Las series se han convertido en uno de los elementos más importantes de la oferta en streaming. No solo por su variedad en temáticas, perspectivas y género, sino por lograr algo que el cine rara vez puede. Analizar de manera profunda la historia y en especial, a los personajes, que necesitan desarrollarse con cuidado. La llamada edad dorada de las series, ha demostrado que no solo el formato, es un aporte de considerable importancia a la manera en que se consume contenido audiovisual. A la vez, repercute en cómo los relatos más complejos, duros y conmovedores, pueden ser analizados desde ópticas novedosas. 

Pero su estructura, con sus múltiples temporadas y gran cantidad de tópicos en los cuales explorar, puede resultar agotadora para una parte de la audiencia. En especial, cuando la mayoría se extienden a través de años hasta completar arcos y la exploración en el comportamiento de sus figuras centrales. Por lo que las miniseries, son la opción ideal para el público con criterio dispar. Tanto para los que les interesa los relatos complejos, como los que no quieren armarse de paciencia mientras llegan a su final. 

Te dejamos cinco miniseries que puedes ver ahora mismo y en cuál servicio de streaming hacerlo. De una historia terrorífica acerca de la fe y el fanatismo a una distopía disimulada en un gran proyecto urbanístico. Historias cortas pero interesantes, con la capacidad de profundizar en los más singulares puntos de vista, sin la necesidad de extenderse demasiado al lograrlo. 

La Mesías (Movistar+)

Después del éxito de Veneno, biografía de la artista española Cristina Ortiz Rodríguez, el dúo de directores Los Javis, encuentra la madurez en esta obra inquietante. Lo que comienza como una exploración acerca de las creencias y los límites de la fe, se convierte en una crónica de un desastre anunciado. Todo, gracias a la mezcla entre un fenómeno pop que se sostiene sobre el dogma religioso y los recuerdos de un personaje torturado por su pasado. 

Considerada ya la mejor serie española del año, es, también, una mirada terrorífica acerca de las sectas y el uso de la manipulación emocional. Cuando Enric (Roger Casamajor), escucha la actuación del grupo de música cristiana Stella Maris, no solo recupera varios de los peores recuerdos de su infancia. A la vez, explora en el horror de lo místico, convertido en forma de agresión y de violencia. Más allá, en una noción sobre el castigo — corporal y espiritual — tan brutal que dejó heridas psiquiátricas incurables en su vida. 

Desde el delirio mesiánico hasta la percepción sobre el milagro como un hecho destinado a herir y amedrentar, La Mesías es un angustioso recorrido por historias paralelas. Además, un argumento complejo, contado con una sencillez aterradora y con una puesta en escena visual que sorprende por su simbolismo. Con siete capítulos, es el relato ideal para los que quieren disfrutar de una producción impecable, sin una gran inversión de tiempo. 


The Architect (Filmin)

Con cuatro episodios, esta narración, que combina de manera incómoda la sátira social y una distopía disfrazada de posibilidad a futuro, sorprende. No solo por plantear la idea de la deshumanización colectiva como única forma de sobrevivir a los estragos climáticos y a la sobrepoblación. Al mismo tiempo, por explorar en la moralidad moderna a partir de un ángulo inteligente. ¿Qué es lo peor que podría ocurrir cuando las edificaciones habitables se conviertan en un obstáculo del crecimiento urbano?

Esta producción noruega, rodada con una obsesiva atención visual por la simetría, sugiere, bajo su frío punto de vista, que la solución es casi barbárica. Convertir los espacios subterráneos de las ciudades en lugares habitables. Pero para la directora Kerren Lumer-Klabbers, no se trata de una premisa que esté ligada a la idea de brindar una solución imaginativa a un problema real. The Architect transforma la búsqueda de un sitio en el cual vivir en ciudades en los que resulta de enorme costo, en una batalla moral. 

A la vez, en una percepción complicada, acerca de lo que la sociedad puede aceptar para seguir fingiendo que no ocurre una tragedia medioambiental y cultural. Poco a poco y en menos de cinco horas, la serie crea un panorama aterrador sobre el futuro. Todos estamos destinados a perder la dignidad, al alcanzar una forma de bonanza o en el mejor de los casos, éxito.


Este mundo no me hará mala persona (Netflix)

Durante los últimos años, Netflix ha puesto especial interés en su apartado de animación dedicada al público adulto. Y es esta serie, de apenas 6 episodios, una de las más fascinantes y extrañas de la ya considerable cosecha de la plataforma. Pero esta vez, el riesgo no se trata de mostrar desnudos explícitos o violencia. En lugar de eso, es una exploración acerca de la política, el fascismo y la moral, degradada a un debate incómodo y sin aparente resolución. 

La historia, que se ubica en Roma y se enfoca en dos amigos — uno que permaneció en el viejo barrio de la infancia y otro que regresa — no le interesa hacer reír. Aunque lo hace. Tampoco dar lecciones, no obstante que lo logra. El resultado es un recorrido de inesperada elocuencia a través de un conjunto de ideas que, pocas veces, se tocan en un animado. Menos en uno, destinado a ser una sátira. 

La falta de empleo, la decadencia de las zonas más empobrecidas de las ciudades de países prósperos, incluso el uso de drogas. Este mundo no me hará mala persona crea una versión sobre la realidad contemporánea, amarga y dura. Pero sin duda, honesta. Eso, sin perder su capacidad para la burla — casi siniestra — de una época convulsa. 


Bronca (Netflix) 

Lo que comienza por un accidente automovilístico menor, se transforma en una batalla amoral y cruel entre dos desconocidos. Pero más allá de su curiosa premisa, Bronca es una exploración intrigante acerca de la naturaleza humana. La oscura, la que no está reglada por normas de conducta y la que, a menudo, es la causante de todo tipo de incidentes y terrores. 

Amy (Ali Wong) y Danny (Steven Yeun), están destrozados por el fracaso de sus respectivos proyectos de vida. Pero todavía más, por la presión implacable y casi asfixiante de encontrar un propósito en sus respectivas vidas. Sin embargo, ambas historias dejarán de tener importancia, cuando el odio los una en un único espacio y escenario. Un caos total que tiene más relación con la forma en que el dolor humano se expresa — sin control y sin matices — que con cualquier otra cosa. 

Gradualmente, estos enemigos circunstanciales terminarán por enfrentarse el uno al otro en una lucha descarnada. A la vez, tan realista como dolorosa. Al final, todos somos monstruos o es lo que parece sugerir la serie. 

Todos quieren a Daisy Jones (Prime Video)

La música siempre será una forma de comprender a una época. Mucho más, cuando se trata de conectar todo tipo de recuerdos con la emoción colectiva. Esta serie, que relata a través de diez episodios, el recorrido de una banda, desde su nacimiento a su ascenso. No obstante, mucho más hermoso y significativo, resulta la perspectiva acerca de la madurez y el crecimiento del mundo que les rodea. El arte se convierte entonces en un escenario en que todos convergen y un espejo, a través del que pueden mirarse a sí mismos. 

Esta adaptación del libro homónimo de Taylor Jenkins Reid, tiene mucha más relación con la música como hilo conductor de seis historias que con una moraleja. Pero al final, la brinda. En su último y conmovedor capítulo, la fama entra en perspectiva filosófica. Por lo que el arte, se convierte en el mayor legado de todos. Un mensaje curiosamente profundo para esta producción en apariencia sencilla. 

Recibe cada mañana nuestra newsletter. Una guía para entender lo que importa en relación con la tecnología, la ciencia y la cultura digital.

Procesando...
¡Listo! Ya estás suscrito

También en Hipertextual: