Durante la primera temporada de Stranger Things, el buque insignia de las series de Netflix, nos contaron que existe una realidad espejo terrorífica. De ella procede el monstruoso demogorgon, a la que se puede acceder por portales que van en ambas direcciones y a la que han llamado el Mundo del Revés. Además, algunas personas con ciertos poderes psíquicos, como la Eleven de Millie Bobby Brown, pueden interactuar con dicha realidad horrible, abrir portales y cerrarlos.
En la segunda etapa, descubrimos que en ella hay también demoperros y otro ser espantoso y descomunal, el Azotamentes. Este monstruo dirige el cotarro con la mente colmena de la otra dimensión y puede infectar a las personas para usarlas, como al Will Byers de Noah Schnapp, y quiere crear los mencionados portales.
Y, en la tercera temporada de Stranger Things, además de poseer al Billy Hargrove de Dacre Montgomery, el titánico jefe del Mundo al Revés conforma a un álter ego en Hawkins juntando la carne de animalitos a los que logra contagiar: una nueva maniobra, bastante repulsiva y semejante en cierto sentido al caso del bicho en el cortometraje “The Dump” (1x09) de Love, Death and Robots (desde 2019), para poder campar a sus anchas en el territorio de los humanos.
Los asesinatos de Vecna
La cuarta temporada en Netflix, según nos dijo la actriz Natalia Dyer que interpreta a Nancy Wheeler, es “la más oscura y aterradora”. Y no patina. O, al menos, hay una mayor madurez en su terror. Con el grupo de personajes repartido en diferentes escenarios, el misterio fundamental vuelve a suceder en Hawkins, mientras la trama rusa continúa en la soviética Kamchatka con el Jim Hopper de David Harbour y la Eleven de Millie Bobby Brown se esfuerza por recuperar sus poderes en Nevada.
Unos horrendos asesinatos, para los que no hay una explicación física normal, se producen en la localidad ficticia de Estados Unidos donde han transcurrido las aventuras de Stranger Things hasta ahora. Un nuevo monstruo al que los protagonistas, con el Dustin Henderson de Gaten Matarazzo a la cabeza, deciden bautizar esta vez con el apodo de Vecna por el juego de Dragones y mazmorras, igual que a los demogorgon, es el responsable. Pero su investigación juvenil la desata el primero.
Las víctimas a las que acecha y asusta como Pennywise en la novela It, de Stephen King (1986), y a las que une cierto sentimiento de culpabilidad, entran en un extraño trance, tienen visiones espantosas y el último, durante el que acaba matándolas después de decirles impertinencias, todo al estilo del Freddy Krueger de Robert Englund en Pesadilla en Elm Street (1984), se convierte en un atroz espectáculo de levitación, extremidades descoyuntadas y ojos absorbidos hacia dentro.
La identidad del nuevo gran villano de ‘Stranger Things’
La Nancy Wheeler de Natalia Dyer y la Eleven de Millie Bobby Brown, cada una por su lado y con apuntes adicionales del Dustin Henderson de Gaten Matarazzo sobre que los homicidios abren portales en sus escenarios, se enteran de qué narices está ocurriendo en esta temporada de Stranger Things. La una, en un trance que le provoca Vecna, el cual le explica que él es Henry, el hijo del Victor Creel del mencionado Robert Englund, al que le endilgaron la masacre de su familia.
Para este peligrosísimo sujeto con poderes mentales que incluyen la telequinesis y la exploración y la manipulación psíquicas, aniquilar a los débiles “aporta equilibrio y orden a un ecosistema inestable”, y los seres humanos “perturban esta armonía” y, con su plaga, “emponzoñan nuestro mundo imponiendo su propia estructura”, que es “profundamente antinatural”. Y quiere rebelarse contra ella y sus “normas ficticias” y “restaurar el equilibrio” como depredador.
Pero el doctor Martin Brenner de Matthew Modine mantuvo cautivo y bajo control al Henry Creel de Raphael Luce y James Campbell Bower en el laboratorio de Hawkins, donde es One. Hasta que engaña a una incauta Eleven, que lo libera. Pero, en un enfrentamiento imprevisto tras su matanza de casi todos en el lugar, los poderes de la niña heroica de Stranger Things le superan, abren el portal originario y le envía a la dimensión del Mundo del Revés, que le transforma en el escalofriante Vecna.
El peligro del Mundo del Revés
Pese a lo que afirma el Dustin Henderson de Gaten Matarazzo, no estamos tan seguros de que este gran enemigo sea el principal general del Azotamentes. Tal vez no mande el monstruo enorme sino Henry Creel, un verso suelto con la capacidad especial de conectarse voluntariamente a la mente colmena y utilizarla para sus oscuros propósitos contra la realidadde los seres humanos. Y que su dimensión sea el espejo siniestro de este desde el instante en que la Eleven de Millie Bobby Brown creó el primer portal.
Por ese motivo, la Nancy Wheeler de Natalia Dyer se da cuenta de que la zona de la otra dimensión en la que se hallan es una copia sombría de cómo era Hawkins en 1983, el año en que aparece Vecna y el Will Byers de Noah Schnapp y la Barbara Holland de Shannon Purser se esfuman. Y los terremotos que sacuden el Mundo del Revés quizá indiquen que, con cada portal infecto que surge tras los homicidios, se acerca en mayor medida al humano hasta su posible fusión.
