stranger things

Matt Ferguson

La innovación en esto de contar historias, ya sea a través de la literatura o del cine, es una misión casi impracticable. Como mucho, pueden conseguirse combinaciones atípicas de elementos narrativos, y lo que de todos modos se valora de veras es la forma en que se exponen estos elementos, la perspectiva personal e intransferible con la que alguien relata una historia. Pero, dado que de lo que se come, se cría, el calado de sus influencias también es cosa de valor, y quizá por eso el último pelotazo televisivo sea **la serie Stranger Things (Matt y Ross Duffer, 2016), en la que encontramos una atractiva ensalada de influjos; entre ellos, el de las novelas de Stephen King**.Stephen King aseguró en Twitter que ver la serie es como contemplar sus grandes éxitos

Este popular escritor estadounidense aseguró en Twitter que ver la serie es como contemplar sus grandes éxitos “en el buen sentido”, que “es pura diversión” y que no nos la perdamos, y antes, por si hay quien piensa que no ha hablado con bastante claridad sobre lo que opina de ella, que su única cuestión acerca de la misma es “si va a ser o no lo suficientemente popular como para colapsar los servidores de Netflix”. No resulta ni un poquito extraño que la considere en estos términos, y tras una alerta de SPOILERS, vamos a explicar por qué.

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'Stranger Things' - Netflix

Desde los minutos iniciales de “The Vanishing of Will Byers” (1x01), cuando nos presentan a Mike (Finn Wolfhard), Dustin (Gaten Matarazzo), Lucas (Caleb McLaughlin) y al propio Will (Noah Schnapp), un grupo de amigos con los que se meten los abusones del instituto y que se enfrentan a diferentes villanos y sus villanías, monstruo incluido, a uno le vienen a la memoria novelas de King como la vívida The Body (1982), la absolutamente imprescindible It (1986) o incluso Dreamcatcher (2001). Los abusones les llaman “perdedores” y, al margen de que sea un tópico de la moral protestante, el caso es que los protagonistas de It forman parte de lo que denominan El Club de los Perdedores.Visionando Stranger Things, uno recuerda novelas de Stephen King como Firestarter, The Body, The Mist o It

Por otro lado, el rol de Jim Hopper (David Harbour), sheriff de un pueblecito estadounidense en el que se ceba la amenaza paranormal, puede hacernos recordar a Alan Pangborn, un personaje del escritor que aparece en la metaliteraria The Dark Half (1989), en The Sun Dog (1990) y Needful Things (1991), además de que se le menciona en Gerald’s Game (1992) y la madura Bag of Bones (1998), y que también sufrió su propia tragedia familiar.

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'Stranger Things' - Netflix

Ese pueblecito americano que en la serie se llama Hawkins bien podría ser el también ficticio Castle Rock de King, y a la extraña Eleven (Millie Bobby Brown) la podemos tomar como una mezcla entre la telequinética Carrietta White de la promisoria Carrie (1974) y ese otro fenómeno que es la Charlie McGee de Firestarter (1980), esta última por aquello de los experimentos que llevaban a cabo con ella, pero con una pizca del pequeño Danny Torrance, al que conocimos en la perturbadora e inolvidable The Shining (1977).El pueblecito de EE.UU. que en la serie se llama Hawkins bien podría ser el también ficticio Castle Rock de Stephen King

Y uno podría incluso apurar y decir que los supuestos Laboratorios Hawkins hacen pensar en La Tienda, una organización secreta presente en The Stand (1978), la misma e insospechada Firestarter y The Tommyknockers (1987), y a la que se alude en The Mist (1985), echándole la culpa de la presencia de los monstruos, igual que en esta serie. Y el doctor Martin Brenner (Matthew Modine) nos recuerda a James “Cap” Hollister, director de La Tienda, o incluso a su sicario John Rainbird en ciertos aspectos.

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'Stranger Things' - Netflix

El hecho de tener que idear, como Joyce Byers (Winona Ryder), un método de comunicación con alguien que está pero no está a la vez y que vemos en “Holly, Jolly” (1x03) lo hallamos en la ya nombrada Bag of Bones. Y, por si todo esto fuera poco, en “The Body” (1x04) nos muestran a un policía leyendo una novela de King que, por un comentario de Hop, presumimos que se trata de la polémica Cujo (1981), en la que participa George Bannerman, antecesor de Pangborn como sheriff de Castle Rock. Además, como habréis notado, *el propio nombre de este episodio coincide con el de la novela de King en que se basó la película Stand by Me (Rob Reiner, 1986)*, que de por sí es una inspiración para la propia serie.Una de las claves de Stranger Things es el traslado interdimensional, y de eso ha escrito lo suyo Stephen King

Pero una de las claves de Stranger Things es el traslado interdimensional, las puertas a través de las que ocurre y los seres que pueden venir a nuestro mundo cruzándolas, detallados en el capítulo “The Flea and the Acrobat” (1x05), y de eso ha escrito lo suyo el novelista: al menos, en The Talisman (1984), las ya mencionadas The Mist, It y The Tommyknockers, The Langoliers (1990), la dolorosa Desesperation y la variable The Regulators (1996), From a Buick 8 (2002), Black House (2001), Lisey’s Story (2006) y, claro, la octalogía de The Dark Tower (1982-2012).

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'Stranger Things' - Netflix

En “The Monster” (1x06), la hermana de la destruida Terry Ives les pregunta directamente a Hop y a Joyce si han leído algo de Stephen King; y averiguamos en “The Bathtube” (1x07) que el Castillo Byers del que supimos en el primer episodio, en el que Will lee cómics como los chavales de The Body en su casa del árbol, le sirve de escondite en el otro lado igual que en cierto modo a Jonesy los recovecos de su almacén de la memoria en Dreamcatcher.En la serie, alguien lee una novela de Stephen King y otro personaje pregunta a dos protagonistas si han hecho eso mismo

Con estos mimbres, y asumiendo que lo que escribe un novelista es lo mejor que puede ofrecer sobre los asuntos que de verdad le interesan, **por supuesto que a Stephen King le encanta una serie como Stranger Things: si tan claramente se trata de esa compilación de sus grandes éxitos que él mismo señalaba, no podía ser de otra manera**.