque más rápido o la previsualización más fluida, si cabe. Aunque precisamente estos aspectos no se los atribuiría a la ingeniería interna de la cámara en sí misma, sino a la actualización que tiene el Nokia Lumia 925, mejoras en el firmware del mismo.

Amber, GDR2, la actualización que algunos no esperan

Windows Phone tiene un ritmo de actualizaciones bien marcado y aceptable. El Nokia Lumia 925 viene con la actualización de Windows Phone, GDR2, y el firmware de Nokia llamada Amber. Bien, esta actualización, independientemente de si son funcionalidades de Microsoft o de Nokia en específico, trae bastantes novedades, algunas tan esperadas como la Radio FM, otras más bien visuales, como el double tap to wake, o mantener siempre el reloj en pantalla mientras el teléfono está bloqueada. ¿Bonita? Sí. ¿Útil? No. Aunque un punto por darle a favor es que la pantalla se apaga del todo cuando está en el bolsillo, por el sensor de proximidad. Ahora bien, el punto en contra es que no enseña notificaciones como sí lo hace la pantalla de bloqueo de Windows Phone tradicional, a excepción del estado de sonido/vibración del terminal, otro punto negativo es que el doble toque no funciona como debería, al menos no siempre, teniendo que intentarlo varias veces en algunas ocasiones.

Nokia Lumia 925

Ahora, lo más grave de esta actualización no es esto. Es algo que ya se veía venir, fruto del juego de ajedrez de Microsoft y Google. Gmail pierde las notificaciones push, no sólo las cuentas de Gmail personales, sino también las de Google Apps for Business, teniendo que podemos recibir correos cada 15 minutos como muy pronto. Teniendo en cuenta que si te compras un gama alta eres un usuario activo del correo, o, por lo menos, necesitas tener una sensación de comunicación y conexión constante, esto se ve mellado. De hecho, con el Lumia 925 he sentido como si me estuviera perdiendo cosas en cuanto al correo, pero esto es una sensación muy personal.

Conclusión

No por mérito propio el Nokia Lumia 925 se lleva un gran 9 en esta reseña, que también podría, sino por otra razón más sencilla: lograr que lo quiera después de tener el Lumia 920 desde hace poco tiempo. Sí, es evidente que el Lumia 925 mejora mucho respecto al 920, pero que, como universitario, el 925 haya logrado que quiera volver a gastarme el dinero es signo de lo mucho que ha mejorado.

Y no por nada, sino por reducción de peso y mejora de cámara, logran que la experiencia sea notablemente superior al Lumia 920, teléfono que desde ahora miraré casi con desdén apoyado en su mesita de noche. Y esta última parte no era misión fácil, el mejorar la cámara.

Nokia, enhorabuena.

Pros

  • Ligero. Sólido. Impresionante cámara. Realmente logra mejoras buenas sobre el 920.

Contras

  • Windows Phone 8 aún tiene mucho por recorrer. Cámara abultada.

Recibe cada mañana nuestra newsletter. Una guía para entender lo que importa en relación con la tecnología, la ciencia y la cultura digital.

Procesando...
¡Listo! Ya estás suscrito

También en Hipertextual: