Oppenheimer se cuenta desde dos puntos de vista. Por un lado, en secuencias en blanco y negro, que profundizan en los hechos históricos que rodearon los meses anteriores a la prueba inicial de la primera bomba atómica. Al otro, la perspectiva del científico y su obsesión por lograr demostrar, en la práctica, lo que había comprendido a través de su conocimiento de física teórica. En otras palabras, que el mundo de las ciencias desconocía buena parte de las propiedades de la realidad y también, de la sustancia física como hecho concreto.
El recorrido convierte a la más reciente película del director, en una exploración tanto de la figura de Oppenheimer como la de la ética en la ciencia. Un punto de vista complicado, que plantea preguntas acerca de la moralidad en el contexto de los avances tecnológicos, así como también, la necesidad de innovación. Entre ambas cosas, la cinta es un alegato pacifista bien construido, que utiliza a su personaje central para explorar en la incertidumbre del futuro. En particular, en el legado que la obra en laboratorios y en campos de trabajo deja a su paso.
Por supuesto, no es la primera película en analizar, por medio de varios de los grandes avances técnicos de nuestra época, dilemas más profundos y espirituales. En específico, gracias a nombres históricos que marcaron hito en sus respectivas épocas. Te dejamos, cinco películas que exploraron con cuidado en la ciencia a través de las complicadas personalidades de inventores y mentes brillantes. Un recorrido por el conocimiento y quienes lo perpetúan tan interesante como doloroso por la historia del ser humano en busca de sabiduría.
La teoría del todo
El cosmólogo británico Stephen Hawking, revolucionó la divulgación de la física teórica. También, la manera de comprender conceptos tan complicados como el infinito y los agujeros negros. Sin embargo, una de sus batallas más arduas no fue en un laboratorio, sino con un cuadro médico de enorme gravedad.
A los 21 años, fue diagnosticado con Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA). Un padecimiento degenerativo, que afecta a las neuronas que hacen posible el movimiento corporal y por último, a la médula espinal. Lo que terminó por llevarle a una silla de ruedas en menos de una década y después, afectar toda capacidad para valerse por sí mismo. A pesar de eso, el científico siguió trabajando en el mundo de las ciencias durante más de cincuenta años y fue un prolífico escritor.
El durísimo recorrido por una vida compleja, se plasma en el libro Hacia el infinito de Jane Wilde Hawking, la autobiografía de su ex esposa. La adaptación del relato, llegó al cine en el año 2014 de la mano el director James Marsh, desde una perspectiva sensible y conmovedora. De la misma manera que la historia de origen, la cinta explora en la vida Stephen Hawking más allá de sus reconocidos aciertos en su área.
Desde su época como estudiante en la Universidad de Cambridge hasta su lucha contra la enfermedad. La trama es una perspectiva sobre la ciencia, el amor en medio de la adversidad, a partir de los logros privados que terminan por ser ejemplos multitudinarios. El mayor aporte de un hombre formidable que forma parte de la historia no solo gracias a sus brillantes descubrimientos, sino por su firme decisión de vivir.
Descifrando Enigma
El 19 de agosto de 2014, la reina Isabel II de Inglaterra brindó un inusual indulto póstumo al criptógrafo Alan Turing. Este fue condenado judicialmente en el año 1952, debido a su orientación sexual. La sentencia, incluía una castración química a la que no tuvo otro remedio que someterse. Dos años después y en medio de un complicado estado mental, se suicidó.
Seis décadas más tarde, Descifrando Enigma, del director Morten Tyldum, relató el contexto del experto más allá de sus momentos más oscuros. A pesar de no ignorar el peso histórico del final trágico de su vida, la cinta muestra a Alan Turing desde la perspectiva de un héroe anónimo. El científico, que lideró el equipo que descifró los códigos alemanes durante la Segunda Guerra Mundial, fue parte esencial del éxito aliado. Pero mucho más, un ejemplo a seguir por su dedicación y esfuerzo en medio de una situación crítica.
La trama narra la vida de Turing durante el conflicto bélico y en su trabajo en la creación de la máquina de descifrado de códigos conocida como The Bombe. A la vez, explora su lado más personal y se centra en su lucha contra la discriminación y el prejuicio debido a su orientación sexual. Al final, la narración, profundiza acerca del papel ético de la ciencia. Asimismo, los horrores de la guerra y la importancia de la diversidad y la inclusión en la sociedad. Una celebración extraordinaria al legado de Turing, considerado uno de los padres de la informática moderna.
Una mente maravillosa
El 23 de mayo de 2015, el matemático John Nash, murió en medio de un violento accidente de tránsito. Le acompañaba su esposa Alice, con quien estuvo casado la mayor parte de su vida. Una historia de amor, sacrificio y dolor que el cine plasmó en la película Una mente brillante, dirigida por el cineasta Ron Howard y estrenada en 2001. El argumento es un retrato enaltecedor del científico, el Premio Nobel de Economía en 1994 y aquejado de esquizofrenia desde su juventud.
De hecho, el relato cinematográfico, se centra en la dualidad y el equívoco al percibir la realidad, que Nash sufrió por más de sesenta años. Desde durante su época como estudiante en la Universidad de Princeton, sufrió los síntomas debilitantes de su enfermedad psiquiátrica. Pero fue durante sus primeros años de la vida adulta, cuando la esquizofrenia afectó de forma cada vez más dolorosa su carrera y su aspecto más intimo. Buena parte analiza la batalla diaria de John Nash, por mantener la cordura en medio de una situación insostenible.
No obstante, más allá de la dramática exploración en la salud psiquiátrica de su protagonista, la película rinde tributo a su trabajo y a aportes a futuro. Lo que convirtió a la cinta, en un recorrido a través de la fe, la esperanza y el poder del espíritu humano, incluso en las peores circunstancias.
El hombre que conocía el infinito
Más allá de sus aportes al mundo de las matemáticas, Srinivasa Ramanujan era un hombre extraordinario. Sin apenas estudios o formación académica en ciencias puras, pudo resolver enigmas de cálculo con décadas de antigüedad. En especial, lo relacionado con la noción sobre la materia que se expande más allá de cualquier cálculo real. La cinta El hombre que conocía el infinito refleja esa habilidad innata del científico, pero también, deja claro que detrás del prodigio, había una mente sensible. Una que además de apreciar la ciencia y su poder, sabía que todo descubrimiento conlleva una responsabilidad moral.
La película biográfica del director Matt Brown, se centra en el matemático bajo esa perspectiva. En especial, durante su época como empleado en una tienda en Madras, India. Siendo todavía un muchacho, el futuro prodigio descubrió que era capaz de comprender las ciencias a un nivel intuitivo y natural. Lo que le llevó, a sostener una prolífica correspondencia con el matemático británico G.H. Hardy. Gracias a lo cual, pudo trasladarse a Inglaterra, para trabajar en la teoría de los números junto a su mentor.
La cinta es un homenaje no solo a la memoria de un hombre excepcional. También, es un alegato contra la discriminación y el prejuicio cultural. Lo que convierte a su sensible travesía a través de la ciencia y el conocimiento en un mensaje claro. La sabiduría no proviene únicamente del ámbito de las ciencias, sino de la sensibilidad humana para comprenderla.
Madame Curie
La física francesa Marie Curie alcanzó un logro que todavía resulta sorprendente. No solo ganó un premio Nobel en 1903, gracias a las conclusiones de su trabajo de pregrado acerca de las propiedades radiactivas del plutonio. En el año 1911, ganó un segundo por sus conclusiones acerca del radio y sus compuestos. Todo, en una época, en que el acceso de las mujeres a las universidades estaba condicionado al prejuicio.
La cinta Madame Curie de la directora Marjane Satrapi, explora la extraordinaria vida de la física y química polaca-francesa. En particular, se enfoca en su época como estudiante en la Universidad de París y la forma en que tuvo que enfrentar, la discriminación por género en la comunidad científica. También, muestra relación de Curie con su esposo Pierre, más allá de la idealización y la percepción romántica que la historia le ha otorgado. Lo que convierte a la cinta en una mirada extraña, dura y atípica sobre una mujer que cambió la historia del mundo para siempre.