En Abigail la sangre corre a litros y hay cuerpos decapitados en más de una docena de escenas. También hay una niña vampiro (Alisha Weir) que reinventa el género al crear una amenaza imparable que, además, tiene una historia turbulenta como trasfondo. La nueva película de la dupla de Matt Bettinelli-Olpin y Tyler Gillett, es un experimento extravagante que funciona, gracias a su desenfado, crueldad y retorcido sentido del humor. Pero en específico, por demostrar que los vampiros, siguen siendo el monstruo clásico preferido del cine contemporáneo.
No es una noticia nueva. Durante los últimos años, las películas de bebedores de sangre se han hecho cada vez más importantes en el panorama del género del terror. En especial, porque permiten, además de las mejores y más gráficas escenas escalofriantes, una inevitable reflexión de la naturaleza humana. De la inmortalidad como panacea a la percepción del bien y del mal, como escenario para la lucha por la supervivencia. Lo cierto es que los vampiros, son las criaturas más cercanas a lo humano y las que mejor exploran el lado oscuro de la violencia.
Para celebrar la llegada de un nuevo nombre a la galería de inmortales, te dejamos cinco cintas sobre vampiros que deberías ver si te gustó Abigail. De dos capítulos de Drácula de Bram Stoker llevados al cine a una mirada crepuscular a la eternidad. Todo para reflexionar y profundizar sobre la crueldad, la sed de sangre y el horror en medio de escenarios diversos, extravagantes y originales.
El último viaje de Deméter
Uno de los pasajes más interesantes de Drácula, de Bram Stoker, es el que cuenta el sangriento viaje del Conde titular a través de un barco, que terminó por encallar. Eso, con todos sus tripulantes muertos y las señales de una tragedia sin explicación aterrorizando a la Londres que imaginó el escritor.
El año pasado, la historia llegó al cine por tercera vez de la mano de André Øvredal en un largometraje especialmente sangrienta y brutal, que no se mide en escenas de muertes gráficas. Una que, además, rinde tributo tanto a la novela en que se basa como al género de terror en general.
El último viaje de Deméter cuenta la historia de cómo el barco comandado por el Capitán Elliot (Liam Cunningham de Juego de Tronos), comienza un viaje destinado a la tragedia. Eso, luego de recoger en Rumania, una carga misteriosa de cajas, que terminan por ser el vehículo de una criatura feroz que matará, uno a uno, a toda la tripulación a bordo. A mitad de camino entre Alien: El octavo pasajero de Ridley Scott y una brutal cacería monstruosa, la cinta es una obra imprescindible para los amantes del género.
Renfield
En una de esas raras casualidades de la cultura pop, otro personaje secundario de Drácula, llegó en 2023 al cine. Renfield, dirigida por Christopher McKay, se alejaba de los escenarios principales de la novela, para narrar la historia del sirviente demoníaco del perverso Conde. Encarnado por Nicholas Hoult se exploraba un lado original. Su condición de esclavo emocional del malvado vampiro, al que daba rostro Nicolas Cage en otro de sus papeles extravagantes.
Ambientada en la Nueva Orleans actual, la película sigue al personaje titular, mientras este trata de encontrar su lugar en el mundo y la libertad. Poco a poco, descubrirá que su vínculo con Drácula es mucho más que un deber: también es su conexión con su parte más violenta e imparable.
En medio de un acelerado arco de redención y tratando de hacer el bien por primera vez en varios siglos, Renfield terminará por enfrentar a su amo, enamorarse y comprarse un apartamento de soltero. Todo en la misma semana.
Livide: herencia maldita
Si el tropo de la niña diabólica con aspiraciones de Prima ballerina es lo tuyo, hay una versión más siniestra, brutal y terrorífica de Abigail que ver. En 2011, Livide: herencia maldita narró la historia de una pequeña condenada a vivir eternamente. Mucho peor, a soportar la esclavitud física que le impone su madre, que la mantuvo cautiva dentro de la enorme mansión que ambas compartían.
Pero que la anterior premisa trágica no te engañe. Esta es una cinta de vampiros a toda regla y lo mejor, que es una sin el menor prurito de mostrar todo tipo de atrocidades. De niñas eternas persiguiendo a sus presas en una casa laberíntica a símbolos macabros, repartidos equitativamente en una trama densa.
Lo cierto es que Livide: herencia maldita es una perversa visión sobre el anhelo, la necesidad de posesión y la sed de sangre. Construida en tres actos brutales que terminan con una conclusión digna de Guillermo del Toro, esta película es ideal para los que buscan una nueva premisa en el género de vampiros.
Una chica vuelve a casa sola de noche
A mitad de camino entre un western crepuscular y un romance monstruoso, esta película de Ana Lily Amirpour, es una premisa poco común en el género de vampiros. En un Irán atemporal, peligroso y melancólico, una mujer solitaria camina por las calles en busca de sangre. Pero a la vez, atormentada por su naturaleza de errante eterna.
La directora, que también escribe el guion, analiza la condición femenina en un entorno violento, a través de la idea de una criatura que está por encima de cualquier clasificación. Pero además, a la vez narra una película de terror formidable, que gracias a su estética exquisita — la cinta está grabada en blanco y negro — utiliza el contexto como un paraje simbólico.
Para su doloroso final, la cinta habrá dejado dos cosas en claro. Por un lado, que el amor sobrevive a la muerte. Por el otro, que hacerlo no convierte a la criatura que lo experimenta en precisamente una buena. Dos escenarios muy distintos que convergen en un fatídico — y artístico — baño de sangre.
Solo los amantes sobreviven
En 2013, Jim Jarmusch se propuso rodar lo que llamó la “película definitiva de vampiros”. Pero Solo los amantes sobreviven, es mucho más parecida a una reflexión decadente y elegante sobre la eternidad y el tiempo, que un cuento macabro.
Adam (Tom Hiddleston, en un papel hecho a su medida), es un vampiro con varios siglos a cuestas en busca de un motivo por el cual vivir. Eve (Tilda Swinton), es su esposa por toda la eternidad que necesita recorrer el mundo de vez en cuando, mientras intenta comprender el paso del tiempo a través de libros y música.
Juntos, forman una pareja extraña, sedienta de sangre y al final, tan cruel como cualquier otra criatura de la noche del cine. Con todo, la cinta tiene más ambiciones que solo mostrar asesinatos y sangre — que los hay — y lo demuestra en su singular mirada sobre la posibilidad de la eternidad. Ideal para los que aman el género de vampiros con un toque de romance — brutal — a cuestas.