El coleccionismo y las inversiones se modernizaron hace un tiempo, al adoptar a los tokens no fungibles para el intercambio y el atesoramiento. Básicamente, son activos digitales encriptados. Entre fines de 2021 y comienzos de 2022, la modalidad tocó su punto álgido. Pronto llegó el declive: la burbuja reventó con estrépito y los valores se […]