En el año 1981, George Lucas y Steven Spielberg se unieron en una colaboración que haría historia en el cine y se convertiría en la saga Indiana Jones. Ambos creadores, que debatieron durante una década la posibilidad de un proyecto conjunto, imaginaron un personaje. Tan audaz, descarado y malhumorado como el Han Solo de Star Wars.

Visualizaron un erudito que abandonara las calurosas aulas universitarias para viajar por el mundo en busca de aventuras. Aunque el detalle más importante es que debía encarnar una alternativa estadounidense a James Bond. Lo que implicaba que sus aventuras serían una mezcla de acción e intriga internacional. Pero contarían con un ingrediente nuevo: la fantasía. El resultado fue el arqueólogo Indiana Jones, interpretado por Harrison Ford.

Cuarenta y dos años después, el célebre personaje regresa a la pantalla grande para lo que parece ser su despedida. Indiana Jones y el Dial del Destino, dirigida por James Mangold, cierra la historia de la franquicia. Pero también la del actor que encarna la icónica figura. Por este motivo, la película tiene la complicada responsabilidad de recorrer el amplio relato de Indiana Jones. Uno que creció a través de varias décadas y escenarios a medida que la franquicia se volvió un éxito comercial y sus historias se hicieron más ambiciosas.

¿Qué debes recordar sobre saga Indiana Jones antes de disfrutar este verano de la última gran travesía del personaje en busca de un tesoro fabuloso? Te dejamos un resumen de lo más relevante de la mitología que rodea a la saga y su importancia de cara al que podría ser su gran adiós en el mundo cinematográfico.

En busca del arca perdida (1981)

La primera película que relata las aventuras del doctor Indiana Jones es, por curioso que parezca, la única que no lleva el nombre del personaje en el título. En busca del arca perdida abre la puerta a las clásicas aventuras del arqueólogo y marca el ritmo que tendrán el resto de largometrajes de la franquicia. 

Indiana Jones en busca del arca perdida
Una emblemática escena de Indiana Jones en la película En busca del arca perdida.

La acción, que transcurre en 1936 —y, por tanto, después de su secuela, en un curioso juego temporal— presenta al personaje de forma inteligente. El gran explorador es un científico, un apasionado por la historia y un hombre que ama el conocimiento. Pero, a la vez, también es capaz de empuñar un látigo —entre otras armas— y de arriesgar su vida por el patrimonio arqueológico de la humanidad.

En el largometraje, dirigido por Steven Spielberg y con guion de Lawrence Kasdan, Philip Kaufman y George Lucas, Indiana Jones se enfrenta a los nazis. Algo que se convertirá en un elemento recurrente de la saga. Para la ocasión, se muestra desde el punto de vista de la conocida teoría de la conspiración sobre el uso artefactos mágicos en el Tercer Reich. Por lo que la trama presenta a un grupo de oficiales alemanes cercanos a Adolf Hitler que está en busca de un antiguo tesoro. Uno al que se le atribuyen todo tipo de cualidades mágicas: la sagrada Arca de la Alianza de la tradición judía.

La historia que da comienzo a la leyenda

En su primer tramo, la narración se traslada desde suelo norteamericano hasta Nepal. En la travesía, Indiana Jones se topa con Marion (Karen Allen), un antiguo interés romántico que será determinante en la búsqueda. Ambos se enfrentarán a un agente de la Gestapo (Ronald Lacey) que intenta robar un medallón escondido en el bar que regenta esta última. No obstante, falla en su intento y termina por escapar, dejando todo tipo de pistas sobre su próximo destino: Tanis (Egipto). El lugar en el que Abner Ravenwood, padre de Marion y antiguo mentor de Indiana Jones, se encontraba en la búsqueda de un fabuloso objeto.

Indiana Jones y Marion

El arqueólogo termina por comprender que los soldados alemanes buscan lo mismo que su amigo: El Arca de la Alianza. Por lo que viaja junto a su compañera para evitar su robo. En la ciudad de El Cairo, Indiana Jones logra descifrar la forma de localizar el legendario artefacto. Un método que consiste en usar el medallón de Marion para encontrar el sitio en el que se esconden los descubrimientos de su padre. Además, descifra una inscripción detrás del colgante que advierte de las consecuencias que tendría que manos impuras profanasen la divina pieza.

Tras recuperar El Arca, la pareja intenta trasladarla a Norteamérica, pero es interceptada por los nazis. Obligados a navegar hacia una isla del mar Egeo, también son despojados del sagrado objeto. Es entonces cuando un colega rival de Indiana Jones, que asesora a la Gestapo, insiste en abrir la caja. Lo que provoca que su interior se muestre en todo esplendor y asesine a todos los que tenían los ojos abiertos. Solo Indiana y Marion conservan la vida al recordar lo escrito en el grabado del medallón.

La película culmina con el arqueólogo entregando el Arca de la Alianza a los funcionarios estadounidenses. En una vuelta de tuerca irónica, en la escena final puede verse la pieza en un almacén gigantesco lleno de objetos muy similares.

Indiana Jones y el templo maldito (1984)

La segunda película de Indiana Jones en estrenarse fue una precuela de la anterior. Ubicada cronológicamente un año antes de los acontecimientos narrados en la primera, la aventura aumenta en envergadura. Más grande y con mayor sentido al crear una identidad, inicia la mitología en torno al sombrero del protagonista. Además, imprime un curioso tono heroico a sus propósitos, sin renunciar al comportamiento descarado y exuberante del personaje. De hecho, el guion, de Gloria Katz y Willard Huyck, analiza su personalidad, su moral y sus límites espirituales, lo que brinda a la figura una inesperada profundidad.

Primer plano del mítico látigo de Indiana Jones

Esta vez, el argumento comienza con una batalla campal en un bar de Shanghái, en la que Indiana Jones termina por ser envenenado por la mafia china. Salvando milagrosamente su vida, termina por escapar junto con su asistente Tapón (Ke Huy Quan) y la irritante cantante Willie Scott (Kate Capshaw). El trío aborda un avión que resulta pertenecer a sus enemigos y consiguen abandonarlo antes de que se estrelle. Lo que los lleva, casi por accidente, a la India.

Una vez allí, Indiana Jones y su grupo encuentran una aldea en la que los niños están siendo secuestrados por un antiguo culto, lo que podría estar relacionado con las sagradas rocas de Sankara. Durante la primera parte de la película, Indiana lidia con sus deseos de ayudar a los desesperados padres y sus ansias de fama y fortuna. Un tema que se hará recurrente a lo largo del metraje y pondrá a prueba al explorador en más de una ocasión.

Al final, el protagonista se inclina por un propósito más noble y decide investigar el origen de la tragedia. Lo que le llevará a descubrir un antiguo ritual de magia negra y a enfrentarse al culto de la diosa Kali. Un grupo capaz de arrancar el corazón de víctimas vivas en sus ofrendas y que está detrás del cautiverio de los niños de la aldea, obligados a servir como esclavos en condiciones terribles de maltrato. Indiana Jones logra vencer a la peligrosa secta, recuperar las piedras y liberar a los prisioneros. Lo que lo convierte en un héroe local en la escena final de la película. 

Indiana Jones y la última cruzada (1989)

El argumento, escrito por Jeffrey Boam bajo la dirección —de nuevo— de Steven Spielberg, agrega contexto a la historia personal de Indiana Jones. La película comienza con un breve prólogo que muestra al aventurero en 1912, cuando era apenas un adolescente. Interpretado por River Phoenix, el joven Indiana muestra sus prematuras ansias de descubrimiento y exploración. Pero además, de forma casi casual, sugiere que la relación con su padre es tirante e incómoda, lo que marcará el resto de su vida.

Después, la película avanza hasta 1938, lo que la convierte en la primera secuela real de la saga. El guion narra cómo Indiana Jones se embarca, esta vez, en la búsqueda del Santo Grial. De nuevo, enfrentado a la codicia del Tercer Reich, que intenta obtener el tesoro y explorar sus supuestas propiedades de inmortalidad. De hecho, el relato es una curiosa mezcla entre sabiduría popular, teorías de ocultismo e incluso leyendas urbanas. Historias que se exploran en un viaje que atraviesa toda Europa hasta llegar a la legendaria ciudad de Petra (Jordania).

Sean Connery se incorpora a la historia

Por supuesto, lo más destacable de la película es la presencia del padre de Indiana Jones. Henry, interpretado por Sean Connery, es un profesor de literatura con una amplia investigación relacionada con el Grial. Lo que llevará a su secuestro, rescate y, de nuevo, captura por la Gestapo, en un intento de obligar a su hijo a encontrar la reliquia. La narración avanza y permite a ambos personajes renovar la relación que los une y perdonar viejos errores. En especial, en medio de una conmovedora escena en la que la mítica copa de Cristo salva la vida de Henry.

Para su final, la película cierra con una especie de homenaje al tradicional camino del héroe. Indiana logra salvar la copa, vencer a sus enemigos y rescatar a su padre. Por último, cabalga a su lado hacia el horizonte en un claro tributo al western norteamericano y a la larga herencia de héroes solitarios que el arqueólogo encarna.

Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal (2008)

Diecinueve años después de Indiana Jones y la última cruzada, llegaría la que en el momento se consideró como la más controvertida entrega de la saga. La línea temporal avanza hasta 1957, lo que provoca que el arqueólogo se enfrente, esta vez, contra los rusos en plena Guerra Fría. El ligero matiz convierte al mapa geopolítico en un elemento a tener en cuenta. En particular, mientras el personaje debe descubrir cuáles son las verdaderas intenciones de la KGB y de Irina Spalko (Cate Blanchett), su nueva némesis.

Irina Spalko (Cate Blanchett) capturando a Indiana Jones
Irina Spalko, interpretada por Cate Blanchett, en Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal.

El universo se expande, además, con el regreso de Marion Ravenwood y el desconocido Mutt Williams (Shia LaBeouf). Este último resulta ser el hijo del arqueólogo con su antigua amante, lo que convierte la trama en una curiosa reinvención de la anterior. No obstante, el guion de David Koepp carece de habilidad para explorar en la personalidad de Indiana. Por lo que el descubrimiento de su paternidad termina por ser poco relevante.

En realidad, la película va de un extremo a otro del mundo en una serie de escenarios exóticos sin mayor sentido. Durante la aventura, descubren un cráneo de cristal que, según Irina, tiene origen extraterrestre y podría brindar capacidades extraordinarias a las fuerzas rusas. Lo que les permitiría vencer a Norteamérica. Una teoría que resulta ser cierta y que parte de un secreto mayor.

En el interior de un templo maya, Indiana descubre que el legendario objeto es parte del cuerpo de una criatura petrificada, también de cristal. Lo que parece ser una sala en la que misteriosos seres de otro mundo yacen en la espera de revelar sus secretos, se revela como una poderosa fuente de energía que asesina a Irina cuando invoca su poder. Lo que abre un portal hacia un destino desconocido que termina por volatilizar la sala entera.

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Por último, la película muestra la boda de Indiana y Marion, en la que pierde su emblemático sombrero. Cuando Mutt intenta sostenerlo, el arqueólogo se lo quita de las manos. Un gesto simbólico que indica que el personaje de Harrison Ford todavía tiene un largo camino por recorrer. Algo que se confirma con la quinta entrega de la saga.