En la serie de AMC Entrevista con el Vampiro, el periodista Daniel Molloy se sorprende cuando Louis compara su apetito de sangre con su orientación sexual. “Aceptaste tu homosexualidad al mismo tiempo que al matar”, comenta. “¿Qué diría la teoría queer sobre eso?”, añade. Se trata de un cuestionamiento pertinente, pues buena parte del argumento está basado en el amor entre Louis y Lestat.
Esta vez, a diferencia del libro — y también de la versión cinematográfica de Neil Jordan —, el contexto homoerótico es por completo explícito. Lo que hace que el guion transite por lugares complicados y, en especial, a través de preguntas incómodas en la forma en que se analizan varios temas. En particular, la sexualidad de sus personajes.
¿Hay algún sustrato homófobo en el hecho de que la muerte o, en cualquier caso, el asesinato se comparen al autodescubrimiento sexual? En realidad, lo que podría parecer una insinuación sobre impulsos reprobables se transforma en una alegoría a la libertad.
Entrevista con el Vampiro: amor, deseo y sangre
De hecho, la premisa principal de la serie hace un considerable énfasis en que sus personajes están fuera de toda norma humana. Pero, a la vez, estrechamente vinculados por múltiples sentimientos que convergen en el amor.
Si en la versión literaria de Entrevista con el Vampiro la tensión erótica latente entre Lestat y Louis se desarrollaba como un instinto reprimido y una forma de culpa, en la serie toma otro cariz. El guion se permite la libertad de profundizar con cuidado en cómo el deseo y el apetito de sangre se confunden y se mezclan en una única satisfacción.
No obstante, la necesidad de Louis por Lestat no es solo la de un pupilo hacia su mentor o el asombro por una criatura seductora. La producción explora en su historia hasta lograr que ambos sostengan una profunda, singular y, sin duda, violenta conexión. Tan fuerte que involucra de lo carnal a lo mental y espiritual hasta sostener un todo complejo y abrumador.
El amor por toda la eternidad y en medio de las sombras
Uno de los puntos fuertes del guion de Entrevista con el Vampiro es su capacidad para extrapolar el apetito por la sangre a otros estratos de la personalidad. Pero, también, lograr separar el mero anhelo físico — y según el relato, implacable— de la mirada a una relación amorosa gay adulta.
En el primer encuentro entre Louis y Lestat, el segundo bebe la sangre de su futuro pupilo. No tanto como para matarle, pero sí, en palabras del personaje: “Para dejar una huella indeleble en él”. Lo siguiente que ocurre es una escena que rara vez se muestra en producciones mainstream.
Ambos permanecen tendidos, uno junto al otro, mientras recuperan el aliento. Pero la producción procura que la atmósfera sea de una intimidad profunda. Muy lejos de una escena de violencia, hay un sustrato bien construido sobre la necesidad mutua. Un nexo recién nacido que se hace más sentido y real a medida que avanza la narración.
Sexo, sangre y mordidas en Entrevista con el Vampiro
Entrevista con el Vampiro, que procede de una obra pionera en temas y puntos de vista queer, analiza a sus personajes desde lo emocional. Louis no duda en expresar el temor que le produce la mera posibilidad de la atracción hacia un hombre. Poco a poco, el guion brinda capas de profundidad a la necesidad de conexión física y romántica de sus protagonistas. Lo hace con una delicadeza y respeto que transforma las largas conversaciones, e incluso las escenas violentas, en símbolos de puntos más complejos.
La serie Entrevista con el Vampiro de AMC es la esencia de la novela de Rice — y la totalidad de su universo — llevada a un estrato novedoso. Quizás no cumple con los parámetros de ambientación y detalles específicos de la narración, pero sí con su espíritu. Más importante aún, es la construcción elaborada y cuidadosa de la psicología de sus personajes. Añadir una mención explícita a su orientación sexual permite a la trama atravesar elementos más complejos sobre la psique de sus personajes. A la vez, de un recorrido cada vez más elocuente sobre cómo puede mostrarse la idea de la sexualidad queer sin recurrir a giros manidos o a lugares comunes.
Una historia que se reinventa para el nuevo milenio
Por supuesto, la relación entre Lestat y Louis está marcada por una desigualdad complicada de poder y la huella de la violencia. No es ejemplo a seguir, ni mucho menos una idea saludable en general. Aun así, el enfoque de Entrevista con el Vampiro se aparta de la idea de construir personajes que estén limitados por su sexualidad.
La homofobia, el temor al descubrimiento del amor que contraviene la cultura y la sociedad, se muestra como un hecho doloroso. Poco a poco, el argumento se toma el espacio y el tiempo para contar una relación gay que no obedece a la idea sobre el estigma o mal inherente. Un estereotipo frecuente en la televisión y que la serie desvía con sutileza hacia sus tópicos sobrenaturales.
En realidad, en varios de los momentos más significativos de Entrevista con el Vampiro, el amor entre sus personajes es una potente fuerza física y natural. Hay momentos de ternura, pequeños gestos de intimidad compartida que enaltecen lo que ocurre entre los protagonistas. Más allá de la condición monstruosa que comparten, Louis y Lestat, esta vez, son compañeros espirituales. Una pareja a plenitud, que comparte dolores, sufrimientos y la lenta forma de comprender la naturaleza que les une a través de un vínculo real.
El amor físico en Entrevista con el Vampiro
La serie no es en absoluto tímida para mostrar el deseo y el amor físico entre sus personajes. Pero sus escenas sexuales no son gratuitas y cada una de ellas está llena de una de delicadeza de planteamiento que resulta novedosa. Desde las mordidas — que en la mitología de Rice se equiparan al sexo — hasta abrazos, miradas cómplices y besos. Entrevista con el Vampiro muestra a sus personajes en un mundo privado que construyen con dificultad pero con paciencia.
Sorprende la forma en que el guion reflexiona sobre la madurez del amor adulto entre dos hombres sin recurrir al recurso fácil de la necesidad desesperada. Lestat y Louis están unidos por la mera atracción física y, después, por el hecho de ser criaturas inexplicables. No obstante, el vínculo romántico es real, lleno de matices y de una forma en que puede comprenderse a ambos personajes.
A diferencia de la contenida distancia de la película de Neil Jordan, la serie Entrevista con el Vampiro rinde tributo a la sexualidad, al amor en toda su rareza. Al final, también a una relación queer que no necesita justificar su existencia más allá que la atracción mutua. “Ocurren muchos accidentes en el mundo y en la historia. El amor es uno de ellos”, dice Lestat a Louis después de dejarle beber su sangre. Quizás, la mejor definición en la forma en que la producción de AMC capta lo erótico que pueda brindar el argumento.