El furor por los NFT ha decaído considerablemente desde que alcanzaron su pico de popularidad entre fines de 2021 y comienzos de 2022. Sin embargo, un estudio revela que la realidad de este mercado es todavía más grave de la que se podría imaginar, puesto que el 95 % de los tokens no fungibles en existencia no tienen ningún tipo de valor económico.
El análisis de dappGambl se enfoca sobre la actualidad de los NFT en Ethereum, la blockchain más popular para la creación, comercialización y transferencia de este tipo de activos. Allí se logró identificar 73.257 colecciones, de las cuales 69.795 tenían una valoración de mercado equivalente a 0 ETH.
Si bien la investigación no especifica los casos de los NFT en otras redes como Solana, Polygon, o hasta Bitcoin con sus controversiales Ordinals, es lógico suponer que la tendencia es la misma. Que el volumen de transacciones de tokens no fungibles haya sido de apenas 80 millones de dólares en julio pasado, contra los 2.800 millones de dólares de agosto de 2021, es un dato concluyente de que la burbuja de los NFT ha explotado hace rato.
Un elemento importante que expone dappGambl es que la oferta de NFTs supera considerablemente a la demanda por parte de potenciales compradores. De hecho, se indica que, actualmente, 4 de cada 5 tokens no fungibles permanecen sin ser vendidos. Y es lógico que así suceda, considerando que durante su pico máximo de popularidad, se crearon colecciones de NFT de cualquier cosa.
Claro ejemplo de ello fue el bofetón que Will Smith le propinó a Chris Rock en los Oscar de 2022. El escándalo dio rápido lugar a los oportunistas, quienes dieron vida a toda una saga de tokens no fungibles que no eran más que memes del suceso. ¿Quién podría llegar a creer que comprar un activo de este tipo retendría o incrementaría su valor con el paso del tiempo?
El mercado de los NFT se cae a pedazos
Lejos han quedado las épocas en las que se pagaban cifras extravagantes por un NFT. Y algunos de los primeros inversores en este tipo de activos recibieron un baño de realidad de la peor forma posible.
El caso más notorio tal vez sea el de quien compró el primer tuit de la historia. En marzo de 2021, un sujeto pagó 2,9 millones de dólares por el NFT de la primera publicación de Jack Dorsey en Twitter. Pero cuando quiso revenderlo en abril de 2022, la oferta máxima fue de 280 dólares, cuando el propietario esperaba recaudar no menos de $48 millones.
Han existido casos de NFTs que se han vendido por cifras mucho más altas que las recién mencionadas. Pero este ejemplo sirve para demostrar que el FOMO (Fear of missing out, o miedo de quedarse afuera) ha sido crucial para explicar el porqué de la explosión en popularidad de estos activos y la irremediable caída en su valor de mercado.
Claro que el invierno cripto también ha jugado su papel en toda esta historia. El furor por los NFT se dio en un momento en el que las cotizaciones de Bitcoin y Ethereum alcanzaron su máximo histórico. Cuando los precios del mercado se desplomaron a mediados de 2022, los tokens no fungibles también sufrieron un duro golpe. Después de todo, los activos llegaron a perder la mitad o más de su valor en dólares, casi de la noche a la mañana.
Precios muy lejanos a los del pico de furor
Que el 95 % de los NFT hoy no tengan ningún valor en el mercado es un dato demoledor. Sin embargo, todavía existen propuestas que mantienen interés y que se siguen comercializando. Pero los precios no tienen nada que ver con los que vimos durante el punto más alto del furor por estos activos.
De acuerdo con dappGambl, unas 8.850 colecciones de NFT son las que aglutinan la valoración del mercado más alta. Del total, la mayoría (3.643) tienen un valor de entre 100 y 200 dólares. Pero incluso dentro de las franquicias top del mundo de los tokens no fungibles, 1.614 tienen una cotización equivalente a cero dólares. ¿Y los más costosos? Apenas 80 NFTs valen más de 6.000 dólares. Número claramente alejados de los millones que supieron movilizar.
Siempre se supo que, al igual que cualquier otro elemento atado al mundo de las criptomonedas, los NFT eran instrumentos de especulación financiera. Se trataba de propuestas de altísimo riesgo, pero que también prometían una altísima recompensa. Así como mucha gente ha gastado miles o millones de dólares en estos activos y hoy se encuentra con que lo que tiene en la mano —o en la blockchain— no vale nada, otros han forrado sus bolsillos aprovechando la oportunidad.
¿Significa esto el fin de los NFT? No necesariamente. Que la mayoría de las colecciones estén muertas no quiere decir que la tecnología subyacente no sea interesante o no tenga posibles aplicaciones prácticas. Sin embargo, el hype inicial fue más fuerte y hoy muchos están pagando las consecuencias de dejarse llevar por el lucro y el FOMO.
La palabra NFT hoy genera rechazo en gran cantidad de personas. Pero es imposible descartar que estos activos vuelvan al centro de la escena algún día. Ya sea con piezas de arte que sean lo suficientemente únicas como para sostener su valor pese al paso del tiempo, o como nuevos instrumentos de validación digital de documentos, por solo mencionar algunos ejemplos. El tiempo lo dirá.